Crítica de la película Lady Bloodfight de Amy Johnston
Simpático remake femenino de una de las películas que lanzó la carrera de Van Damme, Contacto Sangriento.
Simpático remake femenino de una de las películas que lanzó la carrera de Van Damme, Contacto Sangriento. Dicho lo cual, si alguien se sorprende de las tres estrellas que le doy a la película, no debería. Como siempre decimos, el cine, todo el cine, debe ser considerado en su contexto. A quién va dirigida la película, cuál es su propósito y sus limitaciones… No es lo mismo hablar de La Favorita que de Avengers o, por supuesto, Lady Bloodfight. Esta última es una película destinada al mercado directo de video, con unos valores de producción limitados y con un rodaje que seguramente duró lo justo para aprender las coreografías. La dirección de fotografía, el montaje… son los justos para este tipo de películas. Pero con todo eso, destaca en ese medio, destaca entre sus iguales como un producto entretenido y competente. Y bien rodado.
La historia es similar a Contacto Sangriento, aunque aquí realmente ni lo reconocen ni pagan derechos de autor, ni nada por el estilo… Cambian el título original de Bloodsport por Bloodfight, pero se trata del Kumite como en la película original, y la historia es la de una joven que tiene una vida algo triste en USA, y viaja a Hong Kong con la intención de participar en el Kumite, vencer y darle a su madre la vida que siempre soñó. Aunque parece que no está suficientemente preparada para ello. Ahí entra en juego su nueva maestra quien tiene también un pasado en el Kumite.
Sorprenden varias cosas de Lady Bloodfight para bien, que no suelen cuidarse en este tipo de producciones. Lo primero, las coreografías y combates, los de la protagonista al menos. La dirección es elegante teniendo en cuenta las condiciones, y no es de extrañar viniendo del francés Chris Nahon, responsable de El beso del dragón o El imperio de los lobos. Quizá su carrera esté en descenso, pero se nota la mano de un buen director incluso cuando hay tan pocos medios. Otra clave, que tiene que ver mucho con las coreografías, es la presencia de la protagonista, Amy Johnston. La stuntwoman está perfecta en el papel de joven ingenua y tiene mucho que ofrecer tanto en el futuro como en la película. Sobre todo cuando lucha.
Digamos que no va a ganar un Oscar, pero tiene mucha, muchísima presencia en pantalla. Incluso cuando el guión, que es de lo más débil de la película, cae en tópicos realmente ridículos o incluso insultantes para el espectador, que tiene más de un momento (lo de la dichosa foto… o algunas discusiones entre alumna y maestra). Luego hay sangre y violencia para parar un camión, y quien piense que se han contenido por ser mujeres, que se lo piense dos veces. La película es tan violenta o incluso más que la interpretada por Van Damme. Su mayor problema son sus limitaciones de presupuesto y su guión. Pero como con una mala cerveza o refresco, muy frío, en un día caluroso, se disfruta según se toma, enormemente, aunque sabemos de sobra que es lo que estamos consumiendo. Y, sinceramente, mucho mejor que muchas películas recientes para video de antiguas estrellas como el propio Van Damme, Steven Seagal o Dolph Lundgren. Por poner algunos ejemplos.
Jesús Usero
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