REC4: Apocalipsis. Cierre trepidante en clave aventurera y espectacular para la taquillera saga.
Aunque obviamente nadie entre los responsables de la misma quiere comprometerse a desvelar si este es un punto final para la taquillera saga o simplemente un punto y aparte (supongo que la taquilla tiene la รบltima palabra, porque no estรกn los tiempos para andar desperdiciando ocasiones de llevar a la gente a los cines), lo que sรญ estรก totalmente claro cuando terminas de ver la cuarta pelรญcula de REC es que Jaume Balaguerรณ ha cerrado un ciclo en la franquicia que รฉl mismo co-creรณ junto con Paco Plaza poniendo en el paisaje del cine de terror a sus infectados-endemoniados, que si me permiten la opiniรณn, son protagonistas de una de las incorporaciones mรกs interesantes a la galerรญa de monstruos del terror moderno por su naturaleza como reescritura del muerto viviente al estilo Romero. Sรณlo recuerdo una reinvenciรณn autรณctona de monstruo tan eficaz en la historia del cine de terror espaรฑol, los zombis templarios de Amando de Ossorio, protagonistas de una tetralogรญa mรญtica del horror cinematogrรกfico desarrollado en la penรญnsula en los aรฑos setenta, que tan fructรญferos e interesantes fueron para el cine fantรกstico espaรฑol. Justo es que les reconozcamos aย Plaza y Balaguerรณ esa aportaciรณn que ademรกs ha servido para darle alas en la taquilla al cine de gรฉnero espaรฑol y nos ha proporcionado unos cuantos muy buenos ratos de cine de evasiรณn y salas de cine adornadas con los gritos de los espectadores.
Para su cierre de este ciclo, Balaguerรณ ha elegido arriesgarse en varios terrenos y apartarse de las claves del โmetraje encontradoโ y la cรกmara al hombro que caracterizaron las dos primeras entregas de la saga y fueron lo mรกs interesante de la primera pelรญcula, REC, convertida a lomos de esa fรณrmula en un autรฉntico fenรณmeno social. El director era consciente de que tal mecanismo o fรณrmula habรญa quedado ya agotada en las dos primeras entregas, donde รฉl y Plaza la exprimieron al mรกximo, y ademรกs su posible variante satรญrica habรญa sido desarrollada de manera particularmente brillante en esa farsa genial que fue la muy divertida tercera entrega, de cuyo uso de las claves costumbristas llevadas al lรญmite podrรญamos estar hablando horas. Asรญ las cosas, a Balaguerรณ no le quedaba sino romper el ciclo por un camino inevitablemente ajeno a las claves anteriores y llevar el final del relato hacia el cine de aventuras y espectรกculo mรกs propio de la era blockbuster en la que nos encontramos. No era un camino ventajoso porque propicia comparaciones inevitables con el tono, recursos y logros de su inmediato precedente, REC 3, pero Balaguerรณ ha sabido moverse en ese replanteamiento de la fรณrmula hacia territorios genรฉricos supuestamente mรกs convencionales tirando de su pericia como director y subiendo las apuestas en lo que a acciรณn. Quiere esto decir que tirando de los elementos originales del primer REC, Balaguerรณ nos propone un giro del terror mรกs puro de la primera entrega hacia el gรฉnero de aventuras en una clave que acerca la propuesta hacia el territorio y el tono de Resident Evil. Pero no se engaรฑen. Balaguerรณ sigue estando ahรญ. Y su talento como narrador visual tambiรฉn. Ademรกs saca el mรกximo partido a su decisiรณn de subir las apuestas en lo referido al reto de la filmaciรณn en el interior del barco. REC4: Apocalipsis es como consecuencia de ello un broche final muy divertido para la saga, que obviamente opera en las antรญpodas de la รบltima e interesantรญsima propuesta de terror del director, Mientras duermes, pero no por ello deja de ser un buen trabajo de direcciรณn. Si lo dudan, les propongo un ejercicio que yo mismo he hecho antes de redactar esta crรญtica, vean la mucho mรกs floja pelรญcula Virus (1999), que argumentalmente puede tener algunos puntos en comรบn con REC4, y comprenderรกn a quรฉ me refiero cuando digo que la personalidad de Balaguerรณ como director es la mejor arma para superar el inevitable juego de tรณpicos que condiciona este tipo de fรณrmula en la que se alรญan el terror y las aventuras.
Miguel Juan Payรกn
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