Crítica de la película Operación Camarón
Da lo que promete, un rato divertido en una sala de cine.
Y nada más, ni menos. Operación Camarón es una propuesta que no pretende más que sacarnos unas cuantas carcajadas sin complicaciones, con un reparto atractivo, un guión cumplidor y un director experto en estas lides que nos ha dado películas de gran éxito como la secuela de Fuga de Cerebros, Es por tu bien o Lo dejo cuando quiera. Y que acaba de estrenar en Movistar + la magnífica serie Los Reyes de la Noche. Con todo eso, Carlos Theron parece el director idóneo para esta película y lo demuestra, sobre todo con su habilidad para sacar a su reparto interpretaciones inesperadas. Algo que no habíamos visto antes o que no esperábamos de algún intérprete y que consigue de nuevo en la película.
Un policía que acaba en Cádiz de forma poco… correcta, pero que así consigue el puesto que deseaba. Lo que no sabe, mientras trabaja en el almacén de pruebas, es que se va a ver envuelto en la misión de su vida, cuando debido a su pasado como pianista, una inspectora le fiche para colarse en un grupo musical que actuará en una boda. Una boda donde estará presente el narcotraficante más peligroso de Cádiz. El resto, pueden imaginárselo. Equívocos, humor absurdo, slapstick, bastante mala uva y el talento de un reparto desatado que se nota disfruta con lo que está haciendo, algo que no siempre es así. ¿Es sorprendente la historia? No, la verdad. Tampoco lo necesita, honestamente.
Por supuesto ese reparto liderado por Julián López es donde se encuentra lo verdaderamente interesante, aunque el guión de Manuel Burque (que también actúa en la película en un pequeño y divertido papel), y Josep Gatell, adaptando la película Song ‘e Napule, cumple con creces. Pero lo eleva todo el reparto, y no sólo nombres como López, Miren Ibarguren (cada vez que aparece la película despega), Paco Tous, Antonio Dechent, Alberto López, Julián Villagrán o Canco Rodríguez. También actores y actrices a los que vemos menos en comedia pero que deslumbran de verdad, por su talento, sus ganas y su presencia arrolladora, como son Natalia de Molina (que tiene varias comedias, pero siempre recordamos por sus papeles dramáticos) y Nene, Carlos Librado, a quien recordamos por la trilogía del Baztán o la brutal serie Gigantes…
Theron saca de ellos un trabajo enorme que hace que los tramos menos interesantes de la película pasen volando. Porque va a haber risas, pero la película no es perfecta. Alarga demasiado su metraje y tiene momentos en los que se convierte en dura e implacable, en cine de otro género, algo que no nos había presentado hasta el momento y que está quizá fuera de lugar, como el momento en el hotel o parte del tramo final. Pese a ello, sigue siendo una competente comedia que sabe hacer reír y reírse de sí misma, con varios descubrimientos interesantes (Xisco González o Manu González, por ejemplo) y con un tono desenfadado que la hace compañera de armas perfecta de Lo dejo cuando quiera, con la que comparte mucho.
Jesús Usero
★
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