Fabian Wagner defiende la decisión artística de rodar dicho episodio como se rodó y acusa a las televisiones y la forma de ver las series de televisión que tenemos.
“Gran parte del problema reside en que mucha gente no sabe cómo sintonizar su televisión adecuadamente”, es lo que dijo a Wired UK, Fabian Wagner, director de fotografía de Juego de Tronos encargado del polémico tercer episodio de la octava temporada, La Larga Noche, cuya batalla en la noche desesperó a algunos fans. No le falta razón a Wagner en ese sentido, ya que la mayoría no calibramos nuestros televisores para obtener una óptima calidad de visionado. Incluso le concedemos que, como dijo, mucha gente ve la serie en objetos como un iPad o un teléfono, que no es como debería verse una serie así.
Pero a Wagner se le olvidó mencionar la que es la parte más importante, a mi modo de ver (y al de muchos expertos) que el servicio streaming de HBO no tenía los medios en cuanto a compresión y hacía muy complicado para muchos disfrutar plenamente del episodio aunque fuese en 4K. Wagner, en otra entrevista para TMZ, ha asegurado que la serie siempre ha tenido ese tono cinematográfico, y que la intención era sorprender al espectador con una batalla en la noche como nunca antes se hubiese hecho, para que sintiese lo que le sucedía a cada personaje, para terminar asegurando que el episodio no era demasiado oscuro, que lo sabe bien ya que él lo iluminó. Aunque Wagner tiene razón en el tono creativo y nuestra forma de ver series, es cierto que si una serie requiere que la veamos en una sala de cine, ya no es una serie, y que si el servicio de streaming no da la calidad necesaria, lógicamente los fans se quejan.
Jesús Usero
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