Disparatado drama lacrimรณgeno. Uno de los peores guiones que ha plasmado el cine en mucho tiempo. Para empezar, la pelรญcula de Colin Trevorrow es inclasificable: comienza como una aventura juvenil que pone los cimientos de la madurez, luego muta a un drama efectista y sentimentaloide sobre el cรกncer y, finalmente, termina siendo un thriller sobre maltrato y abusos infantiles. Demasiadas subtramas y un material lo suficientemente polรฉmico y escabroso como para rayar el mal gusto en manos equivocadas.
La historia de Henry, un niรฑo superdotado, pero con problemas de salud, que descubre que su vecina es maltratada por su padrastro, merecรญa una sensibilidad cinematogrรกfica que Trevorrow y el guionista Gregg Hurwitz no saben aportar. Siguiendo la pista de pelรญculas precedentes, Yo, รฉl y Raquel, la maravillosa cinta indie de Alfonso Gomez-Rejรณn, conseguรญa abordar el tema de la enfermedad desde una mirada รบnica y muy particular, gracias sobre todo a sus peculiares personajes, el tono cรณmico y delicado, y su trabajo de puesta en escena, fotografรญa y direcciรณn. Tambiรฉn funcionaban mejor las metรกforas de J.A. Bayona en Un monstruo viene a verme, pues el mal rato que pasa el espectador en el cine con este tipo de historias debe ser recompensado con mensajes o enseรฑanzas que pueda trasladar a su propio bagaje vital.
Colin Trevorrow se pierde entre las numerosas temรกticas y no le da el peso emocional que requieren, baรฑando el relato de superficialidad y discursos moralizantes que no casan con su mensaje sobre la legalizaciรณn de las armas en EEUU o su visiรณn sobre el maltrato. Si de Jurassic World se criticรณ su falta de personalidad cinematogrรกfica y agujeros de guionโฆ Prepรกrense para una direcciรณn plana y un libreto caprichoso, en el que las resoluciones de guion se entregan al azar, como esas grabaciones que guรญan a la protagonista y que recuerdan enormemente a la serie Por trece razones; o cambios bruscos e inexplicables en la personalidad de ciertos personajes: la madre de Henry comienza siendo una camarera algo atribulada y dulce para convertirse, al final del segundo acto, en una variante femenina de The Punisher (y no, no estoy exagerando). Gregg Hurwitz, que ha guionizado cรณmics de Lobezno, Batman o del propio Punisher, seguramente ha tenido algo que verโฆ Sin duda, no era la persona adecuada para tratar este material.
Teniendo en cuenta su elenco interpretativo, queda patente que si el guion hubiera tenido el mรกs mรญnimo sentido, nos encontrarรญamos ante una pelรญcula como poco curiosa. Desde Naomi Watts, que consigue dotar de cierta humanidad a su esquizofrรฉnico personaje, a los niรฑos Jacob Tremblay, que sale de La Habitaciรณn para seguir desplegando su talento, y Jaeden Lieberher, que tiene que lidiar con un personaje frรญo y nada empรกtico, todos realizan un trabajo actoral muy por encima del nivel de la pelรญcula.
El pasado septiembre muchos se preguntaban sorprendidos por quรฉ Colin Trevorrow abandonaba la direcciรณn de Star Wars: Episodio IX. Para los mรกs curiosos, El libro secreto de Henry tiene la respuesta. Un telefilme melodramรกtico, excesivamente burdo y mal estructurado, que ni el esfuerzo interpretativo de su talentoso reparto consigue salvar.
Alejandro Gรณmez
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