Drama romántico para las seguidoras (y seguidores) de Zac Efron. Cuando te Encuentre es una película basada nuevamente en una novela de Nicholas Sparks, un autor que tiene millones de seguidores sobre todo en el mercado anglosajón, lo que convierte muchas de sus películas en éxitos de taquilla muy potentes en Estados Unidos, aunque en el mercado internacional luego la cosa no vaya tan bien. Títulos como El Diario de Noa o Querido John están basados en sus novelas, que tienen todas un esquema muy similar, mientras que el novelista escribió el guión de La Última Canción para el lucimiento de Miley Cyrus, por ejemplo.
La trama, siempre romántica, suele tener muchos puntos en común entre las diversas obras recientes de Sparks. Tenemos casi siempre a un personaje militar como eje de la historia, tenemos un personaje enfermo que suele dar un giro dramático a la trama y un amor en principio imposible entre los protagonistas que, poco a poco, logran vencer sus diferencias y curar sus heridas. Nada nuevo bajo el sol, la verdad, y todo depende de la capacidad como narrador de quien se encargue de la película y de sus actores para darle mayor vida a la historia. Aquí es la de un marine que regresa a casa traumatizado y que cree debe la vida a la suerte que le trajo la foto de una misteriosa mujer, lo que le lleva a buscarla y enamorarse de ella sin que ella conozca sus intenciones.
Scott Hicks ya demostró su buen pulso para hacer que la platea se emocione con películas como Corazones en la Atlántida, una obra que, si te pillaba en el día tonto, te hacía llorar a moco tendido. Así que parece una buena opción para dirigir esta película. Lo mismo que colocar a Efron como protagonista, un tipo que tiene esa rara virtud de enamorar a la cámara y hacer que el público, sobre todo el femenino, empatice con su personaje y se sienta ligado a él. Hasta aquí todo perfecto. El problema de la película reside en su guión.
Un guión que nunca se interesa por presentarnos a sus personajes centrales (del de Efron no sabemos nada además de que es marine hasta bien pasada la primera parte de la película, cuando empiezan a aparecer cosas que son… peculiares, como la filosofía o el piano), mientras que en una pincelada nos describe al exmarido de la protagonista. Un guión tan empecinado al drama que no se da cuenta de que tiene momentos que bordean el ridículo, como la escena del jardín. Un guión que parece nunca intenta hacer a la pareja central protagonista desde el inicio, y que lleva a que a la media hora sepamos que la chica tiene unas piernas espectaculares, pero de lo que la define como persona y hace que nos guste el personaje… nada.
Una coprotagonista femenina que supone un error de casting y nunca termina de enamorar al personal, sobre todo enfrentada a una Blythe Danner enorme que se come cualquier escena en la que asome el rostro. Se queda por debajo de las mencionadas justo por eso, porque parece que esta vez le han dado pocas vueltas al guión, e incluso los seguidores de este tipo de historias la encontrarán algo floja. Aunque quien siga al actor disfrutará enormemente.
Jesús Usero.
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