Scarlett Johansson sustituye a Natalie Portman en la adaptación de Orgullo, prejuicio y zombis. La zombificación de la obra literaria de Jane Austen llevada a cabo con notable sentido del humor y capacidad para la autoparodia por Seth Grahame-Smith ha encontrado nueva vida cinematográfica con una ficha técnica distinta, ya que la salida del proyecto de Portman coincide con la del director inicialmente citado como responsable de la adaptación a la pantalla grande, David O. Russell…
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Scarlett Johansson sustituye a Natalie Portman en la adaptación de Orgullo, prejuicio y zombis. La zombificación de la obra literaria de Jane Austen llevada a cabo con notable sentido del humor y capacidad para la autoparodia por Seth Grahame-Smith ha encontrado nueva vida cinematográfica con una ficha técnica distinta, ya que la salida del proyecto de Portman coincide con la del director inicialmente citado como responsable de la adaptación a la pantalla grande, David O. Russell…
Sin nuevo director al frente del proyecto, aunque suena el nombre de David Slade, responsable de 30 días de oscuridad y Eclipse, pero con rumores que señalan a Bradley Cooper como un posible protagonista masculino, la película adquiere otro tono con Johansson al frente. Y ahora la pregunta es: ¿con quién os quedáis vosotros para darle leña a los zombis? Mi opinión es que Johansson puede encajar perfectamente en el papel, pero le da otro aire más pin-up a todo el asunto, mientras que Portman se me antoja más ajustada a la protagonista de la novela y a la era victoriana.
En todo caso, el mejor test sobre el asunto lo tenemos en la película que Portman y Johansson compartieron no hace mucho: Las hermanas Bolena. Ahí creo que quedó claro que cualquiera de las dos se ajusta al cine de época… pero de manera sensiblemente diferente.
Personalmente toda oportunidad de ver a Johansson repartiendo leña a los zombis me parece propicia, especialmente después de que se nos convirtiera en la Viuda Negra de Iron Man 2, pero entiendo que parte de la novela de Grahame-Smith tiene mucho que ver con la época en la que se desarrolla y el cachondeo de los mitos y tópicos que rodean a la sociedad inglesa de ese momento, y quizá eso estaba mejor defendido con Portman.
Vamos que estoy dividido, así que apreciaré todo tipo de opinión sobre el asunto para completar el puzzle.
Miguel Juan Payán
