Crítica de la película Oldboy
Flojo remake norteamericano de la excelente película de Park Chan-wook. Innecesario.
No tengo nada en contra del remake por sí mismo, siempre y cuando la nueva versión consiga desarrollar su propia personalidad, caso por ejemplo de Infiltrados, la versión que rodó Scorsese de la película china Infernal Affairs, o de Los siete magníficos, la versión Sturges del clásico de Kurosawa Los siete samuráis. Eso por poner dos ejemplos que creo todo buen aficionado al cine conoce. Pero este no es el caso que nos ocupa. Spike Lee siempre me ha parecido un director muy interesante, sobre todo en la primera fase de su carrera, que a partir de su biografía de Malcolm X se decantó hacia planteamientos más comerciales. Incluso en este territorio diferente del cine más personal y reivindicativo de sus primeros trabajos, Aulas turbulentas, Nola Darling, Cuanto más mejor, Haz lo que debas, Fiebre salvaje…), consiguió resultados muy interesantes y rodó una buena película de intriga, Plan oculto, y otros dignos, como La última noche. Por eso me ha sorprendido, en negativo, su trabajo de dirección en Oldboy. Primero me lleva a preguntarme para qué o por qué ha decidido meterse en el huerto de rodar un remake tan plano, con tan poca personalidad, visual, narrativa y actoral. Me ha hecho pensar que en manos de otro director, como por ejemplo David Fincher, que ya anduvo en un el mismo vecindario argumental al de esta historia con su película The Game, quizá habría alcanzado mayor interés este remake que junto a su planteamiento visual tremendamente plano desperdicia el talento de sus actores. Está claro que Josh Brolin está como actor por encima de algunos encargos que le caen encima, por ejemplo este. En el momento de la revelación del secreto que es el último y terrible chasco de la película, su interpretación sin embargo no convence nada. Otro tanto ocurre con su compañera de reparto, Elizabeth Olsen, mucho mejor actriz que lo que le deja mostrar Lee en este largometraje. Samuel L. Jackson está caricaturizado e inaguantable, lo mismo que Sharlto Copley, y en cuanto a Michael Imperioli, está más equilibrado, pero poco más. Respecto a las secuencias de acción, que eran el plato fuerte visual de la versión original, pasan aquí sin pena ni gloria. Recuerden las secuencias originales de la pelea con el martillo. Y la etapa de encierro se hace realmente difícil de seguir sin que los párpados te traicionen y se empeñen en cerrarse a poco que te descuides. En conclusión: una muy floja y totalmente innecesaria versión del original de Park Chan-wook, que además no saca todo el partido que podría a su reparto y visualmente se sitúa muy lejos de su precedente asiático.
Insisto: creo que Spike Lee tiene más cine dentro y mucho más cine que ofrecernos que el que nos propone en este trabajo, el más flojo y decepcionante de su carrera, tan anodino que explica por qué me pongo a temblar cuando escucho que Will Smith quiere hacer un remake de Grupo salvaje.
Me temo lo peor.
Miguel Juan Payán
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