Entretenimiento ideal para niรฑos y seguidores de los personajes. Mejor que la anterior.
Mรกs ajustada de ritmo que la anterior pelรญcula, porque no intenta montarse una historia ni ser lo que no es, sino simplemente acercarse lo mรกs posible โy lo consigue- a las claves de la serie de televisiรณn clรกsica de estos personajes. Ejemplo de ello son las incorporaciones de Bebop y Rocksteady. Lo malo es que, al mismo tiempo se alejan del cรณmic original en el que nacieron las Tortugas Mutantes Ninja, pero no se puede tener todo, amigos. De momento, me conformo con que se hayan liberado del lastre de tener que presentar personajes, historia, situaciones, localizaciรณn, y que vayan directamente a la acciรณn. De hecho, de argumento, es prรกcticamente un episodio de dibujos animados alargado y con mucho dinero para facilitar el despliegue visual de la traducciรณn del asunto a acciรณn real y actores de carne y hueso.
Y, hablando de actores, sorprende positivamente cรณmo Laura Lynney, una actriz de lujo, se ajusta con tanto sentido del humor y tanta solvencia a servir el personaje secundario de rigor y se lo pasa tan bien como las propias Tortugas haciendo sus acrobacias. Incluso Megan Fox, que como bien saben quienes me leen, no es precisamente santo de mi devociรณn, por mucho que reconozca sus indudables atractivos fรญsicos โla escena de la convenciรณn con el traje de colegiala es ciertamente buena prueba de los mismos-, me ha convencido mรกs que en la primera entrega, sobre todo porque, como dice mi compaรฑero Usero, con el que en esto coincido, aquรญ le ha pillado el punto de disparate al personaje de April. Hasta Stephen Amell, otro con el que no suelo estar convencido, sale bien parado del invento, aunque en su caso viene a demostrar, una vez mรกs, que cualquier elemento de la serie Arrow funciona mejor fuera de la serie Arrow. Es que no falla, oigan. Increรญble.
El mejor ritmo de narraciรณn hace que este dibujo animado en imagen real me parezca un competente entretenimiento. Ya digo, mejor que la primera. Ahora bien, si nos ponemos serios, el asunto no tiene ni pies ni cabeza. Quizรก tampoco lo necesita. El guiรณn tiene una sucesiรณn de momentos sonrrojantes a la hora de resolver el ir y venir de los personajes, como el de la entrada de Will Arnett en el laboratorio ultrasecreto para localizar las cรกmaras, o los devaneos del personaje de Amell, o ese desenlace que con absoluto descaro acaba convertido en una especie de versiรณn resumida y sencillita del esquema de invasiรณn alienรญgena de la primera pelรญcula de Vengadores, o la exagerada interpretaciรณn de muรฑeco de dibujos animados de Tyler Perry, que reescribe por su cuenta y riesgo el tรฉrmino โsobreactuaciรณnโ llevรกndolo a una nueva dimensiรณn.
Lo mรกs positivo es que han aligerado todo intento de tomarse en serio y han pasado pรกgina conformรกndose con fabricar un competente dibujo animado en imagen real, y asรญ han salido ganando en coherencia y seguro que ademรกs harรกn taquilla y venderรกn juguetes.
Miguel Juan Payรกn
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