Crítica de la serie Masters del Universo: Revelación
La mejor forma de regresar para una franquicia icónica.
Y lo siento mucho por aquellos que se hayan sentido ofendidos o atacados por la serie. Cuando el responsable de la misma lleva un mes avisando de que la protagonista de esta primera tanda de episodios sería Teela, sorprenderse es algo inesperado, la verdad. Puede no gustarte, y es muy respetable, pero la serie no sólo es un entretenimiento maravilloso que homenajea constantemente a la serie original, sino que tiene momentos de épica y de solidez narrativa que no vemos habitualmente ni en cine ni en televisión. Kevin Smith ha llevado a buen puerto una serie que en sus cinco primeros episodios simplemente presenta una serie de situaciones y personajes que nos llevan a un desencadenante de lo que de verdad está por venir.
Con un homenaje a la serie original de animación, la nueva aventura comienza con otra batalla entre el bien y el mal por el control de El Castillo de Grayskull, con el bando de Skeletor asaltando la fortaleza una vez más y He-Man intentando llegar a tiempo para evitar la tragedia. Pero esta vez Skeletor parece conocer un secreto que podría inclinar la balanza lo que lleva a una nueva situación, un mundo de Eternia sin magia, donde la gente sufre, no hay héroes a la vista y todo lo que hemos visto hasta el momento podría llevar a acabar con el universo tal y como lo conocemos. Así empieza el viaje de Teela, capitana de la guardia que ahora opera bajo su propio código tras descubrir la amarga verdad.
Disfrutar de la serie en versión original es un gozo, especialmente con el trabajo de su protagonista femenina, Sarah Michelle Gellar, pero sin obviar la presencia de nombres como Lena Headey, Liam Cunningham, Justin Long o Dennis Haysbert, sin olvidar al enorme Mark Hamill. Una pena que la contrapartida, He-Man, no destaque tanto, pero el actor Chris Wood sabe separar perfectamente al príncipe Adam de He-Man. Aunque echamos de menos más participación de estos dos personajes, lógico, pero todo tiene un porqué, todo tiene sentido. Están creando algo grande, distinto y nuevo. Diferente en principio porque quiere revolucionar este universo, este mundo. Y para eso tiene que romper las antiguas reglas del juego.
Romperlas para que luego todo vuelva a su origen, por así decirlo. La serie tiene por momentos el aire de aquellas series de los noventa como Xena o Hércules, pero con un mejor desarrollo de la historia. Lo malo es que no se acabe de definir. Quiere funcionar para los adultos nostálgicos, pero no dejar fuera a los niños, lo que hace que tenga momentos muy infantiles junto a otros demasiado adultos. Pese a eso funciona como homenaje y como nuevo punto de partida. Ofrece la posibilidad de caminar en una dirección desconocida y nos da un salto a la madurez de una serie que era un producto infantil, no lo olvidemos (y que nosotros devorábamos gracias al VHS y el video comunitario). Lo que sí le pediría a Kevin Smith es que para la segunda temporada recupere la canción de los créditos… El resto, funciona a las mil maravillas, le pese a quien le pese.
Jesús Usero
★
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