A finales de los 80 se produjo un fenĂłmeno cinematogrĂĄfico ciertamente curioso, que sorprendiĂł a todos e hizo saltar las sospechas sobre supuestos casos de ÂŤespionaje industrialÂť en Hollywood. De repente, llegaban a las pantallas dos proyectos de semejante (o idĂŠntica) temĂĄtica, con poquĂsimo tiempo transcurrido entre un estreno y otro. Era como si los grandes estudios tuviesen infiltrados en las otras majors, pudiendo contraprogramar las producciones ambiciosas de la competencia con otras propias, con el objetivo de aprovecharse de una buena idea o, quiĂŠn sabe, de simplemente abrir una vĂa de agua en la nave rival, minimizando el hipotĂŠtico ĂŠxito de taquilla de un blockbuster de la competencia. Y no me refiero a esas producciones de bajĂsimo presupuesto que puntualmente se aprovechan del tirĂłn de las grandes producciones de los grandes estudios, como las producidas por The Globam Asylum (Alien vs. Hunter, I am Omega, Snakes on a Train son obras de esta compaĂąĂa que se estrenaron al rebufo de Alien vs. Predator, Soy Leyenda y Serpientes en el AviĂłn) o lo que en su dĂa, con intenciones parecidas, hacĂa el prolĂfico Roger Corman. AquĂ la competencia era directa y entre iguales: los grandes estudios pugnaban por llevarse el gato al agua con proyectos clonados.
El fenĂłmeno se extendiĂł hasta finales de los 90, conformando un periodo en el que las majors se miraban de reojo hasta blindar completamente las agendas de rodajes y estrenos. Fueron duelos en los que no siempre hubo un claro vencedor, y que incluso en algĂşn caso proporcionĂł dos obras interesantes, de caracterĂsticas distintas aunque con idĂŠntica temĂĄtica. Con todo, uno se alegra de que aquello terminase, porque para alguien que frecuenta los cines como yo lo hago, es preferible que en estos tiempos de limitada imaginaciĂłn las pelĂculas que vamos a ver sean distintas entre sĂ.
AsĂ sucediĂł:
DOS VERSIONES DE UNA CLĂSICA NOVELA
El 16 de diciembre de 1988 se estrenaba en los Estados Unidos Las Amistades Peligrosas, una lujosa versiĂłn del clĂĄsico de Cloderlos de Laclos dirigida por Stephen Frears, quien contĂł con un reparto de excepciĂłn para llevar a la pantalla esta historia sobre los perversos duelos mantenidos por la nobleza francesa a finales del siglo XVIII. Warner Bros. puso toda la carne en el asador para llevar a buen puerto una producciĂłn ambiciosa, que contaba con los rostros de John Malkovich, Glenn Close, Michelle Pfeiffer, Keanu Reeves y una sensual Uma Thurman.
La cinta logrĂł colarse entre las mĂĄs nominadas a los Ăscars de la Academia, obteniendo tres estatuĂllas: direcciĂłn artĂstica, vestuario y guiĂłn adaptado, ademĂĄs de sumar nominaciones para Glenn Close como mejor actriz, Michelle Pfeiffer como actriz de reparto y dos mĂĄs, correspondientes a mejor mĂşsica y mejor pelĂcula, lo que pone de manifiesto la trascendencia de la cinta en aquel aĂąo. En taquilla la cosa no fue del todo mal, logrando una recaudaciĂłn de 34 millones de dĂłlares, con 2 en el fin de semana de su estreno, lo que no es desdeĂąable tratĂĄndose de una pelĂcula de ĂŠpoca.
La pelĂcula de Stephen Frears no defraudĂł, y colmĂł las expectativas de una producciĂłn que aparece siempre como una de las mĂĄs destacadas del aĂąo 1988, y que nos dejĂł interesantes actuaciones de su excelente reparto.
Y once meses mĂĄs tarde, se estrenĂł Valmont, otra versiĂłn de la misma novela, aunque muy distinta en pretensiones y rasgos estilĂsticos. El director era el oscarizado Milos Forman, quien ya habĂa triunfado aĂąos atrĂĄs con obras como Hair, Alguien VolĂł Sobre el Nido del Cuco o Amadeus. Valmont bebĂa del mĂĄs clĂĄsico cine europeo, mucho mĂĄs sobrio y contenido que el tono desarrollado por Stephen Frears en su pelĂcula. Esa sobriedad quedaba de manifiesto ya en el reparto, encabezado por una soberbia Anette Bening y un desconocido por aquel entonces Colin Firth.
Si Warner estaba detrĂĄs de Las Amistades Peligrosas, dos estudios pequeĂąos financiaron Valmont: Renn Productions y Timothy Burrill Productions, cuyas pretensiones no era, ni mucho menos, las mismas que en la major. Con todo, la pelĂcula obtuvo un gran reconocimiento en cĂrculos minoritarios, y se colĂł en la ceremonia de los Ăscars con una nominaciĂłn al mejor diseĂąo de vestuario.
Las dos versiones estaban, no obstante, ligeramente por debajo de la versiĂłn rodada en 1959 por Roger Vadim, con Jeanne Moreau y GĂŠrard Philipe en el reparto.
Y la ganadora fue: Las Amistades Peligrosas. DifĂcil resulta evaluar el daĂąo que Valmont hizo a su competidora, pero lo cierto es que que ĂŠsta jugaba en otra liga. La pelĂcula de Stephen Frears resultaba mĂĄs asumible para el espectador medio, que recibĂa de buen agrado una historia protagonizada por rostros tan conocidos como Close, Malkovich o Pfeiffer. Valmont resultĂł ser tambiĂŠn una estimable pelĂcula, pero se quedĂł lejos de la repercusiĂłn de la producciĂłn Warner.
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DOS VERSIONES DE UN HĂROE CLĂSICO
Es ĂŠste un caso peculiar de competencia directa, ya que uno de los contendientes fue concebido como una producciĂłn televisiva, que, no obstante, sĂ tuvo distribuciĂłn cinematogrĂĄfica fuera de los Estados Unidos, lo que probablemente influyera en la recaudaciĂłn de su competidora.
El 13 de mayo de 1991 se emitĂa en la televisiĂłn americana Robin Hood, El MagnĂfico, una modesta aunque ambiciosa adaptaciĂłn del hĂŠroe dirigida por el solvente John Irvin. Patrick Bergin se puso en la piel de Robin Hood, mientras que a Uma Thurman le tocaba esta vez figurar en la versiĂłn pequeĂąa de la historia, al contrario de lo que le habĂa ocurrido un par de aĂąos antes. Entre los secundarios pudimos encontrar nombres tan competentes como los de Jurgen Prochnow o Edward Fox, protagonista del Chacal de Fred Zinnemann.
Irvin realizĂł un buen trabajo, que sin embargo se quedĂł absolutamente eclipsado por la fanfarria de la versiĂłn que llegarĂa a las pantallas americanas muy poco tiempo despuĂŠs, protagonizada por un Kevin Costner que por aquel entonces era una estrella indiscutible.
Estrenada el 14 de junio de 1991, sĂłlo un mes despuĂŠs de la emisiĂłn televisiva de la otra versiĂłn, Robin Hood, PrĂncipe de los Ladrones sufriĂł en los cines del resto del mundo la competencia directa de su modesta hermana gemela. Como es lĂłgico la taquilla que hizo fue muy superior a la de una producciĂłn que ni siquiera compitiĂł en los cines americanos. 390 millones de dĂłlares y 25 en el fin de semana del estreno fue la recaudaciĂłn de una ambiciosa producciĂłn dirigida por el protegido de Costner, Kevin Reynolds, quien pareciĂł verse superado por la magnitud del proyecto financiado por Warner, el estudio que una vez mĂĄs veĂa cĂłmo le ponĂan piedras en el camino con otra pelĂcula igual a la suya.
La pelĂcula era un producto destinado al lucimiento de un Kevin Costner elevado al estrellato con el triunfo de Bailando con Lobos dos aĂąos antes. Y contaba ademĂĄs con Morgan Freeman en un inesperado papel, Mary Elizabeth Manstrantonio, Christian Slater, Alan Rickman como genial villano, y un sorprendente Sean Connery como Ricardo CorazĂłn de LeĂłn. El tema musical Everything I do, I do it for you, interpretado por Bryan Adams, logrĂł una nominaciĂłn, y la cinta fue un enorme ĂŠxito de pĂşblico, no tanto de crĂtica. Y todos recordamos ese espectacular plano de la cĂĄmara sobre la flecha disparada por un inexpresivo Costner.
Y la ganadora fue: Robin Hood, PrĂncipe de los Ladrones. Sin ser una maravilla, y desde luego muy lejos del Robin Hood de Errol Flynn, la pelĂcula de Kevin Reynolds logrĂł una decente taquilla, y mucha mĂĄs trascendencia que su competidora televisiva, que, no obstante, era un correcto acercamiento a un legendario personaje. Con todo, es probable que la presencia de Robin Hood El MagnĂfico restase recaudaciĂłn a la otra en los cines del resto del mundo.
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DOS VERSIONES DE UNÂ MITO DEL SALVAJE OESTE
El dĂa de Navidad de 1993 se estrenĂł en los Estados Unidos Tombstone, un western dirigido por el poco competente George Pan Cosmatos, responsable de dos ĂŠxitos de Stallone: Rambo II y Cobra. El director, fallecido en 2005, se rodeĂł de un interesante elenco para poner en la pantalla de los cines una nueva versiĂłn del duelo en OK Corral protagonizado por Wyatt Earp y su sĂŠquito, frente a los hermanos Clanton y el suyo. Kurt Russell era Wyatt Earp, y Val Kilmer su inseparable Doc Holliday. Con ellos, rostros conocidos como los de Sam Elliot, Michael Biehn, Thomas Hayden Church (mucho antes de convertirse en el Hombre de Arena) o Jason Priestley, en su papel cinematogrĂĄfico mĂĄs relevante tras triunfar en la tele con SensaciĂłn de Vivir.
La pelĂcula resultĂł ser una divertida adaptaciĂłn de una historia que ya habĂa sido llevada a la gran pantalla en multitud de ocasiones, aunque nunca con la grandeza de PasiĂłn de los Fuertes, dirigida en 1946 por John Ford, con Henry Fonda como Wyatt Earp. Por su parte, John Sturges estrenĂł en 1957 Duelo de Titanes, otra estupenda versiĂłn con Burt Lancaster y Kirk Douglas. Pero, una vez mĂĄs, Kevin Costner estaba en el ajo…
Efectivamente, la rutilante estrella veĂa cĂłmo una vez mĂĄs uno de sus proyectos mĂĄs ambiciosos era torpedeado con otro similar estrenado precisamente poco antes que el suyo, para, segĂşn sus propias palabras, impedir el recorrido comercial de su obra. Costner, quien habĂa guardado silencio con motivo del estreno de su Robin Hood respecto a esta cuestiĂłn, no se callĂł esta vez, y denunciĂł abiertamente una conspiraciĂłn para perjudicarle.
Pero, aunque la competencia de Tombstone no ayudĂł, lo cierto es que el Wyatt Earp de Costner resultĂł ser una pelĂcula fallida. Se estrenĂł el 24 de junio de 1994, siete mesĂŠs despuĂŠs de Tombstone, y contĂł como director con un nombre imprescindible en la historia del cine moderno, Lawrence Kasdan, guionista de En Busca del Arca Perdida, El Imperio Contraataca y El Retorno del Jedi, y director de Fuego en el Cuerpo, Reencuentro, Silverado o El Turista Accidental. Un hombre de peso en la industria que no fue capaz de sacar partido de una producciĂłn complicada.
Su Wyatt Earp terminĂł siendo una pesadĂsima pelĂcula de mĂĄs de tres horas de duraciĂłn, lastrada por un ritmo cansino, aunque no exenta de cosas buenas, como el excelente Doc Holliday encarnado por Dennis Quaid, o la impecable factura de las escenas clave de la pelĂcula. Obtuvo, ademĂĄs, una nominaciĂłn al Ăscar a la mejor fotografĂa.
Y la ganadora fue: Empate tĂŠcnico. Wyatt Earp presentaba mejor factura, pero en la taquilla ganĂł Tombstone, que recaudĂł 56 millones de dĂłlares en los Estados Unidos, mĂĄs del doble que su competidora. Vistas hoy, las dos cintas tienen cosas buenas y malas, aunque la de George Pan Cosmatos soporta mejor un visionado, gracias a su pretensiĂłn de pelĂcula entretenida sin mĂĄs, frente a los deseos de grandeur de la de Costner y compaĂąĂa.
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DOS PELIS ANIMADAS CON INSECTOS
En 1997 tres pesos pesados de la industria del entretenimiento fundaron un ambicioso estudio cinematogrĂĄfico. Steven Spielberg, David Geffen y Jeffrey Katzenberg estaban detrĂĄs de DreamWorks, una compaĂąĂa que debutĂł con la producciĂłn de El Pacificador, una entretenida pelĂcula de acciĂłn protagonizada por George Clooney y Nicole Kidman. Y el 2 de octubre de 1998 estrenĂł su primer proyecto de animaciĂłn: AntZ, la historia de una incansable hormiga a quien ponĂa voz Woody Allen, dirigida por Eric Darnell y Tim Johnson.
AntZ fue un moderado ĂŠxito de taquilla que obtuvo ademĂĄs muy buenas crĂticas, gracias a sus entraĂąables personajes que contaban con voces como las de Dan Aykroyd, Anne Bancroft, Danny Glover, Gene Hackman, Sylvester Stallone y Sharon Stone. Y uno se acuerda especialmente de Z, la hormiga con voz y maneras de Woody Allen, un personaje genial que se marcaba ademĂĄs un baile a lo Pulp Fiction con la Princesa Bala, a quien ponĂa voz Sharon Stone.
Lo increĂble es que AntZ tuvo la rĂŠplica en Bichos, estrenada el 20 de noviembre de ese mismo aĂąo, es decir, !apenas cincuenta y ocho dĂas despuĂŠs del estreno de la peli de DreamWorks! Bichos era la segunda gran apuesta de Pixar, el estudio que habĂa arrasado con Toy Story, y contĂł en la direcciĂłn con el genial John Lasseter, autĂŠntico artĂfice del ĂŠxito de Pixar, quien estarĂa acompaĂąado en la direcciĂłn por Andrew Stanton.
Bichos fue un nuevo ĂŠxito de la ya mĂtica Pixar, y contĂł con las voces de Dave Foley, Kevin Spacey o una pre-HĂŠroes, Hayden Panettiere. Pasado el tiempo, quien esto escribe considera que Bichos es la peor pelĂcula del estudio, o, para ser mĂĄs justos, la menos buena.
Y la ganadora fue: Bichos, aunque en la foto-finish…Lo cierto es que AntZ era mĂĄs redonda en cuanto a argumento y resoluciĂłn, pero la de Pixar, beneficiada sin duda por el efecto Toy Story, arrasĂł en la taquilla, con 363 millones de dĂłlares recaudados en todo el mundo, frente a los 171 de su competidora.
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DOS VERSIONES DE UN POSIBLE FIN DEL MUNDO
En 1979 Sean Connery se enfrentĂł a la posibilidad de que un meteorito se cargase nuestro planeta en Meteoro, dirigida por Ronald Neame. En 1998 esa posibilidad volviĂł a verse en las salas de cine, por partida doble.
El 8 de mayo se estrenĂł en los cines norteamericanos Deep Impact, otra producciĂłn de DreamWorks dirigida por Mimi Leder, quien volvĂa a ponerse tras las cĂĄmaras en una pelĂcula del reciĂŠn creado estudio, tras su debut en El Pacificador.Deep Impact ponĂa especial ĂŠnfasis en los personajes de los astronautas encargados de la misiĂłn casi imposible de destruĂr el meteorito antes de su colisiĂłn con La Tierra, y contĂł con un competente reparto con Morgan Freeman como Presidente de los USA, TĂŠa Leoni, Robert Duvall, Vanessa Redgrave o Elijah Wood. Fue una apuesta arriesgada, teniendo en cuenta su guiĂłn,plagado de escenas trĂĄgicas aunque con el inevitable happy end. Vista hoy, puede que se quede algo desfasada, teniendo en cuenta la proliferaciĂłn de cine catastrĂłfico que se ha producido desde entonces, pero es indudable su capacidad para hacernos pasar un buen rato. Pero sĂłlo dos meses despuĂŠs llegĂł a los cines un blockbuster que mandĂł a Deep Impact al olvido…
Y es que el 1 de julio se estrenĂł una de esas pelĂculas destinadas desde el momento de su concepciĂłn a romper las taquillas. Por muchos motivos. En primer lugar el nombre de su productor, ese Jerry Bruckheimer responsable de ĂŠxitos del calibre de Top Gun, Superdetective en Hollywood, Flashdance,Dos PolicĂas Rebeldes, Piratas del Caribe y tantas otras pelĂculas que le han convertido en el productor estrella de la Meca del cine. En segundo lugar su condiciĂłn de pelĂcula de gĂŠnero, repleta de efectos especiales que se podĂan intuĂr en los numerosos trĂĄilers que se proyectaron en los cines muchos meses antes del estreno, lo que contribuyĂł sin duda a aumentar la expectaciĂłn. Y en tercer lugar, el espectacular reparto, con Bruce Willis, Ben Affleck, Liv Tyler, Billy Bob Thornton, Steve Buscemi, Owen Wilson, Will Patton, Michael Clarke Duncan, Peter Stormare o William Fichtner, sin olvidarnos del director Michael Bay, ese inefable cineasta que antes ya habĂa logrado dos ĂŠxitos con Bruckheimer como productor, La Roca y Dos PolicĂas Rebeldes.
Armageddon lo tenĂa todo para triunfar, y lo hizo. La pelĂcula resultĂł ser una divertida montaĂąa rusa, con un guiĂłn que delataba mil y una reescrituras, a cargo de Tony Gilroy (Michael Clayton), Jonathan Hensleigh (Jungla de Cristal, La Venganza) y…J.J. Abrams. Buena parte de las ciudades mĂĄs importantes del planeta quedaban reducidas a ceniza, y la cinta contaba ademĂĄs con las inevitables escenas ĂąoĂąas a cargo de la insufrible parejita Ben Affleck-Liv Tyler, sin olvidarnos de ese sacrificio de uno de los protagonistas en favor de la pervivencia de la especie humana. Fueron ciento cincuenta minutos de acciĂłn, drama, efectos visuales y pura adrenalina contenida en una pelĂcula que logrĂł cuatro nominaciones a los Ăscars, correspondientes a efectos de sonido, efectos especiales, sonido y canciĂłn, para la pegadiza I Don`t Want to Miss a Thing, a cargo del grupo Aerosmith.
Y la ganadora fue: Armageddon. ResultĂł algo mĂĄs entretenida que Deep Impact, y en la taquilla no hubo discusiĂłn: 553 millones de dĂłlares recaudados en todo el mundo, con un fin de semana de estreno de 36 millones. Su competidora, por su parte, se conformĂł con 349 millones, aunque recaudĂł mĂĄs en el primer fin de semana, 41 millones.
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Y esta es la historia de un curioso fenĂłmeno que, afortunadamente, no ha vuelto a producirse. Aunque a punto estuvo de repetirse. En 2004 el director de Moulin Rouge, Baz Luhrmann, estaba dispuesto a rodar una pelĂcula sobre Alejandro Magno, un proyecto que nunca vio la luz, debido a que Oliver Stone se le adelantĂł y estrenĂł su propia versiĂłn. Y, visto lo visto, podĂa haberse arriesgado, ya que el Ăşnico Alejandro que vimos no resultĂł ser una maravilla precisamente…
Nos vemos en el cine…