Serรฉ claro para empezar: El rito me parece la mejor pelรญcula sobre el tema del exorcismo, despuรฉs de El exorcista. Aunque para ser sinceros, me ha dejado mรกs inquieto que El exorcista. Hay pelรญculas de terror y pelรญculas inquietantes. Las primeras te impresionan de uno u otro modo, a base de pirotecnia visual o a base de buena puesta en escena. Las segundas, las que como El rito son inquietantes, al salir del cine se te pegan y te acompaรฑan el resto del dรญa, quizรก al dรญa siguiente. Con seguridad esa misma noche al acostarte.
ยฟCuรกl es la clave para pasar de lo que podrรญamos llamar โla fiesta del terrorโ a la inquietud? El rito puede servir para explicarlo si la comparamos con El exorcista. Frente al despliegue visual, esa pirotecnia de la que hablaba, que ataca directamente al espectador a travรฉs de sus sentidos, por el camino de lo visceral, que serรญa el caso de El exorcista, las pelรญculas realmente inquietantes, tengan o no escenas de las llamadas โde sustoโ, que mediante sonidos o imรกgenes intentan impactarnos al nivel superficial de los sentidos mรกs bรกsicos (por ejemplo en El rito se incluyen varios golpes de efecto a base de sonido que no son precisamente lo mรกs acertado de su planteamiento pero que afortunadamente no tienen demasiado protagonismo en el planteamiento general de la pelรญcula), las pelรญculas realmente inquietantes atacan directamente a nuestra manera de pensar, a lo que realmente nos preocupa. Desequilibran al espectador asaltรกndole en lo que realmente cree o no cree.
El rito, mรกs que una pelรญcula de terror es sobre todo una pelรญcula inquietante. Mรกs que hablar de la presencia del mal en nuestras vidas habla de cรณmo intentamos esquivar la responsabilidad de ser coherentes a la hora de creer o no creer en algo. He escrito creer o no creer porque incluso para ser ateo hay que ser coherente con ese ateรญsmo. ย En definitiva, la pelรญcula no es un relato sobre el ateรญsmo o sobre la Fe, sino sobre ese escepticismo con el que, creamos o no, podemos intentar crear una imagen de lo divino o de lo moral y de lo humano o lo mรกs material fabricada a medida, que se ajusta sobre todo a nuestras necesidades como humanos y no tanto a la necesidad de hacernos responsables de nuestra humanidad.
Trailer:
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El protagonista de El rito es un joven escรฉptico que acaba metido en el mundo de los exorcismos, y en ese sentido es un buen puente para que el pรบblico, creyente o no, entre en la historia. Cierto es que el actor encargado de interpretar el papel Colin OยดDonoghue se ha llevado algunos palos de la crรญtica afirmando que transmite poco, que es algo distante para el pรบblico, pero aquรญ cabe plantearse varias matizaciones.
La primera es que tiene a su lado a un verdadero gigante de la interpretaciรณn, un Anthony Hopkins inmenso, con un papel con arco de desarrollo que toca un tema de calado que va mรกs allรก de la recreaciรณn cinematogrรกfica. Hannibal Lecter ha tenido mรกs รฉxito, cosa comprensible, y sin duda serรก el papel por el que la mayorรญa del pรบblico le recuerde, pero personalmente me va a resultar muy difรญcil no recordarle siempre en este otro papel del exorcista Lucas, tan aparentemente fuerte en el exterior como frรกgil en el interior, tan inquietante no por lo que hace (caso de Lecter) sino por lo que le ocurre. Un personaje cuya grandeza sale de la humanidad falible, de nuestra capacidad para cometer errores, de nuestra debilidad para ser coherentes con aquello en lo que creemos o decimos creerโฆ Imaginen al padre Merrin interpretado genialmente por Max Von Sydow en El exorcista (el actor le prestรณ allรญ su humanidad a un personaje hijo del bestseller, pura fรณrmula o herramienta narrativa que en las manos de ese gran actor creciรณ mรกs de lo que permitรญa su origen), pero con mayor verosimilitud y cercanรญa. Lucas es un soldado en la peor guerra posible, que es la guerra con sus propias dudas. Es la misma guerra que todos libramos cada dรญa.
Ante un actor de ese talento y experiencia en el que es el mejor papel de su carrera, o por lo menos uno de los mรกs difรญciles, el joven OยดDonoghue no queda tan eclipsado como a primera vista podrรญamos pensar. Consideren que el protagonista lidia no sรณlo con Hopkins sino tambiรฉn con otros dos gigantes en lo suyo: Rutger Hauer en un papel de padre que nos deja entrever lo mucho que han desperdiciado el talento de este gran actor en papeles de fetiche, fruto de su encasillamiento como el replicante Roy Batty. Ese talento, en dosis pequeรฑas pero contundentes, brilla otra vez en este pequeรฑo papel de El rito. Lo mismo vale para Ciarรกn Hinds, el Cรฉsar de la serie Roma, que ha sido menos maltratado que Hauer, pero tambiรฉn saca petrรณleo con poco mรกs que dos o tres secuencias. Dicho sea de paso, es especialmente curioso el aporte de su personaje, el sacerdote que da un curso de exorcismo en el Vaticano utilizando las nuevas tecnologรญasโฆ hasta que se le cuelga el ordenador. Una genial pincelada de cรณmo, al final, vamos a tener que contar con nosotros mismos y no con la tรฉcnica mรกs moderna para enfrentar los grandes problemas de nuestras vidas y nuestro tiempoโฆ aunque no haya nada malo en utilizar las nuevas tecnologรญas, siempre que las sigamos considerando herramientas, y no un nuevo becerro de oro al que adorar.
Por si fuera poco, ademรกs de moverse entre gigantes, el protagonista interpreta un papel que es todo indecisiรณn. Mรกs que escepticismo lo suyo es duda. No se trata tanto de que crea o no, sino de que no sabe en quรฉ creer. Varios planos explican ese dilema queย nos afecta a muchos. Lo material se manifiesta continuamente en su vida, no tanto como tentaciรณn melodramรกtica โel planteamiento de la pelรญcula no es tan burdo como para caer en esa trampa-, sino como algo mucho mรกs sutil. La conversaciรณn a la puerta del bar con el amigo, tomando una cerveza, la chica en la moto mostrando la pierna, que le atrae. Lรณgico: va a ordenarse sacerdote, pero sigue siendo un ser humano. Es esa misma humanidad lo que le hace dudar, y estรก reforzada por el personaje de Angeline interpretado por Alice Braga. Pero no estamos aquรญ en una historia sobre sacerdotes tentados por la carne. Es algo mรกs prรณximo al espectador, ese paseo entre el bullicio de la noche de Roma en el que acaba entrando en un burguer, esa invitaciรณn a tomar un cafรฉ, esa tentaciรณn de vida โnormalโ lejos del sacerdocio… OยดDonoghue interpreta un personaje con el que puede identificarse la mayor parte del pรบblico, un joven que tiene miedo a comprometerse incluso con aquello en lo que en realidad cree, porque tiene miedo a lo que eso puede significar y puede โquitarleโ, en lugar de a lo que puede aportarle. Para renunciar a esas cosas necesita una motivaciรณn, y el reto, la intriga de la pelรญcula, es si serรก capaz de encontrar esa motivaciรณn en el peor campo de batalla que pueda imaginarse. Adivinen: sรญ, otra vez, luchando consigo mismo, con sus propias dudas. ยฟNo serรก esa forma de interpretar que a algunos crรญticos y espectadores les hace dudar sobre la capacidad para transmitir del actor en realidad la mejor forma de que entremos en la historia a travรฉs de las dudas de su personaje, que asรญ nos resulta mรกs cercano? Imaginen a ese mismo actor interpretando el papel en clave โintrรฉpido hรฉroe convencido de su misiรณnโ, โllamado a la gestaโ.
OยดDonoghue no es parco ni frรญo en su interpretaciรณn. Es que estรก interpretando a un hombre tibio al borde del abismo de la indolencia y la autocompasiรณn. Es decir: nos estรก sirviendo a muchos como espejo en ese camino nihilista y autocomplaciente que nos hemos forjado como escudo para alejarnos de todo aquello que nos resulta realmente inquietante o incluso ligeramente molesto.
Eso sรญ, aclaro que la pelรญcula es mรกs inquietante si uno cree en algo, y llegados a este punto, no puedo evitar recordar lo que le dice el padre Lucas al protagonista: โTen cuidado, Michael. Que no creas en el diablo no te protege de รฉlโ.
Ahora bien, mirada desde la Fe o desde el escepticismo, El rito es una buena pelรญcula. Es, como dice el personaje del padre Lucas encarnado por Hopkins, la versiรณn real, o si son ustedes escรฉpticos, mรกs cercana y verosรญmil, de El Exorcista. Sin vomitonas y sin que a nadie se le ponga la cabeza a dar vueltas como un tiovivo.
Y no es la tรญpica pelรญcula de terror.
Hay quien puede pensar que es algo lenta. En mi opiniรณn no es lenta. Tiene el ritmo adecuado para llegar a lo que busca. Cada escena, como la del cafรฉ con la periodista, es una pieza clave del resto del puzzle.
Y tiene al menos dos escenas especialmente turbadoras que nos ponen a mirar al borde del abismo: Lucas en el pasillo del hospital, sentado en una silla, solo y con la cruz al fondo, desesperado, y Lucas mirando hacia la cรบpula de San Pedro, en pleno dรญa soleadoโฆ
Dos escenas que invitan a la reflexiรณn, como el resto de la pelรญcula.
Miguel Juan Payรกn