Hace justamente dos aรฑos, una comedia espaรฑola se presentรณ en la cartelera revelรกndose, en mi opiniรณn, como la gran sorpresa del aรฑo. Fuera de Carta era la primera pelรญcula de Nacho Garcรญa Velilla, experimentado realizador televisivo que reclutรณ un destacado reparto encabezado por Javier Cรกmara, en el papel de un cocinero gay que debรญa de pelear por la custodia de sus hijos. La pelรญcula tuvo su pรบblico, aunque no pasรณ de ser una cinta espaรฑola sensiblemente mejor considerada que la media, teniendo en cuenta que se trataba de un producto alejado de los nombres consagrados e intocables de siempre, los Almodรณvar, Amenรกbar o de la Iglesia. Y logrรณ รบnicamente dos nominaciones a los Goya (para Javier Cรกmara como actor principal y Fernando Tejero como actor de reparto), confirmando la tendencia que indica que la comedia siempre es peor tratada en las entregas de premios.
El director repite ahora con Javier Cรกmara como protagonista, en Que se mueran los feos, otra comedia de acertado y ajustado cรกsting, que abandona la sofisticaciรณn de la nouvelle cuisine presente en Fuera de Carta para adentrarse en esa Espaรฑa agreste que tan bien suele funcionar como vehรญculo transmisor de carcajadas. Y es que, no lo neguemos, el paisano, el pueblerino, con sus quehaceres primarios, sus fincas y sus granjas, puede ser fuente de risas si la comedia que protagoniza cumple unos mรญnimos de estilo y guiรณn.
Estamos, por tanto, ante una comedia rural, un vodevil tรญpicamente espaรฑol aderezado por el buen trabajo de un grupo de intรฉrpretes que se bastan para hacer que la cinta nos interese y no caigamos en el aburrimiento. Son los actores y actrices los que levantan un guiรณn repleto de tรณpicos agrรญcolas, personajes estereotipados y tramas mil veces vistas. Tenemos una historia de feos enamorados del amor, mรกs que de las personas, gentes que tristemente ignoran la grandeza de ese sentimiento porque su fรญsico nunca se lo ha permitido, lo que nos llevaย a pensar en el terrible drama que la pelรญcula esconde tras su fachada de simple comedia de gags fรญsicos y freaks de populacho. Quitemos a Cรกmara, a Tristรกn Ulloa, a Ingrid Rubio, a Carmen Machi o al maestro Juรกn Diego y la pelรญcula serรญa distinta, y, sencillamente, mucho peor.
Lo de Javier Cรกmara es una nueva demostraciรณn de que es uno de los mejores actores de nuestro paรญs. Y quien diga que se repite con papeles como รฉste (ciertamente muy en la lรญnea de los que suele interpretar), que recuerde su trabajo en cosas como Hable con Ella. No es justo considerarle como un comicastro, ya que es mucho mรกs que eso. De hecho es tan buen actor que es probable que algรบn dรญa llegue a la grandeza de un Juรกn Diego que no entiende de papeles menores, ni de gรฉneros menores. Su personaje de Auxilio es una delicia berlanguiana que aparece como el motor de la historia, casi como la conciencia de unos protagonistas hastiados del corsรฉ que supone ese pueblo pequeรฑo de esa Espaรฑa profunda…
Ingrid Rubio, Juliรกn Lรณpez, Marรญa Pujalte, Carmen Machi….hasta Hugo Silva resulta convincente en su papel de canalla con buen corazรณn. Y al lado de tan competentes intรฉrpretes, un puรฑado de gags hilarantes y situaciones cรณmicas, que no alcanzan la frescura de Fuera de Carta, pero que han de garantizar un aceptable resultado econรณmico para una industria como la nuestra, tan necesitada de esos รฉxitos.
Que nadie busque diรกlogos รกcidos y talentosos, ni humor inteligente. Tampoco encontraremos encuadres magistrales ni travellings rotundos. Esto es puro cine palomitero, en clave de comedia, que ademรกs sigue con esa tendencia tan marcada en los รบltimos tiempos en nuestro cine de ganarse al pรบblico que compulsivamente se sienta cada noche delante de la televisiรณn para seguir esas series espaรฑolas tan exitosas, contando con los mismos intรฉrpretes que las protagonizan. Pero aquรญ, afortunadamente, tenemos algo mรกs que un puรฑado de rostros populares.
Que se mueran los feos no es alta comedia, sino una muestra mรกs de un gรฉnero que desde siempre ha funcionado bien en nuestro paรญs. Podemos remontarnos al landismo, a Berlanga e incluso a Azcona o Cuerda. Sonrisas inocentes y frรญvolas que nos llegan desde los pueblos, los campos, las granjas y los tractores de este paรญs nuestro. Y es que Espaรฑa tambiรฉn es esto…
Santiago Vรกzquez Gรณmez.