fbpx
AccionCine tu revista de cine y series
23 C
Madrid
jueves, septiembre 12, 2024
PUBLICIDAD

Muere Jacinto Molina, alias PAUL NASCHY

El cine espaรฑol acaba de perder a otro de sus grandes con el fallecimiento de Jacinto Molina, alias Paul Naschy, el cรฉlebre astro del cine de terror que fuera de nuestras fronteras, en Francia, Alemania, etcรฉtera recibe el trato que se le dispensa a los miembros de la realeza entre los grandes iconos del gรฉnero. Venerado y coleccionado con total entrega por aficionados al cine de gรฉnero de todo el mundo โ€“sus pelรญculas llegaron hasta Japรณn, paรญs con el que puso en pie alguna coproducciรณn-, el actor ย madrileรฑo contaba 75 aรฑos y ha fallecido en Madrid vรญctima de un cรกncer de pรกncreas.

Cierto es que la crรญtica mรกs previsible, convertida en zombi a base de masticar eslรณganes y consignas y tocarse con el gorro frigio de la intelectualidad mal entendida, siempre paradรณjicamente presta a accionar el mecanismo de la guillotina de la descalificaciรณn aun pretendiendo defender a perpetuidad valores supuestamente humanistas, fue miope y torpe con รฉl como con tantos otros cineastas mรกs inclinados a proporcionarnos sano entretenimiento que a soltarnos panfletos o sesudas reflexiones aprovechando nuestra indefensiรณn como espectadores en la sala oscura. ย Suerte para รฉl que tanta gente del pรบblico soberano le reconociera en su รฉpoca de รฉxitos como lo que era en realidad: un maestro del entretenimiento, un amo del calabozo de la diversiรณn a golpe de sustos y gritos, un intrรฉpido del maquillaje y un enamorado de su oficio.

molina1b

El cine espaรฑol acaba de perder a otro de sus grandes con el fallecimiento de Jacinto Molina, alias Paul Naschy, el cรฉlebre astro del cine de terror que fuera de nuestras fronteras, en Francia, Alemania, etcรฉtera recibe el trato que se le dispensa a los miembros de la realeza entre los grandes iconos del gรฉnero. Venerado y coleccionado con total entrega por aficionados al cine de gรฉnero de todo el mundo โ€“sus pelรญculas llegaron hasta Japรณn, paรญs con el que puso en pie alguna coproducciรณn-, el actor ย madrileรฑo contaba 75 aรฑos y ha fallecido en Madrid vรญctima de un cรกncer de pรกncreas.

Cierto es que la crรญtica mรกs previsible y convertida en zombi a base de masticar eslรณganes y consignas y tocarse con el gorro frigio de la intelectualidad mal entendida, siempre paradรณjicamente presta a accionar el mecanismo de la guillotina de la descalificaciรณn aun pretendiendo defender a perpetuidad valores supuestamente humanistas, fue miope y torpe con รฉl como con tantos otros cineastas mรกs inclinados a proporcionarnos sano entretenimiento que a soltarnos panfletos o sesudas reflexiones aprovechando nuestra indefensiรณn como espectadores en la sala oscura. ย Suerte para รฉl que tanta gente del pรบblico soberano le reconociera en su รฉpoca de รฉxitos como lo que era en realidad: un maestro del entretenimiento, un amo del calabozo de la diversiรณn a golpe de sustos y gritos, un intrรฉpido del maquillaje y un enamorado de su oficio.

MOLINANASCHY

Se le ha calificado como โ€œel Boris Karloff espaรฑolโ€ a modo de piropo bienintencionado, pero condescendencias al margen lo cierto es que Jacinto Molina, si bien muy posiblemente disfrutaba en su fuero interno del comprensible orgullo que pudiera proporcionarle tal comparaciรณn, ย no necesitaba de concesiones y tenรญa suficiente carisma en el acotado terreno del cine de terror como para poder presumir de su propia naturaleza como conductor del expreso del cine fantรกstico espaรฑol, para el que tan rentables fueron las peripecias de Paul Naschy en la saga de Walpurgis interpretando al licรกntropo Valdemar Daninsky. Las aventuras del noble maldito que se convertรญa en hombre lobo eran pregonadas por las paredes y los cines de la Espaรฑa de finales de los 60 y primeros 70 con llamativos carteles repletos de monstruos varios que a su peculiar modo quizรก involuntario se hacรญan eco de las incertidumbres sociales que acompaรฑaron los รบltimos aรฑos del rรฉgimen del general Franco.

Tuve la suerte de entrevistar a Jacinto Molina hace muchos aรฑos, cuando yo empezaba en esto del periodismo y con motivo del comienzo de rodaje de una de sus pelรญculas como director, El aullido del diablo (1987), que dicho sea de paso me ofreciรณ la oportunidad de hablar tambiรฉn con una de mis โ€œchicas Bondโ€ favoritas, Caroline Munro. Al contrario de lo que yo habรญa previsto, la entrevista con aquella Venus del cine de miedo a la que habรญa admirado siendo mรกs joven en pelรญculas como La espรญa que me amรณ, Capitรกn Kronos cazavampiros y El viaje fantรกstico de Simbad fue mucho menos emocionante e interesante que la charla de aproximadamente una hora que mantuve con Jacinto Molina. Ella estaba mรกs preocupada en peinarse su larga cabellera que en contestar a mis preguntas. Pero รฉl era una de las voces mรกs autorizadas del cine espaรฑol para hablar del gรฉnero de terror. La crรญtica podรญa negarle el saludo, como a prรกcticamente todos los directores y actores que durante tantos aรฑos nos habรญan entretenido en las sesiones continuas de programa doble habituales en los cines de barrio, pero รฉl se mantenรญa en la brecha con un tesรณn y una entrega a su pasiรณn por entretenernos que forzosamente resultaba contagiosa y hoy me hacen pensar que a nivel cinematogrรกfico lo que se merece este infatigable cineasta es un funeral vikingo.

Recuerdo que entre otras cosas hablamos de la licantropรญa, de todos los licรกntropos del cine, y recuerdo como uno de los momentos mรกs gratos de mi carrera estar ante el gran Jacinto Molina escuchando su explicaciรณn de por quรฉ creรญa รฉl que para crear un buen hombre lobo el ingrediente esencial era el hombre y no la bestia, porque sรณlo reconociรฉndonos en el hombre como espectadores podrรญamos temer el momento en que se manifestarรญa en รฉl la presencia de la bestia que acabarรญa por dominarle.

Jacinto Molina no era partidario de meterle mucho efecto especial al asunto, preferรญa el maquillaje y ponรญa รฉnfasis en que al final el mejor efecto especial era el trabajo del actor trabajando por encima de la propia mรกscara. Algunas de las cosas que me contรณ aquella tarde siguen viniรฉndome a la memoria cuando explico el gรฉnero de terror en mis clases de cine, a pesar de que han pasado ya mรกs de dos dรฉcadas. Asรญ que cuando esta maรฑana mi hermano me mandรณ un mensaje al telรฉfono mรณvil poniรฉndome al tanto de la muerte de Jacinto Molina lo primero que pensรฉ fue que es una lรกstima que no le haya dado tiempo a ver la prรณxima interpretaciรณn del hombre lobo llevada a cabo por Benicio Del Toro, sobre la cual sin duda habrรญa tenido mucho que contar, opinar y enseรฑar.

Las fotos que acompaรฑan este texto son de La marca del Hombre Lobo (1968) y Doctor Jekyll y el Hombre Lobo (1972), ambas protagonizadas por Paul Naschy en con guiรณn de Jacinto Molina, esa dualidad que siempre acompaรฑรณ su carrera.

El verdadero secreto de Jacinto Molina y su mejor epitafio es que le gustaba el cine y hacรญa el cine que le gustaba. Muchos le debemos unas cuantas horas de diversiรณn y evasiรณn en la sala oscura.

Miguel Juan Payรกn

AccionCine - รšltimos nรบmeros

Paypal

SUSCRรBETE - PAGA 10 Y RECIBE 12 REVISTAS AL Aร‘O

Artรญculos relacionados

PUBLICIDAD

รšltimos artรญculos