El popular director de cine ha pedido en un popular medio que los responsables del Congreso de los Estados Unidos tomen medidas para salvar las salas de cine en esta terrible crisis.
Christopher Nolan es uno de los directores de cine más populares de nuestros días. Y sus películas llevan al cine a millones de espectadores a lo largo y ancho del mundo. De hecho, su cine, con películas como Interstellar, Origen o la trilogía de El Caballero Oscuro, es una de esas filmografías que el público considera que debe verse en una sala de cine y disfrutarse en pantalla grande. Sus cifras en taquilla así lo demuestran. Pero además siempre ha sido un defensor públicamente de dichas salas de cine, de la experiencia de ir al cine y disfrutar en pantalla grande de una película. Y ahora ha pedido al Congreso norteamericano que las salve.
En una editorial abierta para The Washington Post, el cineasta ha hablado de la importancia que tiene el cine, y en especial las salas de cine, en nuestra vida. La intención de salvarla viene con el ejemplo de la cadena B&B, en Missouri, una cadena creada allí en 1924, centrada en ese estado, que con el confinamiento ha tenido que cerrar sus 400 salas y dejar marchar a sus 2000 empleados, algo de lo que nunca habían tenido que hacer. Se enorgullecían de no haber despedido a nadie nunca. Y ahora deben cerrar. Al contrario que en nuestro país, donde el gobierno ya ha movilizado una partida de dinero para hacerse cargo de los salarios de las empresas obligadas a cerrar temporalmente, en USA eso no ha sucedido todavía…
Nolan dice en su carta abierta “Mientras el Congreso considera las solicitudes de asistencia de todo tipo de empresas afectadas, espero que la gente vea a nuestra comunidad de exhibición por lo que realmente es: una parte vital de la vida social. Estos son lugares de donde socializar con alegría, donde los trabajadores sirven historias y delicias a las multitudes que vienen a disfrutar de una velada con amigos y familiares. Como cineasta, mi trabajo nunca podría estar completo sin esos trabajadores y el público al que dan la bienvenida”.
Sigue el director “Cuando pase esta crisis, la necesidad de un encuentro humano colectivo, la necesidad de vivir, amar, reír y llorar juntos será más poderosa que nunca. La combinación de esa demanda acumulada y la promesa de nuevas películas podría impulsar las economías locales y contribuir con miles de millones a nuestra economía nacional. No solo les debemos a los 150,000 trabajadores de esta gran industria estadounidense incluirlos entre aquellos a quienes ayudamos, nos lo debemos a nosotros mismos. Necesitamos lo que las películas nos pueden ofrecer”.
Jesús Usero
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