Crítica de la película Snake Eyes. El origen
Decepcionante spin off de la franquicia G.I.Joe.
Y no es que las dos primeras películas de los Joes, los juguetes de Hasbro que contaron con serie de animación y de cómics en los ochenta inicialmente, sean dos obras maestras, pero en sus respectivos géneros (son muy distintas entre sí) eran realmente divertidas y entretenidas. Nada del otro mundo. Pero funcionaban. Aquí en este spin off, los responsables han tomado al personaje más carismático de la franquicia y el más querido por los fans, Ojos de Serpiente o Snake Eyes, y han aprovechado para destrozarlo con una trama más bien sin sentido y con multitud de errores que lastran una película que podía haber sido muchísimo mejor. Con tomar como base el cómic de Larry Hama sobre el origen del personaje ya tenían media película hecha…
Esta historia de orígenes tiene inicialmente un gran problema, más allá del ignorar la mítica historia de los cómics, y es que hay dos películas en una que pugnan por salir a la luz, una resulta ser una interesante y correcta historia de ninjas, con un clan luchando por su herencia y su legado, y la otra una aventura de G.I. Joe que es tan ridícula que sonroja al espectador. Cuando se opta por lo primero, funciona, cuando lo hace por lo segundo, especialmente en su segunda hora de metraje, se convierte en un sinsentido preocupante, con diálogos que sacarían los colores al más pintado y con un tono infantilizado hasta el extremo que opta por tomar por tonto al espectador.
No voy a polemizar sobre si Snake Eyes debería ser o no de origen asiático. La película lo muestra como tal, en el cómic no lo era, perfecto. No hay problema en ese sentido. Es otra forma de ver al personaje. Pero resulta excesivamente obvio desde el arranque (que me ha recordado demasiado a Mortal Kombat), que Andrew Koji es mejor actor, tiene más carisma y es mejor artista marcial que Henry Golding. Es más, cuando Iko Uwais hace acto de presencia, uno se pregunta por qué no poner a este último y a Koji como los protagonistas de la historia. Da igual sus papeles, simplemente que ellos fuesen Sombra y Snake Eyes… A eso se le suma la presencia desaprovechada de Úrsula Corberó y Samara Weaving, que merecían su película propia y no este invento.
Robert Schwentke tiene pulso para imprimir la historia de fuerza en su arranque, pero luego parece incluso que pierde interés en favor de escenas de acción en las que no se ven mucho las coreografías y donde todo es demasiado genérico. Después de ver la serie de Andrew Koji o Gangs of London, lo que ofrece en esa materia esta película no pasa de correcto, y muchas veces se queda corto. Demasiados momentos que te sacan los colores, demasiadas lagunas de guión, demasiada acción sin garra. Todo queda en el lado mediocre, lastrado por el protagonista. La labor de Koji y otros miembros del reparto, la trama original de ninjas o algunos momentos de acción aislados la salvan de ser un desastre absoluto. Pero sigue sin aprobar.
Jesús Usero
★
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