George Clooney es una estrella de cine bastante particular. Porque pese a su status de astro de Hollywood que nadie parece dispuesto a negarle, reconocido y reconocible en todo el mundo, sus pelรญculas no parecen terminar de cuajar entre el gran pรบblico, sobre todo cuando es la estrella en solitario de la funciรณn. No es lo mismo protagonizar la saga de Oceanโs, acompaรฑado por muchas otras estrellas de cine, que encargarse de ser el lรญder de pelรญculas como Michael Clayton o esta รบltima, El Americano.
Es cierto que Up in the Air fue un considerable รฉxito pero sobre todo gracias al boca a boca previo a los Oscar, y aรบn asรญ nunca logrรณ romper la barrera de los 100 millones de dรณlares. Quizรก algo tenga que ver su imagen de liberal embarcado en mil y una causas justas y nobles, la que le ha granjeado la indiferencia y en muchos casos la aberraciรณn por parte de cierto sector del pรบblico conservador.
O quizรก tenga que ver que Clooney no ha hecho una pelรญcula para las grandes masas desde Oceanยดs Thirteen, y que suele decantarse por proyectos mรกs pequeรฑos e incluso independientes, con presupuestos menores, que a la larga no rompen la taquilla, pero tampoco pierden dinero. Aunque quizรก deberรญa echarle un ojo a la carrera de otros actores como DiCaprio o sus amigos Matt Damon y Brad Pitt, para saber combinar todo tipo de proyectos.
El Americano es la รบltima pelรญcula de Clooney y puede ser perfectamente enmarcada dentro de ese tipo de cine a contracorriente de las normas de Hollywood, casi independiente o de presupuesto muy moderado (apenas 32 millones de dรณlares) y que narra la historia de un asesino a sueldo cuyo รบltimo trabajo sale bastante mal, por lo que se retira a un pequeรฑo pueblo italiano a decidir cuรกl serรก su siguiente paso y esconderse del mundo. Allรญ entabla relaciรณn con el pรกrroco del pueblo (Paolo Bonacelli) y con una hermosa prostituta (Violante Placido), mientras una extraรฑa mujer le localiza y le encarga el que puede ser su รบltimo trabajo, fabricar un arma muy especial.
Hay que destacar de El Americano que no se rinde a ninguna de las influencias lรณgicas y habituales de Hollywood. La pelรญcula parece tener muy claro de dรณnde viene y a dรณnde va, lo que la lleva a crear un relato en torno a los personajes mรกs propio del cine europeo que del americano. Pese a un trepidante inicio, cargado de violencia y casi propio de una pelรญcula de Jason Bourne, la cinta luego se retira a lugares mรกs tranquilos y comienza a generar un thriller alrededor del miedo de Clooney a que alguien le encuentre y le liquide.
En cierta medida la pelรญcula tiene algo de western en sus personajes y situaciones. El pueblo apartado, el forajido que llega buscando paz y redenciรณn quizรก, la prostituta de buen corazรณn, el รบltimo trabajo, las calles desiertas, el dueloโฆ Es una interesante construcciรณn formal que no vamos a ver muy habitualmente dentro de una pelรญcula de Hollywood. Y es que El Americano no es una pelรญcula de Hollywood, o no lo serรญa de no estar protagonizada por Clooney. Todo en ella recuerda mรกs al cine europeo, con tintes de thriller de los 70 y mucho de western, como comentรกbamos. Es como si John Ford hubiese decidido rodar una pelรญcula de Godard, o viceversa.
Lo cual hace tambiรฉn muy interesante el uso del espacio y del paisaje en la pelรญcula. Desde el pequeรฑo pueblo en los Abruzos a las montaรฑas o la carretera, todo es hermoso pero sin exagerarlo. No tenemos esa fotografรญa tan habitual en Hollywood llena de atardeceres y colores cargados que aumenten la belleza del lugar dรกndole un tono casi ilusorio, fantasmal. Aquรญ todo es mรกs terrenal, mรกs realista, mรกs humano. Pero a la vez, realmente hermoso. Y el director sabe mover a sus personajes entre espacios opresivos y peligrosos, como los estrechos callejones del pueblo, y las zonas abiertas, como esa cafeterรญa y su aparcamiento en mitad de ninguna parte, amplio, enorme, igualmente peligrosoโฆ
Son detalles formales muy atractivos para quien vaya deseando tener una experiencia visual durante la proyecciรณn, no espect6acular ni memorable, pero ciertamente inteligente y a contracorriente de lo que uno pueda estar acostumbrado a ver. Sucede lo mismo con la mรบsica, magnรญfica en una pelรญcula tan llena de silencios que puedes recordar perfectamente dรณnde aparece la mรบsica. Porque la pelรญcula de Anton Corbijn estรก llena de pasos que retumban en el suelo.
Pero todo eso que resulta tan bonito e interesante se pierde entre la bruma porque la pelรญcula aburre al espectador. Formalmente es muy apreciable, sรญ. Pero la trama, la historia, no es capaz de enganchar a nadie y genera bostezos. Ese gusto por el ombliguismo y por contar la nada mรกs absoluta (con escenas que piden una elipsis a gritos), lleno de paseos de Clooney por calles desiertas sin que nunca pase nada, o de visitas a tiendas donde comprar piezasโฆ Lo realmente interesante de la historia, la relaciรณn del personaje con el pรกrroco y la prostituta, esa redenciรณn imposible, se pierde entre silencios y vacรญos.
Especialmente cuando cada momento con Palolo Bonacelli y Clonney en pantalla anima la funciรณn por ese cura que sabe mรกs o intuye mรกs de lo que dice, tras su aparente placidez. Ademรกs permite ver a Clooney en otro registro que pasarse media pelรญcula con cara de padecer รบlcera. Esos momentos estรกn desaprovechados, por desgracia.
La cinta falla en lo bรกsico, entretener al espectador. Saber contarle una historia o tener una historia que contar. El Americano la tiene, pero no sabe contarla porque estรกn mรกs preocupados de cรณmo aparecen las cosas en pantalla que de lo que realmente son esas cosas. Para cuando la historia avanza ya es demasiado tarde y el pรบblico ha desistido. Porque no van generando tensiรณn alrededor del relato tambiรฉn. No saben o no pueden. Y asรญ, todo lo bueno del americano, actores, foto, sonidoโฆ se pierde en la distancia. Por ser excesivamente frรญa, como un asesino a sueldo.
Jesรบs Usero