Pese a haber recaudado más de 1100 millones de dólares de la mano de James Wan y tener una secuela asegurada que Jason Momoa ha garantizado que tiene una historia ya cerrada, la cosa podía haber sido muy muy distinta si Kevin Tsujihara, quien fuese CEO de Warner Bros., hubiese conseguido convencer al director Peter Jackson de que se hiciese cargo de la película.
El propio Jackson lo ha contado en una entrevista en exclusiva con Empire, en la que ha narrado la llamada que recibió por parte de Tsujihara, en la que le preguntó si era fan de Aquaman y él respondió que no, y seis meses después volvió a llamarle con la misma pregunta y de nuevo dijo que no, pero explicando que ya se lo había dicho, ya que él sólo lee Tintín, no es un tipo aficionado a los superhéroes. Según Jackson lo que le acabó diciendo es que hacer una película era algo muy duro y que él sólo quería comprometerse con proyectos que le entusiasmasen, como parece ser el documental They Shall not Grow Old que estrnó hace poco, y ahora el de Los Beatles que prepara y del que ya hablamos aquí hace un tiempo.
Jesús Usero
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