Dope, recomendable aventura policรญaco-urbanita juvenil desde el punto de vista del gueto.
Dope le da la vuelta a la tortilla racial y social en el cine estadounidense y nos cuenta una aventura juvenil de iniciaciรณn con adolescentes paseando en bicicleta en pleno viaje a la madurez que puede tener la armadura exterior de unos Goonies modernillos pero es sobradamente inteligente para pillar de ese modelo sรณlo la fรณrmula argumental y la capa mรกs externa del asunto, rellenรกndola con unos referentes sociales y unos antecedentes culturales mucho mรกs interesantes. El director, Rick Famuyiwa, al que conviene seguirle la pista, nos propone varias pistas que dejan muy claras sus intenciones casi desde el principio de la pelรญcula merced a varias claves. Primera pista: esa cinta de vรญdeo que le manda el padre ausente a este protagonista que en el exterior โy con ese padre ausente tan significativo- puede parecer en principio una criatura de Spielberg, pero en el fondo es mรกs una actualizaciรณn de los personajes que se pasean por la filmografรญa de Spike Lee, mezclado con el cine de John Singleton cuando รฉste dirigรญa pelรญculas como Los chicos del barrio, Justicia poรฉtica o Baby Boy. De hecho, en muchos momentos Los chicos del barrio. Por otra parte, no en vano los protagonistas estรกn enganchados a la mitificaciรณn de los noventa, que es la dรฉcada de esos tรญtulos de Singleton, y no tanto a la de los ochenta, que serรญa la del cine de Spike Lee mรกs prรณximo a Dope, Nola Darling, Aulas turbulentas, Haz lo que debas, Cuanto mรกs, ยกmejor! Podrรญamos decir que Dope es nieta del cine ochentero de Spike Lee e hija del cine noventero John Singleton.
Aclarado ese referente cinรฉfilo mรกs inmediato tengo que compartir con ustedes mi sospecha de que por las saludables venas argumentales de Dope corre tambiรฉn el flujo de influencia de otro cruce de referentes que viene de la literatura, y en su ADN detecto ciertos rasgos de las novelas policรญacas de un maestro de este tipo de literatura que los lectores de este texto harรญan bien en visitar, Chester Himes, que a travรฉs de las peripecias urbanitas de dos policรญas de Harlem, Ataรบd Ed Johnson y Sepulturero Jones, en novelas como El gran sueรฑo de oro, Todos muertos, Por amor a Imabelle, Un ciego con una pistolaโฆ abandonรณ las fรกbulas de la novela negra blanca para zambullirse en el gueto hasta las trancas y sacar al lector de la fabulaciรณn para meterlo de lleno en un paseo por la realidad que le tomaba el pulso a la convulsa y confusa sociedad estadounidense de los aรฑos sesenta. Traigo a colaciรณn este antecedente literario porque curiosamente parece que muchos de los problemas que servรญan como cemento del gueto en aquellos momentos siguen estando plenamente presentes en la actualidad en la sociedad norteamericana que nos describe Dope. Lo cual me lleva a otro eco que brilla positivamente en Dope, que en algunos momentos, como el diรกlogo del colgado blanco con los tres protagonistas sobre si puede utilizar o no el tรฉrmino โnegroโ me han recordado mucho a la serie de televisiรณn The Wire.
Si he citado todos estos referentes, influencias, ecos, es para dejar bien clara la verdadera identidad y el pedigrรญ de esta pelรญcula que es una de las mรกs interesantes que he podido ver este aรฑo y junto a su capacidad para funcionar eficazmente como trepidante aventura adolescente salpicada con momentos de humor tiene una segunda lectura muy interesante que queda puesta de manifiesto sobre todo en su conclusiรณn final, con el protagonistas mirando a cรกmara y planteรกndonos la pregunta clave de todo lo que hemos visto hasta ese momento.
Creo que en Dope hay sobrados elementos que la convierten en una de las pelรญculas que merece la pena ver en este tramo final del aรฑo.
Miguel Juan Payรกn
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