Ambos actores visitaron Madrid recientemente para hablarnos de la nueva película de Michael Bay que ambos protagonizan junto a Eiza Gonzalez, Ambulance (Plan de Huida) y pudimos hablar con los dos sobre sus personajes, el rodaje, la historia detrás de la historia o incluso si prefieren interpretar a héroes o villanos, dado que sus personajes son algo ambiguos en la película. Con mucho sentido del humor, ambos se muestran elocuentes a la hora de discutir con nosotros qué vamos a encontrar en Ambulance.
Un viaje de dos hermanos Danny (Jake Gyllnehaal) y Will (Yahya Abdul Mateen II) que, por circunstancias muy distintas, se embarcan en un elaborado atraco a un banco que no sale como esperaban lo que les sitúa en una ambulancia donde tienen de rehenes a una paramédica (Eiza González) y un policía herido, lo que hace que todas las fuerzas del orden de Los Angeles les persigan a lo largo y ancho de la ciudad. Todo ello con el ritmo trepidante de Michael Bay. Y en este caso con unos personajes ambiguos, quizá ni villanos ni héroes, como explica el propio Gyllenhaal “Creo que lo que me atrajo de la película es esencialmente el final de la película, que no quiero revelar. Pero la elección para mí, cuando lo leí, era que el personaje se expone a esa situación final para salvar a su hermano. Para que su hermano pueda pasar eso, para salvar su vida, la de su sobrino y a la de su cuñada, él tiene que ser el que se lleve la culpa. Y esa fue, para mí, la razón que me atrajo al proyecto. Creo que todos somos personas muy complicadas”.
Pero, ¿es más divertido interpretar al héroe o al villano? Su compañero de reparto explica “Hugh Jackman una vez me dijo que los villanos se lo pasaban mejor, porque trabajaban menos días, tenían las mejores líneas de diálogo y, normalmente, ganaban todas las peleas menos la última. A veces, sólo a veces, los villanos se lo pasan mejor”.
Ambos actores han participado en cine de superhéroes, con Gyllenhaal dando vida a Mysterio en Spider-Man: Lejos de Casa, y Abdul-Mateen II como Black Manta en las dos entregas de Aquaman. Pero conociendo lo duros que son los rodajes de Michael Bay, ¿qué es más complicado? “No creo que haya algo inherentemente duro del trabajo que hacemos. Es difícil hacer una comparación entre una cosa y la otra. Eso sí, te diré una cosa, una película de Michael Bay es algo nostálgica en el sentido de que es un viaje atrás en el tiempo a cómo se solían hacer las películas. Las cosas pasan delante de la cámara, efectos prácticos, escenas de riesgo con coches, muy poca pantalla verde… Para mí esa es la gran diferencia entre una película de superhéroes y ésta. La experiencia de hacer esta película ha estado totalmente centrada en la realidad”, explica Jake Gyllenhaal,
Mientras Yahya Abdul Mateen II añade “Lo divertido de esta película para mí, es que es una película de acción disfrazada, al menos para mí. Si le quitas, digamos, las explosiones, las pistolas… Si quitas el pie del acelerador, por así decirlo, todavía es un drama, ¿sabes? Es intensa…” su compañero, bromea entre risas “Te queda una película de 15 minutos” (risas), a lo que Abdul-Mateen II continúa “Te queda un cortometraje, sí. Pero el estilo al que Jake aludía antes, lo sentí más cercano a algunas películas independientes que he hecho. Y eso me encanta. Tenemos la acción, la energía frenética, las persecuciones, los tiroteos, los vehículos chocando… pero también satisface algo más, algo distinto y es que he podido actuar y expresarme, que he tenido muchos momentos íntimos también. Ha sido un regalo. Algo que algunas veces los grandes taquillazos no tienen. He encontrado mucha variedad en esta película en ese sentido”.
Al parecer había mucha libertad para improvisar con la película, y con un ritmo como el que plantea Ambulance, ¿cómo lo conseguían los actores? Nos responde Jake Gyllenhaal “Había tres ambulancias en el rodaje. Una era funcional y rodaba por las calles, otra estaba en el set de rodaje y la tercera también estaba en el set pero se podía desmontar para conseguir algunos planos y demás. Así que tuvimos momentos en los que estuvimos muy concentrados y otros en los que rodábamos la escena en la ambulancia en movimiento, y luego volvíamos al set a rodar el resto en las otras. Siempre teníamos la oportunidad y además Michael Bay siempre mantiene la cámara rodando mucho tiempo seguido, por lo que siempre podíamos incorporar cosas y probar otras en esos momentos”, explicaba.
Además en un espacio tan reducido tienen que reflejar esa relación de hermanos tan peculiar y a la vez tan fuerte “Fue sencillo, fue un proceso muy natural. Además de ser una persona generosa, Jake es un actor muy generoso. Y muy inteligente. Teníamos metas muy similares. Simplemente queríamos interpretar a esos dos hermanos y asegurarnos de que el lazo que les unía fuese fuerte y que se enfrentaban a una situación muy intensa. El guión nos daba muchas oportunidades para mostrar la dinámica de esa relación, no siempre se trataba de una representación exacta de lo que es la hermandad, de lo que son dos hermanos, pero el lazo que les une era fuerte aun así. Lo desarrollamos estando los dos en sintonía, con unos valores similares y entendiendo lo que la hermandad puede llegar a ser. El resto se construyó en torno a la confianza mutua”, nos decía Abdul-Mateen II al respecto de esa relación.
La película se trata de un remake de una cinta danesa, el segundo remake de una película de Dinamarca en poco tiempo para Jake Gyllenhaal y el tercero en su carrera. Pero desde una óptica general, ¿qué película les gustaría que tuviese un remake con ellos dentro? “El bufón de la corte, con Danny Kaye de protagonista. Me encantaría hacer un remake de esa película”, explica Gyllenhaal, mientras su compañero no parece muy interesado en remakes… “Acabo de empezar una compañía productora, que se llama House Eleven 10, que tiene hogar en Netflix, y voy a producir películas bajo ese sello. Estoy emocionado, de hecho, por producir nuevas historias. Creo que las historias que tenemos son importantes, tenemos muchos clásicos y tenemos muchos remakes ahora. Lo que más me emociona en estos momentos es descubrir quiénes son las nuevas voces y las nuevas historias que se pueden contar. Y quizás con el tiempo se haga algún remake de ellas”, nos narraba.
Como telón de fondo, como detonante de la historia, está el tema de la Seguridad Social y la Sanidad en Estados Unidos, con el sistema dejando abandonado a un personaje cuando más lo necesita, pese a todo lo que ha dado por el país (un tema recurrente en Michael Bay). ¿Qué opinan del tema de la Sanidad ellos? Toma la palabra Jake Gyllenhaal “Creo que se han dado pasos en la dirección adecuada. Lo primero no puedo ser portavoz de los problemas y complicaciones que tiene pasar un sistema de sanidad universal en Estados Unidos. Pero el problema en la película es sobre muchos problemas del sistema. Lo que nos lleva a la cuestión de que hacemos películas sobre el individuo, en cierto sentido, pero incluso a través de una película de acción, que es un género de escapismo, todavía hay mensajes que nos cuentan lo roto que está el sistema. Y ese es el sistema con el que se enfrenta el personaje de Yahya. No sólo en la sanidad, también en otros aspectos. La película lo cuenta de una forma interesante y creo que ese es uno de los motivos por los que ambos queríamos ser parte de esta historia. Creo que en la fantasía que es esta película, en este mundo no real, en el universo Michael Bay (risas), hay consecuencias todavía. Y son grandes, son metafóricas y están llenas de acción y explosiones, pero son cosas que están interiorizadas cuando no se encuentran disponibles para otras personas. Es como pienso. Y, he dicho esto muchas veces, pero creo que todas las películas son inherentemente políticas, tanto si tienen un mensaje político como si no”. Concluía el actor.
Jesús Usero
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