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martes, abril 16, 2024
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Capitán América, el soldado de invierno *****

Capitán América, el soldado de invierno *****Capitán América, el soldado de invierno. El mejor cine-cómic después de El caballero oscuro y Los Vengadores.

Sospecho que algunos polemistas con más tiempo de ocio mal empleado que yo me van a dar la brasa por atizarle cinco estrellas, aunque luego algunos de estos detractores ni se molestan en leer la crítica hasta el final. Así que aclaro ya en estas primeras líneas que, por coherencia con lo que pienso del cine y su naturaleza primordial, que es la de servir como evasión y entretenimiento, y en el marco del cine-cómic, (que a veces hay que explicar y subrayar hasta lo más obvio) esta película es en mi opinión, por su calidad de construcción y planteamientos, tanto narrativos como visuales, de cinco estrellas. Mejor que las tres de Iron Man y las dos de Thor. Muy bien construida en sus planteamientos de cine. Haciendo palanca con su identidad primordialmente de película de intriga conspirativa, espías y acción, incluso consigue ponerse más allá de ser otra película más de superhéroes para encontrar su propia personalidad como proyecto cinematográfico. Hasta el momento, en las películas dedicadas a adaptar superhéroes del comic, y más concretamente en las que lo hacen con personajes de Marvel o DC siempre se ha advertido una dependencia del cine frente a los personajes originales que llevaba este tipo de propuestas por un camino intermedio, pleitesía a las imposiciones de presentación y desarrollo del personaje según las claves de las viñetas, limitándose a copiar esas claves del comic mecánicamente sin otorgarle al proyecto naturaleza verdaderamente cinematográfica. Así es como muchas de estas películas fueron fallidas, como Daredevil, Los cuatro fantásticos, Green Lantern, el segundo Hulk… Frente a este planteamiento de convertir al cine en marioneta desarticulada de adaptaciones planas del cómic, Marvel empezó a orientar mejor su rumbo con el primer Iron Man, culminando ese viaje en Los Vengadores, que marcó un nuevo estándar de calidad y aspiraciones para este tipo de producto de ocio audiovisual que inevitablemente navega entre dos mundos, el del cómic y el del cine, pero después de Los Vengadores parece empezar a inclinar la balanza hacia las claves del cine, algo que claramente evidencian Iron Man 3 y Thor 2 y confirma, para bien, superando a las dos anteriores claramente, esta segunda entrega de las aventuras cinematográficas del Capitán América, mucho mejor que la primera. Lo que viene a demostrar Capitán América, el soldado de invierno, es que el cine, buen cine, empieza a pesar más a la hora de concebir las adaptaciones de los superhéroes de la Marvel al cine, una tendencia que considero positiva y que, siempre dentro del estilo Marvel y aceptando todas las diferencias que ello implica respecto al estilo de la editorial DC, es la misma que aplicó Chistopher Nolan cuando inició su trilogía sobre Batman, especialmente con El caballero oscuro.

Si El caballero oscuro era por guión y presentación un ejercicio de cine negro que utilizaba el universo y los personajes de los cómics de Batman para dar lugar a una película más completa y con más identidad, madurez y personalidad cinematográfica que cualquier otra película de superhéroes que hubiéramos visto hasta ese momento, ahora Capitán América, el soldado de invierno viene a hacer lo propio para el universo cinematográfico marvelita.

Es más cine-comic que comic-cine. Y eso es bueno.

Lejos de limitarse a ser una mera ilustración cinematográfica de los comics de Ed Brubaker o moverse cómodamente a la sombra del éxito de Los Vengadores, la película emprende su propio camino. Para ello desarrolla algunas de las claves más interesantes de Los Vengadores, con similar despliegue de espectáculo visual en lo referido a escenas de acción (el asalto al barco secuestrado, los helitransportes, la épica batalla final… están a la altura de lo que nos propuso la primera entrega de Los Vengadores). De hecho es la que más cerca se mantiene del universo cinematográfico de Vengadores, por cuanto explota ese mundo de la organización SHIELD dirigida por Nick Furia, que era el tejido de unión de los superhéroes protagonistas de aquella.




Pero además de eso la película desarrolla su propia identidad como híbrido de película de intriga, conspiración, espionaje y aventuras, con una trama compleja en la que han tenido la habilidad de darle un sólido protagonismo a Robert Redford, uno de los pilares de la historia, que aporta con su veteranía un toque de calidad y solidez a esta trama capaz de ir más allá en sus conflictos de lo que es la mera ilustración superficial del mundo de los superhéroes. Se convierte así en una reflexión sobre el poder, la libertad, la represión y la dictadura, consiguiendo algo que, francamente, parecía imposible y que han perseguido todos los buenos guionistas que han trabajado con el personaje del Capitán América en los cómics: llevar al personaje a un territorio menos propagandístico y patriotero, sacarlo del gueto de la postal militarista estadounidense para otorgarle mayor amplitud de miras, un abanico más amplio de recursos y hacerlo así interesante incluso para quienes no somos, ni queremos ser o sentirnos estadounidenses, simplemente porque somos de otro sitio y tenemos otra bandera, e incluso es muy probable que ni siquiera comulguemos con la ideología conservadora que ha marcado el personaje durante muchos años. Dicho de otro modo: el Capitán América de esta entrega está tan lleno de dudas y conflictos como el Batman de Christopher Nolan, y por ese camino ha dejado de ser una bandera patriotera simplona y vocinglera para convertirse, como la propia película, en un personaje mucho más maduro e interesante.

Trabajando con el sentido del humor, eludiendo el sentimentalismo obvio y facilón,  incorporando todo lo positivo que tiene el planteamiento de la acción de las viñetas del comic, incorporando una colección de guiños friquis como las palabras en la tumba que aluden a un célebre título de Quentin Tarantino o sin olvidar la inevitable y hitchcockiana aparición Stan Lee en clave de cameo, Capitán América, el soldado de invierno se sitúa con ventaja entre las mejores producciones de la Marvel prácticamente al mismo nivel que Los Vengadores.

Tiene un guión más elaborado de lo que suele verse en este tipo de producto que además es suficientemente astuto para no renunciar a manifestarse como producto de acción, aunque su motor genérico sea la intriga y el cine de espionaje.

Es una muy buena mezcla de película sobre SHIELD y sobre el Capitán América que afortunadamente no tiene nada que ver con la decepcionante serie de televisión del mismo título, que debería haber sido precisamente como esta película en lo referido a estructura narrativa, ya que no a inversión y despliegue monetario, dado que es televisión.

Aplica la misma clave narrativa de reparto de protagonismo entre secundarios para reservar al protagonista para el desenlace, sacando el máximo jugo a Nick Furia, la Viuda Negra y el Halcón. No tanto a la Agente 13, aunque el personaje tiene dos o tres momentos claves muy prometedores para su explotación en la tercera entrega. Y utiliza sabiamente a Robert Redford como pilar central de toda la intriga conspirativa. Además el antagonista más físico y de acción, el Soldado de Invierno, es sólido como conflicto y reto para el héroe, al que complementa proporcionándole mayor relieve al Capitán América de lo que consiguiera Cráneo Rojo en la primera entrega, muy por debajo de esta película.

Lo dicho: una las mejores muestras de cine-comic.

Miguel Juan Payán

Aquí teneis información sobre el número de MARZO de ACCIÓN con reportaje de Capitán América, el soldado de invierno y póster de La viuda negra y en ABRIL póster de Capitán América, el soldado de invierno.

©accioncine

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