Crítica de la película Fast & Furious 9
Tan disparatada y desvergonzada que es imposible no disfrutar con ella.
Eso sí, no busquen el guión por ninguna parte porque no está ni tampoco se le espera. De hecho, viendo la película y revisando lo que nos encontrábamos detrás de sus imágenes en lo que imagino (de verdad que lo imagino) sería un guión escrito por dos personas, una de ellas el director Justin Lin, me preguntaba hasta qué punto les importaba lo más mínimo que la película tuviese algún tipo de coherencia. Si me permiten la frase vulgar, los guionistas cumplen aquello de “menos vergüenza que un gato en una matanza”. Es el principal rasgo del guión, hasta el punto de superar en sentido a cualquiera de las entregas de la saga. Que en su título en español, tras sólo 9 películas, nos recuerda que es La Saga Fast and Furious.
La trama, honestamente, es lo de menos. Los personajes regresan para una nueva aventura internacional que implica el pasado de Toretto, con su hermano mediano de vuelta (por qué en nueve películas ni él ni su hermana jamás lo mencionan da para hablarlo largo y tendido otro día, y es parte de la sinvergonzonería del guión) convertido en antagonista, y con todos los personajes detrás de un macguffin que, realmente importa poco. La idea es crear una trama cercana a las de espionaje de James Bond pero mucho más alocada, como en las anteriores películas desde la quinta entrega. Eso sí, aquí sin límites y sin frenos. Lo que es maravilloso para los espectadores.
La nueva incorporación de John Cena es claramente un sustituto de Dwayne Johnson, y funciona perfectamente. El actor y luchador tiene más que claro a qué ha venido y ejecuta su papel de antagonista a la perfección. El resto, se lo pueden imaginar. Helen Mirren desaprovechada (ojalá saliese más), lo mismo que Kurt Russell o Charlize Theron. Vin Diesel que debería tomarse menos en serio la saga y su personaje, por favor. Y unas protagonistas femeninas mucho más compuestas que sus compañeros, tanto Jordana Brewster como Michelle Rodríguez y, por supuesto, Nathalie Emmanuel. Tienen más talento que sus contrapartidas masculinas aunque realmente en un guión como éste… poco importa. Lo que importa es la acción sin frenos y sin límites.
Y en ese sentido la película, pese a sus casi 150 minutos, no defrauda y ofrece lo que promete. Peleas, tiroteos, carreras de coches (muchas) y un director que es, sin duda, el mejor para esta saga, a la que le tenía más que tomado el pulso tras 4 entregas y que, con su regreso, confirma que es perfecto para el trabajo. El resultado es, tan salvaje como imposible. Tan disparatado como sanamente divertido. Todos sabemos a lo que venimos. Todos sabemos que nos vamos a reír. Y a pasarlo en grande. Pese a lo pesados que son los flashbacks y que le llegue a sobrar un buen tramo de película, y pese al guión. O quizá gracias a lo tróspido del guión la película es tan entretenida. Sinceramente, creo que no les importa. Por eso funciona sin ser nunca brillante. Y por eso nos gusta tanto esta saga.
Jesús Usero
★
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