Crítica de la película El Candidato
Magnífica película sobre política que podría haber entrado en la carrera de los premios.
Ignorada en la taquilla finalmente, igual que en los premios, es una pena porque Hugh Jackman podía perfectamente haber sido nominado a los Globos de Oro o los Oscars, pero que fue olvidado por completo. El hecho de que El Vicio del Poder haya sido nominada en muchas categorías y El Candidato ignorada por completo, puede tener más que ver con motivos políticos que con motivos cinematográficos. A fin de cuentas la película saca a la luz las miserias de un político demócrata, y a Hollywood le gusta aparentar y hablar de liberalismo, por lo que es más divertido destrozar a un político republicano… No, no estoy diciendo que El Vicio del Poder sea mala ni mucho menos. Digo que ambas podían haber sido nominadas…
La película nos cuenta la vida de Gary Hart, primero tras una noche electora fallida, y luego tiempo después, a finales de los 80, cuando está a punto de ganar las primarias del Partido Demócrata y todos le ven no sólo como el candidato de ese partido, sino también como el virtual ganador de las elecciones y próximo presidente de los Estados Unidos. A tres semanas de las primarias ese es el futuro de Gary Hart y su gente… Pero las cosas pueden cambiar mucho en tres semanas. Y lo hacen, cuando un escándalo sentimental hace que Gary Hart se convierta en un nombre olvidado por todos, un recuerdo lejano. Una biografía que muestra las miserias de las personas que aspiran al poder y aquellos que les rodean.
Hugh Jackman se marca uno de sus mejores papeles en la piel de Gary Hart. Un político progresista, inteligente, guapo, carismático, con grandes ideas para la política, la economía, el medio ambiente o cualquier otro tema que preocupe a su país. Es muy reservado sobre su vida privada, y se oyen muchos rumores en torno a ella, pero no más que el resto de políticos de Washington, y resulta que él sí puede hacer que América sea Grande de Nuevo. Jackman lo convierte en un personaje tan brillante como gris, tan humano como siniestro. Tan héroe como villano. Y además con unos secundarios tan maravillosos como Vera Farmiga, JK Simmons, Alfred Molina, Sara Paxton, Molly Ephraim o, sobre todo, un sensacional Mamoudou Athie.
La película tiene un tono cercano a Los Archivos del Pentágono o Todos los Hombres del Presidente, aunque no llegue a rozar esa maestría, pero le falta poco. Jason Reitman dirige con buen pulso y toma decisiones tan interesantes como la presentación del personaje de Sara Paxton, en sombras media película, o un tono comedidamente gris hasta un momento sensacional… Reitman sabe contenerse y contener la historia, brindarle a Jackman la posibilidad de brillar con fuerza, aunque por el camino desperdicie algún personaje como el de Simmons. No es la más brillante de las películas sobre política o sobre el Washingnton Post, pero es una muy buena película. Y merecía mayor reconocimiento. A quien le guste el género le gustará. Y mucho.
Jesús Usero
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