Crítica The Boys Temporada 4 sigue manteniéndose fuerte en sus virtudes, pero la fórmula está empezando a agotarse y cae en lo repetitivo.
De qué va la cuarta temporada de The Boys
Los Estados Unidos se precipitan al caos. Victoria Neuman está en la carrera presidencial, a punto de ser presidente con la voz del Patriota susurrándole al oído, mientras que Carnicero ya no es líder de su equipo y le queda poco de vida por culpa del compuesto V, además de haber perdido por completo a Ryan, el hijo de Becca. El equipo tendrá que poner sus diferencias a un lado para conseguir salvar el mundo.
Crítica de la cuarta temporada de The Boys
Una de las mayores virtudes de The Boys es que es endiabladamente entretenida, aunque el esquema de la serie ya se haya repetido en las cuatro temporadas que la componen. Porque sí, si algo se le puede achacar ya a la ficción de Prime Video es que su trama no ha innovado nada desde la primera temporada. Todo se resume en matar al Patriota.
Añaden elementos nuevos, personajes que van ganando más relevancia a medida que avanza la trama, como puede ser Ryan, el hijo del Patriota o Victoria Neuman, quien es una de las piezas claves de esta temporada. Esto hace que la sensación de repetición no haga extenuante el visionado porque ofrece algún que otro ángulo nuevo que brinda a los personajes de una nueva capa.
Una mayor profundidad a los conflictos de los personajes
Si algo me ha hecho apreciar mucho esta temporada, ha sido lo que hace con personajes como Hughie, Annie, A-Train o el propio Carnicero. Muy especial me parece lo que hace con A-Train, un proceso de redención muy bien logrado, que se llevaba forjando durante mucho tiempo y que en esta temporada llega a su punto culmen. Una de mis tramas favoritas de la temporada.
Hughie, tiene uno de los capítulos más emotivos de la serie, que aunque es un pequeño arco dentro de los ocho episodios de la temporada, marca al personaje de manera que intenta hacer las cosas de otra manera.
Carnicero quizá tenga una de las tramas más importantes de la temporada, muy ligado a la nueva incorporación de Jeffrey Dean Morgan, un actor que siempre es un placer ver y que le pegaba más que a nadie estar en esta serie. Aunque el desenlace no tarda en ser predecible, en cuanto a lo que aporta al personaje de Carnicero hace que te comprometas con lo que te cuentan. Además es una gozada ver trabajar a ambos actores.
Paralelismos no tan extremos con el mundo real
Aunque pueda parecer exagerado, lo cierto es que, si antes a alguien le podían parecer sutiles las alusiones de la serie al mundo real, ahora van completamente de frente con su sátira de Estados Unidos, el gobierno y figuras políticas como la de Donald Trump, teniendo una alusión directa en el último capítulo. Algo que puede parecer exagerado cuando lo estás viendo pero cuando te paseas por la realidad te das cuenta de que realmente es un retrato perfecto de lo que intentan satirizar.
The Boys es víctima de las vueltas en círculos
Aunque la serie consigue mantener el nivel y entretener, que ya solo las escenas fuertes del Patriota no la pueden salvar es evidente. La serie, así como el propio personaje del Patriota, se adolece de girar siempre en torno a los mismos círculos con caminos diferentes. La serie o se reinventa un poco, o empieza a plantear en cerrar su camino con la nota lo más alta posible para no pecar de repetitiva.
Elena Campos
Crítica The Boys Temporada 4
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