Gerard Butler protagoniza esta curiosa pelรญcula en torno al mundo del surf. Y bienvenido sea, porque llevรกbamos un tiempo si tener noticias del protagonista de 300, entre otras cosas porque pelรญculas suyas como Machine Gun Preacher nunca han llegado a nuestro paรญs. Y asรญ es difรญcil seguirle la pista a un actor tan interesante. Por ahora nos presenta esta fรกbula sobre el mundo del surf, que tiene algunas cosas en comรบn con otra pelรญcula estrenada no hace mucho en nuestro paรญs con las olas como telรณn de fondo, Soul Surfer, pero se aleja de aquella en cuanto al tema religioso, centrรกndose en aspectos mรกs terrenales y, a la vez, mรกs interesantes.
Todo gira en torno a Jay Moriarty, un joven de familia disfuncional (su padre le abandonรณ a รฉl y a su madre de niรฑo) con un talento natural para el surf, que admira con locura a su vecino Frosty, una antigua leyenda del surf, y que al seguirle descubre los Mavericks, unas olas enormes y casi secretas que se producen a pocos kilรณmetros de su casa, y que desea cabalgar. Pero son olas que pueden matar a cualquiera, por lo que Frosty tendrรก que enseรฑarle. Por supuesto todo basado en la vida real del joven Jay Moriarty, aquรญ en la piel sobre todo de Jonny Weston, un joven algo inexpresivo que termina siendo parte renqueante de la pelรญcula. No es que lo haga mal, pero rodeado de nombres como Butler, Elisabeth Shue, Abigail Spencer o incluso Lever Rambin, pues no termina de cuajar.
Lo que si cuaja es la soberbia direcciรณn a cuatro manos de Curtis Hanson y Michael Apted. El segundo tuvo que hacerse cargo del rodaje durante las tres รบltimas semanas debido a los graves problemas de salud de Hanson, pero entre los dos componen un fresco visual poderoso y brillante, sobre todo en lo que respecta a las escenas acuรกticas, donde (al contrario que en tantas producciones sobre surf) los efectos visuales, si los hay, no se les nota. La fuerza de las olas, la enormidad de esos Mavericks, el enfrentamiento entre hombre y naturalezaโฆ Son momentos de รฉpica espectacular, unidos a un buen trabajo con los actores y la puesta en escena (la casa del protagonista, la despedida del padreโฆ).
Quizรก peca en exceso de fรณrmula Karate Kid, con maestro entrenando a joven aprendiz, lo que les lleva a desarrollar una relaciรณn padre/hijo que la propia pelรญcula se empeรฑa en recalcar, pese a que el espectador seguro se ha dado cuenta. Y a veces no se decide sobre quiรฉn es el verdadero protagonista, si Frosty o Jay, como en cierto momento importante de la trama que conviene no revelar. Esa duda la hace titubear dramรกticamente, pero la conexiรณn entre esos dos personajes se entiende y asume a la perfecciรณn, encontrando ambos lo que creรญan perdido en el otro. El resultado es una emotiva pelรญcula, quizรก algo simplista, pero brillante y รฉpica en sus escenas acuรกticas, sincera y sencilla. Buen cine para pasar una tarde. Y para ver en todo su esplendor en pantalla grande. Esas olas lo merecen.
Jesรบs Usero
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