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domingo, abril 28, 2024
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SCORPIO, ejemplo del cine de espías de los 70

Dirigida por Michael Winner en  1973, Scorpio es una buen ejemplo del cine de espionaje de esa década que refleja el clima de Guerra Fría imperante entre los bloques pero al mismo tiempo anticipa los cambios que se van a producir en el mundo de las agencias de espionaje, con un relevo generacional que acompaña a una revolución tecnológica. Desde ese punto de vista concreto, Scorpio es una buena pareja de baile para hacer un programa doble con,  por ejemplo, Red de mentiras, de Ridley Scott. Estarían ambas en los polos opuestos de esa especie de movimiento de péndulo a lo largo del cual, como explica el argumento de Scorpio, los espías veteranos interpretados en la película por Burt Lancaster (CIA) y Paul Scofield (KGB), han de ceder paso a los jóvenes con juguetes electrónicos que quieren destronarles.

 

scorpio

Nuevamente nos encontramos así con una de las muchas historias de relevo generacional que presidieron el cine estadounidense de la época haciéndose eco desde la ficción de lo que estaba ocurriendo en ese mismo momento en la realidad de Hollywood, cuando veteranos como Lancaster tenían que ceder el paso a nuevos rostros y una generación de astros de la pantalla reclutada como relevo para los míticos héroes y galanes de épocas precedentes. Y en ese sentido, la película tiene también interés para contemplar ese mismo proceso en nuestros días, cuando por poner un ejemplo, Bruce Willis parece estar acabando por aceptar su edad real en las ficciones que protagoniza (La jungla de cristal 4, Los sustitutos, Red).  Una situación que personalmente me recuerda el título de un disco de Jethro Tull, Demasiado viejo para el rock´n´roll, demasiado joven para morir. El brindis que el agente de la CIA interpretado por Lancaster cuando bebe con su oponente profesional y sin embargo amigo encarnado por Paul Scofield, agente del KGB, resume toda esa trama: “Por los dinosaurios”.

Ellos, Lancaster y Scofield, encarnan a los dinosaurios del espionaje, frente a los jóvenes arribistas que  intentan arrebatarles el poder y la vida, gente como el personaje de corte más ejecutivo encarnado por John Colicos (célebre villano de aquella etapa que ganó más impopularidad encarnando a Gaius Baltar en la serie original de Galáctica), o como el asesino encarnado por el actor francés Alain Delon, que da muestras aquí, una vez más, de su capacidad para ponerle algo más de salsa al papel de galán agraciado físicamente con un talento interpretativo que hoy echamos de menos en algunos de los peluches de postal y anuncio de dentífrico o bronceador que se pasean ante las cámaras en el cine de nuestros días. El asesino al que da vida Delon, que de paso sirve para dar título a la película, es un joven despiadado en lo suyo, pero con un código de conducta que le lleva a respetar a sus mayores y reconocer los méritos de quienes estuvieron antes que él, aunque sólo sea porque tienen mayor experiencia, y como suele decirse: “Sabe más el diablo por viejo que por diablo”. Delon encarna así a un Escorpión, pero eso no es óbice para que en el fondo se sienta en el bando de los veteranos del frente del espionaje que están siendo desbancados por los arribistas juveniles de las nuevas tecnologías.

A ello hay que añadir, desde el punto de vista del reparto, lo interesante que es ver a Paul Scofield frente a frente con Burt Lancaster. Para que los aficionados más jóvenes se hagan una idea, Scofield es algo así como un precedente con el Ian McKellen de nuestros días, incluso compartiendo características físicas con el célebre intérprete de Gandalf y Magneto.

Por último está Lancaster. Un gigante entre los clásicos de Hollywood.

Y para cerrar el tema encontramos un competente trabajo de Michael Winner como artesano del cine de acción del que volveré a hablar en este blog, porque creo que es uno de los injustamente minusvalorados artesanos del cine, quizá porque sus películas eran ante todo entretenidas.

Finalmente un aviso para los amigos que por aquí se pasen a leer esto: conseguí Scorpio en una edición en DVD de zona 1 por un precio irrisorio: ¡1 euro! Lo cual demuestra que hay que salir a la caza de chollos, y que conviene agenciarse un reproductor de DVD multizona. Suelen ponerlos a la venta a precios muy razonables de entre 30 y 40 euros en las grandes superficies, y visto lo lenta que va la edición de algunos títulos en DVD en España, recomiendo agenciarse uno de estos chismes para aprovechar los chollos que puedan surgir en un mercado nada seguro de ediciones escasas y volátiles ofertas.

Lo cual hace mucho más divertido coleccionar películas, por otra parte.

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