Humor gamberro y satĆrico para quien quiera entenderlo. Lo que comenzĆ³ como una broma mĆ”s de Asylum y Syfy, en la lĆnea de tĆtulos como PiraƱaconda, MegatiburĆ³n vs Pulpo Gigante, PulpirĆ³n y tantas y tantas otras āmaravillasā que siguen llegando hoy en dĆa, se ha convertido, a partir de su segunda entrega, en una parodia en toda regla, del cine de gĆ©nero. Una pelĆcula que sigue enorgulleciĆ©ndose de ser mala, de tener los peores guiones, las peores interpretacionesā¦ y ademĆ”s lo celebran durante todo el metraje. En esta ocasiĆ³n saltando al gĆ©nero de superhĆ©roes, al que le dan una somanta de palos de arriba abajo y sin dejar tĆtere sin cabeza. Entendiendo perfectamente las claves de lo que maneja y cĆ³mo lo maneja.
Porque, seƱores, esta pelĆcula estĆ” muy pensada. Debajo de su cutrez, de sus lamentables efectos especiales (que son asĆ porque deben serlo para que la parodia funcione). OlvĆdense de la trama, que sigue siendo bĆ”sicamente la misma de las tres pelĆculas anteriores, cĆ©ntrense en la parodia, en la coƱa limonera, en las ganas de hacer reĆr con un tono cada vez mĆ”s cercano a lo que en su momento supusieron las pelĆculas de los ZAZ, los hermanos Zucker y Jim Abrahams. Top Gun, Aterriza como Puedas, AgĆ”rralo como Puedasā¦ esa es su liga, a eso hace referencia Sharknado y por eso es tan efectiva. Porque debajo de todas las capas de caspa reside una idea, la de satirizar el gĆ©nero, y se cumple desde el primer al Ćŗltimo fotograma.
Lo de los superhĆ©roes no es casualidad. Ya desde el final de Sharknado 3 con aquella campaƱa por internet para que el espectador eligiese salvar o matar al personaje de Tara Reid, se hacĆa un homenaje/parodia a un momento esencial de los cĆ³mics de hace algo mĆ”s de tres dĆ©cadas, Una muerte en la familia, en la que los lectores decidieron el destino de Robin del mismo modo. Desde ahĆ, pueden imaginar el resto. Iron Man, Supermanā¦ todos caen, como lo hacen pelĆculas como Star Wars (no sĆ³lo en el tĆtulo), San AndrĆ©s, Fast and Furious, Piratas del Caribe o hasta La Matanza de Texas. Con un humor tan efectivo como inteligente, debajo de escenas mal rodadas, planos contrahechos, personajes de cartĆ³n piedra y cameos de segunda.
Todo por el humor. SĆ es cierto que es menos efectiva e hilarante que la tercera entrega, que no aprovecha para hacer mĆ”s comedia a gente como Gary Busey, y que necesitan reinventar la saga para no caer en el olvido. Pero sigue siendo referente del cine cutre con arrestos para reĆrse de los mayores sin despeinarse. No, no es una gran pelĆcula, nunca podrĆ” serlo, pero no es eso lo que pretende. No quiere serlo. Quiere reĆrse con nosotros de supuestas grandes pelĆculas, y lo sigue consiguiendo. Es mala, pero hasta tal punto que se convierte en buena, porque no se corta, no es polĆticamente correcta. Es lo que una pelĆcula llamada Sharknado debe ser. Risas garantizadas.
JesĆŗs Usero
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