Crítica de La matanza de Texas
Crítica de la película La matanza de Texas
Flojo revival de la saga que se queda en un par de interesantes ideas y nada que contar realmente.
Quizá el problema es el desconocimiento por parte de los responsables de la película de lo que realmente es la saga La Matanza de Texas, al menos en sus orígenes. Y si pretendes hacer como Halloween y olvidar todas las entregas intermedias para que esto sea la secuela directa de aquella película, con superviviente de por medio incluida, al menos que tenga algo que ver con lo que mostró la película original de 1974. Mantener la esencia. Mantener el espíritu. Ser coherente con lo que Tobe Hooper nos mostró… Si quieres hacer lo mismo que Halloween, sé como Halloween, no como Halloween Kills.
Un grupo de influencers se dirige a instalarse en Harlow, un pueblo en mitad de Texas, casi por completo abandonado. Lideran el viaje los responsables de todo, dos chefs jóvenes, él acompañado por su prometida, ella por su hermana que tiene un traumático pasado. El problema es que Leatherface ronda por allí y decide convertir la reunión de pijos de ciudad en una carnicería. Nada malo en inicio, pero casi todo mal al final. La idea es buena, el desarrollo no. Porque La Matanza de Texas nunca fue un slasher, y aquí lo convierten, de nuevo, en uno. Así, desde el inicio, uno tiene la sensación de que está ante una secuela de Viernes 13, y no una película de la saga de Tobe Hooper. Y eso pese a tener el nombre de Fede Álvarez asociado.
No se trata de que tenga que tener un guión digno de Billy Wilder. Se trata de que haya algo en los personajes, que no sea todo cartón piedra. Que no sean todos tan repelentes ni tan vacíos… Y cuando encuentras un personaje (gracias al actor o la actriz de turno, que lo intentan con muchas ganas) con alma, por favor, no mates a su personaje nada más empezar la historia. Si quieres que odiemos a los personajes, perfecto, pero haz tu guión divertido. Hazlo bizarro, hazlo irreverente. La escena del autobús, excelente, sabe a poco. Porque había mucho más que ofrecer en esa línea y la película simplemente lo roza. No se atreve a disfrutar con auténtica mala leche. Y si tu guión quiere entretener sólo, divertir y no volverse loco… no puede ser que tu película de 82 minutos, con créditos, se haga larga.
Alice Krige es sin duda lo mejor de la película, y el plagio descarado a La Noche de Halloween de 2018 con Olwen Fouéré no funciona del todo porque llega tarde y mal. Hay que reconocer el esfuerzo de David Blue García para, visualmente, traer algo de esa sensación insana de la película original. Le falta un punto en la fotografía, pero esos campos de girasoles, esa ciudad lluviosa, esas casas vacías… Lo consigue. Es también de lo más destacable del proyecto. Hay un director detrás que quiere ofrecer algo. Otra cosa es que el festival gore (lo mismo, no había gore en la historia original) funcione más allá de esos ramalazos de director. No se trata de que el guión sea digno de un Oscar, se trata de que sea digno, de que entienda el material original, y de que respete al espectador. La matanza de Texas nunca fue slasher, por mucho que algunos quieran olvidarlo. Era otra cosa, una familia abyecta y vil de la que todos parecen haberse olvidado. Honestamente, era bastante superior el remake de Marcus Nispel.
Jesús Usero
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