Crítica de Código Emperador
Crítica de la película Código Emperador
Un impecable thriller con mucho de historia real.
Lo fascinante de la película Jorge Coira protagonizada por Luis Tosar es que, a raíz de los hechos reales que hemos conocido a lo largo de los últimos años entorno a espionaje y grabaciones secretas, y todo aquello que reflejaba las cloacas del estado, la película produce un extraño escalofrío en el que sentimos que lo que nos cuenta no se separa mucho del mundo en que vivimos. Y asusta, en gran medida. La película consigue todo eso, con su ritmo de thriller, gracias también al guión de Jorge Guerricaechevarría, a quien conocemos muchas veces por sus colaboraciones con Álex de la Iglesia, pero que tiene muchos proyectos muy interesantes como éste que nos ocupa.
Juan trabaja para el servicio de inteligencia español, encargándose de aquello que le mandan, lo que muchas veces le lleva a seguir el rastro de terribles criminales o terroristas, pero que también le obliga a cumplir órdenes ligadas a una unidad secreta encargada de actividades ilegales que sirven al poder. A cualquier poder, el que estuvo, el que está y el que vendrá. Las cosas empezarán a complicarse, por supuesto, y aunque no sea una historia completamente real, entenderemos, por instinto, cómo funcionan o podrían funcionar ese tipo de personajes y situaciones. En el caso de Juan un tipo aparentemente sin escrúpulos que sigue órdenes hasta que empieza a cuestionárselas. Ese punto de inflexión del personaje es el que consigue que nos involucremos completamente en la historia y deseemos siempre saber qué va a pasar a continuación.
Luis Tosar sigue siendo uno de nuestros mejores actores, con diferencia, y suele acercarse a este tipo de proyectos ligados al thriller y el cine de acción o suspense, lo cual agradecemos enormemente. En sus manos este tipo de películas, este tipo de historias, tienen otro peso, otra humanidad. El actor aporta una presencia, además de su talento, que hace muy difícil imaginar a otro en este tipo de papeles. En esta ocasión conviene además recordar la figura, muchas veces olvidada, de Miguel Rellán, un actor muchas veces olvidado que aquí tiene un papel secundario realmente imprescindible y muy identificable con nuestra realidad, con lo que ha sucedido en estos pasados años.
Código Emperador además sabe mantener el ritmo continuo y el interés del espectador con elementos que vamos a relacionar con nuestro mundo, por ejemplo el personaje de Arón Piper. Sin excesos y sin forzar las cosas. La película se mueve elegantemente con una narración brillante de Coira, que emplea todos los recursos visuales del medio. Especialmente interesante el uso de cámaras y de los picados y contrapicados, de esa posición de observador o de observado según le interesa al director. Como un dios observando a sus criaturas o como un titán siendo observado por aquellos que son inferiores. Quizá su mayor problema sea esa diversificación de historias, con demasiadas tramas paralelas que distraen de lo más importante. Sobre todo porque algunas quedan algo descolgadas. Por lo demás, una película de género ejemplar.
Jesús Usero
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