Crítica Los extraños. Película de Netflix
Con un punto de partida brillante, la película poco a poco se disuelve.
Eso no hace que la idea de su director y guionista Nathaniel Martello-White, no sea inteligente, poderoso y con mucha mala leche. Pero poco a poco, según avanza la historia, todo eso va relajándose poco a poco, hasta un climax final que sabe a poco, aunque el final sea realmente interesante. El desarrollo del mismo sabe a poco. No a oportunidad perdida, pero sí a debut que podía haber llegado más lejos si Martello-White hubiese decidido arriesgarse con su propia historia. El también actor, aunque no aparezca en su propia película, emplea una narración fracturada y hace un excelente trabajo con sus actores, pero su película sufre mucho a la hora de sobrevivir a una anécdota inicial potente y a un giro de guión que no termina de encajar realmente. Aunque entiendo por qué ha levantado tanta curiosidad esta película británica.
Es un proyecto que jamás se vería en una película de estudio norteamericana, y eso siempre es de agradecer. Su punto de partida es sensacional. Una mujer negra (dato imprescindible), agobiada por su situación familiar, económica y laboral, decide desaparecer de su propia vida y empezar de nuevo lejos de allí. Muchos años después, ha formado una familia con un hombre blanco y vive en los suburbios, con una acomodada vida, una familia perfecta y éxito en todos los ámbitos de su vida, que sigue sintiendo como una fachada. La llegada de unos extraños pondrá patas arriba todo lo que creía haber construido. Una película que refleja los sentimientos del director en torno a la comunidad negra en Reino Unido, a lo que muchos deben hacer, a lo que muchos intentan sin conseguir, para lograr entrar a formar parte de la respetable comunidad blanca de clase media. Algo a veces humillante, pero otras… bueno, para eso está la película.
Ashley Madekwe no es un nombre muy popular en nuestro país, pero ha aparecido en un buen puñado de series de bastante calado como las británicas El diario secreto de Hannah o Bedlam, la norteamericana Revenge, o la más reciente The Umbrella Academy, y su labor es muy complicada porque su personaje bordea con elegancia el punto donde un actor o actriz se puede dejar llevar y acabar siendo un desastre. Ella está muchas veces contenida, muchas veces sobria, pese a que su personaje poco a poco va cayendo en una espiral de nervios y terror que muchas veces pensamos que, un poco, se merece. Gran labor en la dirección de actores del director, y buen acompañamiento del reparto, especialmente Jorden Myrie y Bukky Bakray, que tienen dos de los papeles más complicados de la película y, pese a ello, consiguen sacarlos adelante con mucha solvencia.
Hay elementos de dirección muy interesantes. Contar la historia fragmentada, como si tuviese diversos puntos de vista, y haciendo que el tiempo avance y retroceda de peculiar forma. El uso del sonido es otro ejemplo, como en esos momentos en los que el personaje central no puede evitar rascarse la cabeza compulsivamente… Pero la historia a veces parece un cortometraje alargado. Comienza con fuerza, pero hay un valle enorme donde debería estar el nudo. Ahí Los extraños entra en arenas movedizas y le cuesta muchísimo salir de ellas. Hasta el punto de tener varios momentos aburridos por el camino y alargarse demasiado en un final sin fuerza (pero el uso del sonido es capital de nuevo). O, mejor dicho, un clímax sin fuerza, pero con un muy buen final que seguro hará que más de uno olvide sus muchas imperfecciones. Una curiosa propuesta y una interesante ópera prima que sirve para abrir debate también, sobre las luchas de poder, los espacios de las clases, el racismo o la familia, entre otras muchas cosas…
Jesús Usero
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