Buena muestra de animación a la española para toda la familia. De hecho, lo de española en este caso, sirve para que nos demos cuenta de que con talento y esfuerzo podemos igualar en muchos campos las producciones americanas, sin necesidad de presupuestos estratosféricos. En este caso con el trabajo de un estudio de animación que lleva trabajando en Tadeo Jones desde su primer cortometraje hace ya ocho años. Y tras todo ese tiempo han conseguido sacar adelante este proyecto que ya ha sido vendido a medio mundo, que tendrá un estreno masivo en China, como si se tratase de una película Disney, que será estrenada en Rusia también y que con el título de Tad, The Lost Explorer, ya tiene también doblaje en inglés. Eso es pensar a lo grande y trabajar a lo grande.
Las Aventuras de Tadeo Jones nos presentan al protagonista, un huérfano que desea ser arqueólogo y vivir aventuras increíbles en busca de tesoros perdidos (como Indiana Jones, un personaje al que el protagonista no conoce), y que de mayor es sólo un albañil que sigue soñando con la aventura como cuando era un crío. Todo cambia de golpe cuando por accidente acaba viajando a Perú, donde le aguarda la aventura más grande que jamás pudo soñar en busca de una ciudad perdida, algo que tendrá que hacer antes de que los villanos de turno lo consigan.
Una trama sencilla, pero muy bien resuelta, que aprovecha sus desventajas (técnicamente es más que correcta, brillante incluso, pero palidece ante gigantes como Pixar), llenando la pantalla de colores vivos, personajes ciertamente entrañables y un 3D de lo más resultón que le sienta de maravilla a la película y a tanta carrera, salto y persecución, como puede comprobarse en la escena del tren, la persecución del puma o la aventura que Tadeo imagina en la obra. Cualquiera puede disfrutar de la aventura porque el guión no deja espacio para el descanso. Es trepidante desde el primer al último minuto, y las secuencias de acción y aventura se suceden una tras otra a un ritmo vertiginoso.
Eso limita ciertamente el sentido del humor, que es quizá donde no termina de cuajar la película. Sí, el personaje al que pone voz José Mota y sus churumbeles, ayuda bastante, pero ni el perro, ni el pájaro y sus carteles (que recuerda a una versión descafeinada del mono de Piratas), terminan de arrancarnos más que una sonrisa. El sentido del humor está destinado al público más infantil y ahí los mayores tendrán poco donde rascar, justo al contrario que en las películas americanas donde la aventura parece más para niños y el humor para los adultos que les acompañan.
El resultado final no es perfecto pero es muy bueno. La película nunca aburre, más bien todo lo contrario, y se nota un esfuerzo a la hora de trabajar el guión que da impulso y empaque a Tadeo Jones, que da fuerza a una película hecha con medios modestos, desde aquí, pero con potencial para llenar salas en todo el mundo.
Jesús Usero.
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