Crítica Bitelchús Bitelchús película dirigida por Tim Burton con Michael Keaton, Winona Ryder, Catherine O’Hara, Justin Theroux
La espera ha merecido la pena. Tim Burton vuelve con una buena secuela de Bitelchús
De qué va Bitelchús Bitelchús
Lydia Deetz es una mujer de éxito que tiene su propio programa de televisión donde lidia con los fantasmas que acosan a otras familias. Pero cuando su padre fallece deberá regresar a la casa donde empezó todo, intentar arreglar la relación con su hija y evitar que Bitelchús vuelva a colarse en su vida.
El regreso del Burton más gamberro
Desde hace ya bastantes años, diría casi que décadas, Tim Burton parecía haberse domesticado. Incluso cuando rodaba proyectos aparentemente más personales o más cercanos a su obra original, como Sweeney Todd, quedaba lejos de las gamberradas que nos mostró al inicio de su carrera. Lejos de Mars Attack, de Sleepy Hollow, de Ed Wood o, por supuesto, de Bitelchús. Con esta secuela que llega 36 años después de la película original, recupera su espíritu más desbocado y subversivo, sus ganas de hacer reír sin complejos y su tono más gótico y siniestro.
Bitelchús Bitelchús no se esconde en ningún momento y no edulcora las cosas, manteniéndose fiel al espíritu de la película original, al menos en la mayor parte de su metraje, lo que la convierte en una película digna secuela de la original que sabe hacer pasar un buen rato al espectador y que éste mantenga una sonrisa de principio a fin con la locura, el disparate y los momentos realmente repugnantes (algo que no es nada malo en esta película, todo lo contrario) que hicieron la obra original tan especial y tan única.
Un gran reparto con nuevos nombres, pero con el regreso de los nombres más importantes
Una secuela de Bitelchús sin Michael Keaton y Winona Ryder, no tendría ningún sentido, por lo que se celebra enormemente su presencia en la película y ellos son los reyes de la función. Con la evolución de Lydia de adolescente rebelde a madre preocupada, y con un Bitelchús más desatado que nunca, lo que nos deja momentos sinceramente divertidos, algunos verdaderamente memorables (hay cierto bebé que provocará carcajadas y pesadillas…). También regresa Catherine O’Hara y, aunque echemos de menos a nombres como Geena Davis o Alec Baldwin, entre otros, hay muchos grandes nombres para sumarse a la historia.
El que más destaca es el de Jenna Ortega, que hereda el papel de adolescente que tuvo Ryder y cuya interpretación recuerda demasiado a Miércoles Addams en sus primeros instantes, pero poco a poco va creciendo y tomando matices. Quizá lo menos acertado sea contar con Monica Bellucci y Willem Dafoe para papeles que, honestamente, no aportan demasiado a la historia. Algún chiste, algún momento curioso… pero si quitamos sus personajes de la trama, nada sucede. La historia puede seguir adelante sin problemas. No quiero olvidarme de Justin Theroux y la facilidad que tiene el actor para conseguir que, inmediatamente, odiemos a su personaje…
Vuelta a los orígenes y a los efectos prácticos
Al igual que sucedía recientemente con Alien Romulus, Burton ha decidido volver a emplear marionetas, animatronics, maquillaje y efectos prácticos en lugar de CGI siempre que le ha sido posible. Eso devuelve a la película su tono de dibujo animado y de serie B, donde hay momentos en los que los efectos cantan demasiado pero sabemos que está hecho a propósito. Funcionan perfectamente así en este universo de disparate y le dan personalidad a la película.
El guión de Alfred Gough y Miles Millar es fiel heredero de la película original, mantiene su humor, su tono y su disparate (hay momentos en los que uno se pregunta cómo han conseguido que la película sea PG-13), pero no es brillante y tiene problemas de ritmo serios. Hay tramas que son derivativas y otras que cobran un protagonismo innecesario que luego pierden por el camino, lo que nos hace pedir siempre más tiempo de Bitelchús en pantalla y menos de otros personajes. Pese a ello, su humor macabro, su mala uva, sus ganas de asquear al personal y su buen tono, la convierten en una de esas pocas secuelas que de verdad funcionan, aunque no estén a la altura de la original.
Te gustará si te gustó…
El Tim Burton no sólo de Bitelchús, sino también de Eduardo Manostijeras, de Mars Attack, de Ed Wood o de Sleepy Hollow.
Jesús Usero
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