Crítica Interceptor
Crítica de la película Interceptor
Matthew Reilly debuta con una película de acción totalmente ochentera para Netflix, pero con ideas actuales y modernas. Lástima que su ejecución no sea siempre la mejor.
Interceptor es una película que quizás de primeras pueda dejarte un poco descolocado en sus primeros 20 minutos por su popurrí de ideas y conceptos, pero que después toma forma y se convierte en una película con unas pretensiones muy claras. Pero antes de entrar en materia, digamos a modo de resumen que la trama sigue a la capitana J.J. Collins (Elsa Pataky), quien es enviada a una estación remota en el océano cuando esta es atacada por unos terroristas rusos, que planean lanzar 16 misiles nucleares a Estados Unidos. Collins, encerrada en la estación, tendrá que detenerlos en una carrera contrarreloj.
Leyendo la sinopsis a muchos se os vendrá directamente a la mente películas de acción de los 80 y los 90 al más puro estilo de Die Hard y similares, e Interceptor no es más ni menos que eso: un entretenimiento con una ejecución totalmente ochentera, quien tiene en Elsa Pataky a su heroína de acción para la ocasión. Sin embargo, los guionistas Stuart Beattie y el propio Matthew Reilly, insertan algunos temas actuales y novedosos que no esperaba encontrar en una cinta de este tipo, pero que sorprendentemente encaja bien en la historia tales como el acoso a la mujer, el empoderamiento y temas raciales. Que repito, no desentonan para nada en la historia que se está contando.
A pesar de todas estas ideas, el resto como imaginareis es una serie de tópicos que se sucede uno tras otro. El guion en ese sentido es muy funcional y convencional, pero reparte bien la información para que no haya bajones graves de ritmo durante la película (a excepción de alguno sobre la mitad del film). El problema viene en que hay varias frases bastante cutres, muy de la época de los 80, que precisamente estaban bien para aquel momento pero que ahora se sienten algo ridículas. La ejecución en la dirección a veces tampoco ayuda, con un dirección irregular y plana que hace que los tópicos se sientan aún más tópicos. La acción tampoco siempre sale bien parada, especialmente en las peleas cuerpo a cuerpo, donde les falta fuerza y contundencia y provoca que les falte credibilidad.
Y por otro lado, nos encontramos conque Elsa Pataky tampoco da la talla a nivel interpretativo. Sí que físicamente cumple sobradamente y luce francamente bien como si de una versión femenina de John McClane se tratara, pero no termina de convencer a la hora de sencillamente interpretar sus diálogos y su personaje. Al final, Interceptor podría haber sido una película mucho más redonda con una protagonista que hubiera llevado mejor el peso dramático de la historia y con una dirección más consistente, pero aún así, si te gustan las películas de acción de los 80 y los 90, quizás encuentres un entretenimiento aceptable si pasas por alto sus defectos. Y por cierto, atentos al simpático cameo de cierto actor australiano.
Guillermo Méndez
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