Calpalsoro estĆ” de los mĆ”s prolĆfico Ćŗltimamente.
No hace muchos meses estrenaba Ā«InvasorĀ», thriller de alto voltaje, adaptaciĆ³n al cine de la novela de Fernando MarĆas y el resultado fue de lo mĆ”s convicente sobre todo por esa primera parte donde ya se distinguĆa y reconocĆa el pulso, la fuerza y la clase de sangre que bombea el corazĆ³n de ese director.
Marca de la casa son sus maneras particulares a la hora de situar la cĆ”mara, de contar una historia desde Ć”ngulos angostos, espectacularmente visuales, a veces incĆ³modos cuya finalidad no es otra que el que vivamos todas sus ideas a su manera y Ć©stas tiene que ver mĆ”s con el vĆ©rtigo y la adrenalina que con un paseo por el parque a las 15h en pleno mes de agosto.
Ahora nos llega con Ā«CombustiĆ³nĀ» bajo el brazo, como un hijo muy deseado, una palabra que fonĆ©ticamente tiene la fuerza de su contenido, palabra que se mete en las tripas y en el corazĆ³n a fuerza de golpazo musical y momentos de delirio y la propuesta arrolla con la fuerza de un tren de mercancĆas.
EstĆ” concebida en Ć”ngulos abiertos para gustar, para pegar fuerte en los Ć”nimos que laten sĆ³lo a 33 revoluciones y devolverles a la vida y provocarles un subidĆ³n adrenalĆtico como el mejor desfibrilador y es cierto que en algĆŗn momento te empapa y ahoga toda esa esa imagen elĆ©ctrica de chispazo poligonero de diseƱo, enfundada en vestidos imposibles y sonrisa que reclama acciĆ³n, con esos personajes que parecen estar sacados de un refrito de pelis ya vistas pero a lo pobre, pero que nos provoca una respuesta tan positiva que compramos las ganas, la intenciĆ³n y la idea….
El resultado es resultado es caƱero, digno, notable….y funciona.
La pelĆcula se deja ver muy bien, hay quĆmica entre los actores y la historia funciona en lo que pretende, que es simple y llanamente que nos lo pasemos genial con una peli que estĆ” hecha para entretener y salgas convencido de que pagar la entrada ha merecido la pena.
Alex GonzĆ”lez, Ćŗltimamente en estado de gracia por ese otro tĆtulo suyo reciĆ©n estrenado, Ā«AlacrĆ”n enamoradoĀ», estĆ” perfecto en el papel de Ā«primoĀ» con sorpresa, un hombre con pasado que se convierte un buen dĆa en la vĆctima de un grupo de delincuentes que se dedican a desvalijar a presuntos panolis, con posibles, mĆ”s que posibles pero que con Ć©ste, pincharĆ”n en hueso. Fuera de toda expectativa, al grupo de colegas no le van saliendo las cuentas con el tipo elegĆdo y todo empieza a tambalearse.
Adriana Ugarte borda el papel de niƱa, mujer sensual y sexual que derrite al mĆ”s impasible, entre ellos a los dos protagonistas y de paso, a todo el respetable masculino que vea la pelĆcula.
Tambalea sus caderas a ritmo de risas, seguridad y sensualidad manipuladora y asĆ va consiguiendo que esos dos hombres se enamoren y compitan entre ellos por conseguir sus favores y si se tercia, tambiĆ©n un futuro.
Amman, se sale en la piel del macho contenido y templado, diablo viejo en las lides del engaƱo, jefe de la manada de lobos que vislumbra la amenaza cuando el pipiolo que promete llega para pelearle a la hembra.
La historia, el thriller, el drama y el sexo y sobre todo ese universo tan particular que es el de las carreras ilegales de coches, recuerdan en mucho a la primeriza de la saga Ā«The Fast and the FuriousĀ». Si a ello le aƱadĆmos, siendo un poco extremos y en exceso imaginativos en la comparativa, la complicidad en intereses y naturaleza que compartĆan los protagonistas de la inolvidable Ā«Jules et JimĀ» o del Ā«SoƱadoresĀ» de Bertolucci, el resultado de nuestro triĆ”ngulo amoroso serĆa una peli de lo mĆ”s atractiva para ir a ver sin ideas preconcebida y para dejarse llevar.
Esa es mĆ”xima ambiciĆ³n: entretener.
SĆ es cierto que se echa de menos mĆ”s verosimilitud en la descripciĆ³n de esa pareja pija que parece salida de Ā«PleasantvilleĀ» o algo mĆ”s de grasa, sudor y porquerĆa en el retrato que sobre el submundo de los chorizos de poca o importante monta hace Calpalsoro….A veces nos falta mĆ”s sangre para que nos empape el miedo pero aceptamos gustosos lo que nos da de comer.
Rellena de glamour y haciendo equilibrios encima de tacones de aguja un mundo que parece que intenta vendĆ©rnoslo como la panacea al aburrimiento y parece que nos convence y hay momentos que incluso te arrastra la velocidad de todos estos detalles encaminados, no a meterte en la realidad verĆdica sino sĆ³lo en su realidad imaginada y si lo tomamos como eso y nada mĆ”s, sin duda te metes bien en este juego.
Agradezco que el final no estĆ© tan cantado como cabrĆa esperar; su banda sonora que te atornilla a la historia que sigues con ligereza y fĆ”cil y que sin su existencia a este Ā» Le llman Bodhi Ā» le faltarĆa una consistencia de acero.
Agradezco al trĆo protagonista, tan guapos, tan perfectos que parecen salidos de una entrega de Ā«TransformersĀ» , de que sean creibles y agradezco que estĆ©n los tres en consecuencia con la lĆnea imaginaria y callejera de asfalto ilegal que Calpalsoro alimenta en su cabeza de forma tan suya, tan particular.
Los tres estĆ”n esculpidos por, para, segĆŗn y en funciĆ³n de esta historia a la que se adaptan como un pĆ”rpado a un ojo verde menta porque asĆ es mĆ”s espectacular visualmente.
Y agradezco, porque en el fondo quiero pensar que soy romĆ”ntica, que una vez mĆ”s el amor sea el artĆfice que obra milagros para obrar cambios vitales y que todo sea rulando a golpe de corazĆ³n y banda sonora de la atrona la vida, como un inmenso carpe dĆem encaminado a vivir los dĆas al lĆmite y Ā”por el tiempo que nos den!
Marta SimĆ³n
Opiniones del pĆŗblico a cargo de nuestro redactor VĆctor Blanco. Follow @veblanco
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