El homenaje de Bruce Lee en la ultima película de Tarantino está rodeada de polémica.
El esperado regreso de Tarantino se ha empañado con la polémica de la aparición de Bruce Lee y el retrato que ha hecho el cineasta de la mayor estrella del cine marcial de la historia. En ella el Pequeño Dragón aparece sumamente arrogante, algo que, a la hija de Lee, Shannon, le ha parecido insultante. Incluso en el film el personaje de Bruce, interpretado por Mike Moh, se jacta de ser capaz de tumbar a Muhammed Ali, algo impensable dado el respeto real que Lee sentía por el mítico boxeador. Al margen de no haber pedido permiso para usar la imagen de Bruce, que gestiona la propia Shannon a través de la empresa Bruce Lee Family Company, ha incomodado y enfadado tanto a la familia como amigos y fans de Lee. Sentarse en el cine y ver y oír cómo la gente se ríe de Bruce ha resultado bastante más que incómodo según Shannon.
Su principal alumno, el mítico Dan Inosanto, ha declarado en Variety que nunca vio a Bruce comportarse tan arrogantemente como muestra el film de Tarantino, sobre todo en lo referente a las artes marciales. Lo más cercano a la arrogancia fue la seguridad de Lee respecto a sus habilidades, pero sin llegar a las cotas de Érase una vez en Hollywood. Shannon añade que siempre pensó que Tarantino era muy fan de su padre, pero la imagen que ha dado se suma a los estereotipos contra los que Bruce luchó durante toda su vida, con un largo historial de problemas racistas durante su trayectoria en Hollywood, dejando claro su desconocimiento del astro. Esta marginalización que sufrió y cómo le trataron desaparece con la imagen que Quentin ha dado en su film, insultante e indignante para Innosanto, Lee y gurús del cine hongkonés como Mike Leeder, el coleccionista profesional Jeff Chin y los millones de fans de Lee. De esta forma se empaña el legado del Pequeño Dragón y se elimina, según Shannon y demás, todo lo que consiguió Bruce en vida.
Iván Fernández
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