Crítica de la película Luca
Encanto y entretenimiento de la mano de Pixar
Lo que está muy bien, no me entiendan mal, pero en el caso de Pixar, viniendo de la maravillosa Soul, esperábamos algo más. Luca no sorprende como aquella, no llega hasta la médula, no es una de esas películas del estudio que nos vuelan la cabeza y se convierten en lo más valorado del año. Quizá sea que le ponemos el listón demasiado alto a la película, y además es probable que eso sea injusto, pero esa exigencia muchas veces viene autoimpuesta por el propio estudio de animación que siempre busca la excelencia. Aunque no siempre lo consiga. Pero, pese a no estar al nivel de Soul, no deberíamos confundirnos ni menospreciar Luca, que sigue siendo una muy buena película.
Luca es una historia de amistad entre un niño que vive en el fondo del mar, un tritón más o menos, y una niña humana. Luca, el niño monstruo marino, es capaz de pasar por humano cuando sale del agua, algo que descubre con su amigo Alberto. Cuando las cosas se compliquen ambos marcharán a un pequeño pueblo cercano a su hogar, donde conocerán a la peculiar Giulia, una niña con una energía arrolladora. Pero mantener su secreto y conseguir alcanzar sus sueños son cosas muy complicadas para los dos jóvenes, que se enfrentarán a mil y un problemas para seguir adelante con su maravilloso plan. Una historia de lealtad y amistad, pero también de aprender a respetar y querer aquello que es diferente y único. Un mensaje efectivo en La Sirenita e igualmente efectivo en Luca.
Por supuesto tratándose de Pixar el nivel técnico de la película es exquisito. Desde la iluminación bajo el agua al ingenioso diseño de personajes, que recuerdan casi a las creaciones de Laika por ejemplo, pasando por ese pueblo tan particular y lleno de luz. Luca rebosa justo eso, luz, energía, y una belleza que parte de una aparente sencillez y alcanza momentos de una belleza increíble, como cierto viaje a través de un libro, o ese casi homenaje a Buscando a Nemo con el protagonista al inicio de la película. Aunque tiene un pequeño problema, nos quedamos con ganas de más en el fondo del mar que es donde la película auténticamente maravilla.
Hay corazón en Luca, y hay un guión muy bien construido que apenas dura 85 minutos si le quitamos los títulos de crédito. Pese a ello, pese a su humor sencillo, su homenaje a Italia y su enorme cariño, la película deja pasar muchas buenas ideas llenas de humor (el tío de Luca, el gato, la forma de hablar de asesinatos y muertes…) por un villano tópico, un nudo algo torpe y una historia que, por desgracia, ya me han contado muchas veces, desde La Sirenita a la propia Pixar con Buscando a Nemo y su secuela. La película es excelente, pero no maravillosa. Muy buena, pero no sensacional. Y lo que en otro estudio sería simplemente un diez, aquí nos deja pensando que podía haber sido algo más.
Jesús Usero
★
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