Una de esas noticias que nos hacen pensar “¿Y si…?” es la que ha destapado el popular actor Liam Neeson, convertido en héroe de acción en los últimos años tras el éxito internacional de Venganza, y que le ha llevado a encadenar películas como Sin Identidad, la secuela de Venganza, El Equipo A o la recientemente estrenada Non-Stop, que además ha sido un nuevo éxito en su carrera, alcanzando los 30 millones de dólares en sus tres primeros días en la cartelera. Pero lo que no sabíamos es que el actor fue “cortejado” hace casi 20 años para convertirse en el Bond de la época, como ha declarado en una entrevista al Hull Daily Mail, lo que quiere decir que era el candidato cuando Pierce Brosnan tomó el relevo, con GoldenEye. Al parecer, Neeson rechazó la oferta porque la que sería su mujer, la tristemente fallecida Natasha Richardson, le dijo que si lo aceptaba, no se casaría con él.
Entramos en el mundo de la más pura ficción y los universos alternativos. ¿Nos imaginamos cómo habría sido James Bond de ser Neeson en lugar de Brosnan el responsable del papel? Brosnan fue un más que decente James Bond, algo blandito para mi gusto, a años luz del brutal y sensacional Daniel Craig, pero Neeson… creo que hubiese sido una opción más realista, más cercana a lo que se ha buscado y conseguido con Craig. Más violento, más políticamente incorrecto. Más Bond. Y la verdad, me hubiese gustado verlo. Porque ahora, con la madurez, el actor se ha decantado por ese tipo de papeles de acción e intriga y la taquilla está respondiendo de una forma sensacional. Aunque participase en el Episodio I, su lanzamiento al cine de acción comenzó con Batman Begins y de ahí a protagonizar sus propios taquillazos, convirtiéndose en el relevo de otros héroes de acción maduros como Harrison Ford. Hubiese sido un gran Bond, sí.
Jesús Usero
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