fbpx
AccionCine tu revista de cine y series
28.5 C
Madrid
sábado, julio 27, 2024
PUBLICIDAD

El Cascanueces en 3D **

El-cascanueces_thumb

Curiosa adaptación del popular ballet que no termina de cuajar en la gran pantalla. No es que el ballet de Tchaikovsky sea intocable ni nada por el estilo. Es simplemente que la película en lugar de ser un cálido cuento de Navidad se convierte en una fría y calculada pieza, muy hermosa en sus imágenes, pero carente de la magia necesaria en un cuento de estas características, y sobre todo que nunca termina de decidirse por un campo o por otro. Y en esa indecisión la película sale perdiendo, dejando una sensación de desconcierto en el espectador que se mantiene toda la proyección.

Quizá el problema sea un director tan ecléctico y peculiar como Andrei Konchalovsky, que lo mismo rueda Siberiada que Tango y Cash. Un tipo casi siempre interesante, pero que con el cine familiar no ha sabido encontrar la tecla para mostrarnos una aventura especial, diferente pero con una historia y una música por todo el mundo conocida, y a la vez cargada de magia. Esa sería la versión perfecta. Y esta no lo es ni de lejos. A veces por ser demasiado fiel y a veces por no serlo tanto. O se pasa o se queda corta.

Porque si uno toma el ballet de Tchaikovsky y realmente piensa darle la vuelta y convertirlo en película, con un punto muy cercano al Jean-Pierre Jeunet en películas como La Ciudad de los Niños Perdidos, no nos engañemos, o eres fiel o te olvidas de la obra original para lanzarte a contar la historia del joven príncipe convertido en muñeco de madera. Y aquí no hace ni lo uno ni lo otro. Se queda a mitad de camino, por un lado cogiendo la música y versionándola, lo que hace que el músico siempre esté presente en la pantalla, pero por otro olvidando elementos claves del relato y con esas canciones constantes que acaban dándole a la película un aire de cine Disney trasnochado. A veces es apocalíptica y oscura, otras tremendamente ingenua e infantil, pero nunca termina de decidir qué quiere ser, y entre medias de todo eso los personajes se ponen a cantar. Y a bailar, llevándonos de vuelta a al ballet.

Y todo ello queda frío, calculado, incluso precipitado. Nunca parece una progresión natural de la historia, cuando no se convierte en algo un poco… ridículo. El aspecto de John Turturro es realmente lamentable, con una peluca sacada de un anime trasnochado, mientras que sus perros-rata robots sí producen la inquietud que un villano debe producir. Entre todo ello surge Elle Fanning, lo más cautivador de la película, perfectamente maravillada en cada segundo.

Junto a ella un magnífico y pasado de vueltas Nathan Lane y una sucesión de imágenes a veces muy poderosas (el árbol de navidad por dentro y por fuera) y hermosas, pero siempre calculadas, siempre frías. Carentes de emoción. Tiene momentos bellísimos y fascinantes. Pero son momentos breves, instantes sueltos y perdidos por un metraje soso y algo aburrido. Y una película como ésta nunca debería aburrir.

Jesús Usero.

{youtube}Dh0Gi1KXC4s{/youtube}

AccionCine - Últimos números

Paypal

SUSCRÍBETE - PAGA 10 Y RECIBE 12 REVISTAS AL AÑO

Artículos relacionados

PUBLICIDAD

Últimos artículos