Crítica Los anillos de poder Temporada 1
Crítica de la serie Los anillos de poder Temporada 1
Uno de los eventos televisivos del año ha llegado a su final. La serie más cara de la historia termina su primera temporada dejando luces y sombras por el camino, pero también dejando entrever el potencial de una historia que no ha hecho más que empezar.
El Señor de los Anillos es una marca tan consolidada que apostar por una serie suya era jugar sobre seguro. Sin embargo, Amazon ha querido jugar tan fuerte que ha puesto todo el dinero posible para cumplir las expectativas de los fans. Y lo cierto es que en lo visual no se le puede poner un pero a una producción que recrea la Tierra Media de manera deslumbrante y, lo más importante, que te transporta a ella a través de su buena banda sonora, sus decorados y su buena dirección (en algunos capítulos mejor que en otros). Podríamos decir que estos son los mayores puntos fuertes de una producción que, por desgracia, no acierta en todos los frentes y que se mueve siempre entre lo correcto y lo notable, salvando excepciones donde deja ver el potencial de una historia que puede llegar a ser una de las epopeyas más grandes de la televisión, pero que aún no lo es.
Y no lo es, principalmente, porque hay demasiadas asperezas de guion: diálogos que necesitaban ser pulidos, tramas mejor entrelazadas, algunos personajes que necesitaban un mejor desarrollo, incongruencias argumentales… De hecho, hay una descompensación en cuanto a tramas y personajes. Hay cuatro arcos troncales en esta primera temporada, de los cuales el menos interesante es el de los pelosos (aún sigo preguntándome cómo puede ser que en toda la temporada no haya ocurrido prácticamente nada). Mientras, la trama de Elrond, Durin y Disa es una de las que mejor funciona por el desarrollo de la misma y por la buena sinergia que se produce entre los actores, además de ser la que mejor está construida por parte del guion; pero sin embargo, la trama de Galadriel y Halbrand no avanza tan orgánicamente como debería. En ocasiones, se estanca demasiado. Por último, la trama de Arondir y los sureños se desenvuelve notablemente, por el interés y los problemas que suscitan sus personajes.
Otro problema, según se vea, es que estamos ante una temporada introductoria, a veces excesivamente introductoria, lo que provoca que la historia tarde en arrancar, pero cuando lo hace, la serie gana en interés y funciona, especialmente a partir del episodio 5, que es cuando las piezas del tablero están ya colocadas. Los Anillos de Poder va de menos a más y vislumbra un gran potencial de cara al futuro pero para ello, los guiones deben mejorar, pulirse y también aumentar el nivel en la dirección. Además, algunos actores tampoco están demasiado inspirados en sus papeles. Sea como sea, el último capítulo debe servir como referencia de por donde tienen que ir los tiros, pues cuando las notas empiezan a sonar al unísono, la melodía es todo un deleite.
Este primer aperitivo no es perfecto, tiene los ingredientes ideales pero no están del todo bien cocinados. Aun así, con sus más y sus menos, siempre es un placer volver a la Tierra Media y se aprecia un esfuerzo por todos los integrantes, siendo disfrutable si pasas por alto algunos de sus defectos. Esperemos que para la próxima tomen nota de los errores y tengamos una producción en todos los niveles a la altura de las circunstancias.
Guillermo Méndez
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