Sin duda puede tratarse de la noticia cinematográfica más importante del año. The Walt Disney Company ha anunciado la compra de Lucasfilms a George Lucas, poseedor del 100% de la compañía, por un valor total de 4050 millones de dólares, lo que supone la friolera de alrededor de 3125 millones de euros por hacerse con los derechos de explotación de Star Wars, principalmente. La compañía del ratón Mickey ha adquirido una empresa cuyas películas, sólo en cines, han recaudado alrededor de 4300 millones de dólares en todo el mundo y que han incorporado a la cultura cinematográfica sagas tan emblemáticas como la antes mencionada de Star Wars o Indiana Jones, aunque de momento a ésta no pueden hincarle el diente desde Disney, porque Paramount tiene un acuerdo aún vigente para la explotación comercial del personaje. Eso ha provocado que desde Disney se hayan centrado en Star Wars, con una noticia bomba que ha tardado bien poco en correr como un reguero de pólvora. Tendremos nueva trilogía, con la idea de lanzar una película cada dos o tres años, algo que ha comentado el presidente de Disney, Bob Iger, en un vídeo que, a modo de comunicado de prensa, lanzaba la notica en todo el mundo. El propio George Lucas aparece en el vídeo comentando que llevaba tiempo pensando en retirarse e incluso había cedido el mando de la compañía a Kathleen Kennedy, junto a la que llevaba un tiempo trabajando y buscando guionistas para los mencionados episodios VII, VIII y IX, además de otras películas basadas en este universo y la tan esperada serie de televisión. Al parecer, según Lucas, desde que cedió el liderazgo de la compañía a Kennedy en junio de este año, lo único que le quedaba por hacer era encontrar un nuevo hogar para Star Wars, y lo ha hecho con Disney, algo que también sirve de plan de jubilación para Lucas, pues el dinero recibido por Lucasfilms se divide en la mitad en dinero y la otra mitad en 40 millones de acciones de Disney. No está mal como plan de jubilación.
Sin duda puede tratarse de la noticia cinematográfica más importante del año. The Walt Disney Company ha anunciado la compra de Lucasfilms a George Lucas, poseedor del 100% de la compañía, por un valor total de 4050 millones de dólares, lo que supone la friolera de alrededor de 3125 millones de euros por hacerse con los derechos de explotación de Star Wars, principalmente. La compañía del ratón Mickey ha adquirido una empresa cuyas películas, sólo en cines, han recaudado alrededor de 4300 millones de dólares en todo el mundo y que han incorporado a la cultura cinematográfica sagas tan emblemáticas como la antes mencionada de Star Wars o Indiana Jones, aunque de momento a ésta no pueden hincarle el diente desde Disney, porque Paramount tiene un acuerdo aún vigente para la explotación comercial del personaje. Eso ha provocado que desde Disney se hayan centrado en Star Wars, con una noticia bomba que ha tardado bien poco en correr como un reguero de pólvora. Tendremos nueva trilogía, con la idea de lanzar una película cada dos o tres años, algo que ha comentado el presidente de Disney, Bob Iger, en un vídeo que, a modo de comunicado de prensa, lanzaba la notica en todo el mundo. El propio George Lucas aparece en el vídeo comentando que llevaba tiempo pensando en retirarse e incluso había cedido el mando de la compañía a Kathleen Kennedy, junto a la que llevaba un tiempo trabajando y buscando guionistas para los mencionados episodios VII, VIII y IX, además de otras películas basadas en este universo y la tan esperada serie de televisión. Al parecer, según Lucas, desde que cedió el liderazgo de la compañía a Kennedy en junio de este año, lo único que le quedaba por hacer era encontrar un nuevo hogar para Star Wars, y lo ha hecho con Disney, algo que también sirve de plan de jubilación para Lucas, pues el dinero recibido por Lucasfilms se divide en la mitad en dinero y la otra mitad en 40 millones de acciones de Disney. No está mal como plan de jubilación.
Así que el futuro de la franquicia que para muchos es la más importante de todos los tiempos, queda ligado a Disney, convirtiéndose Kathleen Kennedy en la presidenta de Lucasfilms dentro de la compañía, mientras Lucas será consultor en las nuevas películas, pero ya no ejercerá el férreo control que ha ejercido sobre su creación a lo largo de 35 años. Para bien o para mal. También, en palabras del propio Iger, con esta venta, se incluyen las otras compañías pertenecientes a Lucasfilms, como son la imprescindible empresa de efectos visuales Industrial Light & Magic, la de sonido Skywalker Sound y diversas filiales como la responsable del desarrollo de videojuegos. La promesa de Iger es la de cuidar el universo Star Wars y darle una proyección de futuro, algo en lo que George Lucas llevaba, al parecer, pensando un tiempo. No sólo en cine, no sólo con la nueva trilogía, sino también en televisión, videojuegos, el ansiado mercado del marketing de Lucasfilms e incluso en los parques de atracciones de Disney en todo el mundo. Así que en apenas unas horas hemos sabido que tendremos nueva trilogía de Star Wars y que el imperio de George Lucas desaparece como tal. Y más allá de lo que podamos preguntarnos acerca de la dirección que puedan tomar las películas ahora, sobre el futuro de Indiana Jones, aunque los derechos los tenga Paramount, o sobre el relanzamiento de otros personajes de la casa (aunque Bob Iger dice que, de momento no hay planes para ellos), lo que cabe preguntarse es dónde está el límite de esta Disney que ya posee en su haber Pixar, Marvel y ahora Lucasfilms. Se han convertido en uno de los mayores titanes de la industria a golpe de talonario, haciendo ciertamente difícil seguirle el ritmo a la competencia.
Jesús Usero
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