Crítica Cazafantasmas: Más Allá
Crítica de la película Cazafantasmas: Más Allá
Seguramente sea el tipo de secuela que los fans esperaban.
Al menos en parte. Lo es en su esencia, en su espíritu, en su sentido de la maravilla, en esa forma de mezclar humor y terror, en el carisma de algunos de sus personajes… Pero la nueva película no es una secuela directa, no busca convertirse en Cazafantasmas 3 en realidad, sino en algo más, dejando que la acción, enormemente ligada a las dos películas originales, sea liderada por un nuevo grupo de personajes, adultos y jóvenes, que pueden aportar mucho talento también a la historia, sin olvidarnos de los personajes clásicos, pero sin permitir que roben el peso de la historia a los auténticos protagonistas. Y además la película contiene varias sorpresas maravillosas para los fans que no deben permitir que nadie les cuente. Mejor descubrirlas en la sala de cine.
Una madre y sus dos hijos son desahuciados de su apartamento y se ven obligados a viajar al remoto pueblo de Summerville, Oklahoma, un lugar perdido de la mano de dios donde el padre de ella y abuelo de los jóvenes, vivió alejado de todo el mundo, de familia y amigos, durante los últimos años de su existencia. Con su casa en ruinas como herencia, la familia llega al pueblo para descubrir que su abuelo era uno de los legendarios Cazafantasmas que el mundo ha parecido olvidar, pero que nos libraron del Apocalipsis en más de una ocasión. Su presencia en el pueblo todos estos años puede tener que ver con los misteriosos sucesos que asolan la zona, desde peculiares avistamientos a terremotos en un lugar donde jamás deberían sucederse… Una amenaza terrible se cierne sobre todos desde Summeville.
Si hay un nombre en el reparto que destaca realmente en Mackenna Grace, cuyo talento y desparpajo hace que en pocos segundos sepamos de quién es pariente. Es el personaje en torno al que todos giran y es una maravilla ver a la joven en el papel. Su hermano es el joven Finn Wolfhard, que proviene de Stranger Things, serie que bebe los vientos de las películas originales, pero además esta película también toma cosas de la serie de tv, así que… todo queda en casa. Carrie Coon o Paul Rudd son perfectos en sus papeles de adultos que se verán envueltos en esta aventura llena de locura. Un reparto muy ajustado y que sabe qué tipo de aventura viven los personajes.
Porque todo el mundo tiene claro que esta película no es Ciudadano Kane. Es Cazafantasmas. Es puro delirio de terror y humor, con personajes carismáticos (no todos, Podcast es insoportable, lo siento), con sustos muy bien medidos (la película está pensada para familias que no tengan niños muy pequeños que pueden pasarlo mal), y con un toque visual de Jason Reitman muy bien medido, cercano a las películas de los ochenta pero con estilo propio, como demuestra el nuevo Moquete. Trasladar la acción a un pequeño pueblo es un acierto, aunque quizá muchos fans esperan cierto momento mucho antes en la película, y es cierto que podía suceder. No nos olvidemos de destacar el ritmo de la historia que hace que las dos horas pasen volando. Y todo para plantar la semilla del futuro de la saga si el público responde. Que esperemos lo haga, porque la película merece la pena.
Jesús Usero
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