Crítica Bullet Train
Crítica de la película Bullet Train
Una de las más divertidas y entretenidas películas de acción del año.
Bullet Train nos llega para refrescarnos los meses más calurosos del verano con unos personajes carismáticos, un reparto maravilloso, unas escenas de acción deslumbrantes y un humor desternillante y salvaje, que muchas veces se convierte en puro cómic. Porque si algo queda claro con la película es que nunca puede tomarse excesivamente en serio y que está más cerca de lo que sucede en las viñetas que de lo que podemos encontrar en el mundo real. Y no hay nada malo en ello. Al contrario, ese toque de exageración, esa apuesta por el slapstick descabellado hacen todavía más divertida la película. Una auténtica joya que se disfruta de principio a fin.
La trama es aparentemente sencilla, pero se va complicando a medida que pasan los minutos, con un enredo tras otro. No, eso no la convierte en excesivamente complicada, pero sí en exagerada y divertida. Muy divertida. Basada en la novela de Kotaro Isaka, la historia sigue a un sicario que tiene una nueva misión en Tokio. Coger el tren bala y hacerse con un maletín que contiene algo muy especial. Aunque todo el mundo en el tren parece interesado en el maletín, desde los profesionales enviados para recuperarlo y entregárselo a un mafioso junto con su hijo, a la joven de aspecto inocente que no para de dar explicaciones en torno a su buena suerte. Y eso es sólo el principio de esta maravillosa locura que se llama Bullet Train.
Con un reparto sensacional liderado por un divertidísimo Brad Pitt, la película nos muestra nombres como Aaron Taylor Johnson, Brian Tyree Henry, Joey King, Andrew Koji, Logan Lerman, Michael Shannon, Hiroyuki Sanada, Karen Fukuhura, Masi Oka o Bad Bunny, y hasta este último está muy bien en la película (honestamente, tampoco lo hizo mal en Narcos). Tanto el guión como la dirección están ajustadas para que todos los personajes puedan desarrollarse y brillar, para que todas las historias se crucen de una forma u otra, y para que el final sea satisfactorio, trepidante, increíble (en todos los sentidos) y memorable. Sin ese reparto, la película quizá no conseguiría lo que busca. Y eso sin hablar de alguna presencia más que interesante que conviene no revelar (aunque alguna se descubre con la versión original).
Visualmente poderosa, con ese toque que le da David Leitch a su cine desde que codirigió John Wick, aunque más cerca de Deadpool 2 o Hobbs y Shaw que de Atómica, por ejemplo. Pero ese toque, ese neón continuo, esas coreografías… la película tiene unas hiperbólicas y fantásticas escenas de acción. Lástima que a su mejor actor de lucha, Koji, no le dejen mostrar lo que puede hacer… Y también es una pena que la película se alargue quizá demasiado con una trama que no necesitaba tanto metraje y podía haberse reducido un poco, para no ser reiterativa. Pero el resultado final no se resiente, no deja de ser una magnífica película de acción y humor con un toque casi de dibujo animado. Tan disfrutable, que ya quiero verla otra vez.
Jesús Usero
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