Crítica de la película Aves de Presa
Mejor de lo esperado. Muy divertida. Margot Robbie reina.
El tráiler no le hace justicia. La película, más allá de cuales puedan ser las intenciones y reivindicaciones pregonadas a los cuatro vientos por sus artífices, es un vehículo para el lucimiento de Margot Robbie. Y en eso cumple su objetivo y obedece a su naturaleza primaria. Que luego haya otros personajes que con el trabajo de las actrices y el actor encargado de desarrollarlos salen adelante como adecuados y eficaces comparsas para la fiesta de Robbie es algo positivo, grato para el espectador. Pero en su origen, Aves de presa es una fiesta montada para Robbie. Ella lo sabe. Nosotros como público también. Y la consecuencia, si sabes a lo que vas, es un rato muy entretenido y diversión con muy potables secuencias de acción.
Que nadie se llame a engaño. Se titula Aves de presa (y la fantabulosa emancipación de Harley Quinn). Con calzador. Blanco y en botella.
Está en la línea de Escuadrón suicida, vilipendiada por la crítica pero incuestionablemente entretenida para el público general. Y lo mismo se puede decir de Aves de presa. Además, ésta tiene incluso mejor guión que Escuadrón suicida y se atreve a jugar con la línea temporal de la narración como parte de su paralelismo con la mente desquiciada de la protagonista.
Tiene un puntito de cine noventero de acción pero en este caso, al contrario que en otros similares, la acción no se come el trabajo de actores y personajes, porque hay un factor de reconfiguración del peso de la acción vinculada al juego que puede desarrollar en el personaje de Harley Quinn la volcánica Margot Robbie, y con Mary Elizabeth Winstead de refuerzo en el papel de la Cazadora la cosa gana. Ellas son lo mejor de la película.
¡Sorpresa! La incorporación de la niña a la historia es digerible. Me temía la vía del tópico después de ver el tráiler, pero no. Aprovecho para aclarar que, en mi opinión, los anticipos promocionales de la película no le hacen demasiada justicia a lo que realmente propone y ofrece Aves de presa. Quizá en un intento por no levantar liebres de argumento y desarrollo de la historia, le han hecho flaco favor desde el punto de vista de lo que el espectador medio puede pensar que va a ver en pantalla.
Eso sí, Ewan McGregor, que resuelve su papel con cierta solvencia, tiene que trabajar con un antagonista más bien bidimensional, sin desarrollo, aunque el guión, que como digo es eficaz, plantee una secuencia -la de la muchacha que se ríe a la que obliga a bailar encima de la mesa- que deja entrever un tono perturbador del personaje como sádico que no puede desarrollar la película para no meterse en problema con la calificación por edades. Ocurre lo mismo con la munición festiva de Harley Quinn en la comisaría.
El antagonista de McGregor aquí está en mi opinión por debajo de a lo que debería estar aspirando el actor en este momento de su carrera. Pienso que es demasiado joven todavía para acomodarse a papeles de recurso, de carácter alimenticio, sin retos a la vista para el actor, con poco desarrollo más allá del ejercicio del tópico, en definitiva el tipo de papeles que acaban aceptando normalmente en su etapa de madurez actores como Anthony Hopkins, Liam Neeson, a ratos Willem Dafoe… McGregor, que como los citados es un talento, necesita mejorar su puntería a la hora de elegir nuevos trabajos más estimulantes para él y por extensión lógica para el espectador.
Por si alguien se está haciendo la perversa pregunta de si la Harley Quinn de Robbie supera a la de Kaley Cuoco en la serie de animación, aclaro que esa duda no viene al caso porque estamos ante dos propuestas inicialmente bastante distintas. Sí, las dos son fundamentalmente comedias de acción, pero la de animación es una sitcom paródica del universo DC y ésta, aunque contiene gotas de parodia, no va del mismo palo. Robbie se las ingenia para proteger su territorio como la Harley Quinn del cine con solvencia y reina en ese papel en pantalla grande, lo mismo que Cuoco ha hecho en la pantalla pequeña en la serie de animación. Cada una en su línea, ambas dos igualmente disfrutables y divertidas.
Más interesante me resulta imaginar lo bien que podríamos pasarlo con un cruce entre ésta Harley Quinn de Robbie y el Deadpool de Ryan Reynolds. Lástima que eso no sea posible de momento, toda vez que los dos personajes habitan universos de ficción en competencia.
En resumen un buen pasatiempo cinematográfico más sólido de lo esperado.
Miguel Juan Payán
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