Crítica de la película Sordo
Interesante pero a ratos fallida adaptación del cómic de Rayco Pulido y David Muñoz.
Una historia sobre la Guerra Civil española, sí, un género quizá demasiado trillado en nuestra filmografía, pero que aquí pretende ofrecer al espectador algo distinto a través de un tono cercano al western, más cargado de acción y donde la carga política sea menor. Los malos son muy malos desde el principio y los buenos, muy buenos. O eso parece. Que los hechos sucedan en la Guerra Civil parece casi una excusa para dejar fluir una historia que, por desgracia y pese a todas sus buenas intenciones, es muy irregular, pasando de momentos brillantes a otros que dejarán indiferente a la audiencia o, peor aún, le harán preguntarse si ha merecido pagar el precio de la entrada.
Sordo sigue la historia, en plena Operación Reconquista, de un maqui que, tras una operación de sabotaje que no sale como estaba planeada, pierde el oído y debe intentar sobrevivir sin ese sentido en mitad del bosque, rodeado de tropas nacionales que intentan apresarle o acabar con su vida, sin saber muchas veces no sólo quién es amigo o enemigo, sino si merece la pena seguir adelante cuando todo está en tu contra. Por ejemplo la naturaleza. Una lucha que tiene muchos elementos de western crepuscular, uno de sus varios aciertos, y que nos plantea un mundo de personajes duros, fuertes por obligación, enfrentados al paisaje que les rodea, y en el caso del protagonista, aislados del mismo debido a la sordera que les incapacita.
Asier Etxeandía se pone en la piel de ese personaje y lo hace con la habitual soltura y enorme talento del actor. Un todoterreno, un auténtico camaleón que este año ya sorprendió con su brillante papel en Dolor y Gloria, y que cambia por completo de registro aquí. A su lado nombres de lujo como Imanol Arias, Hugo Silva, Aitor Luna (quien hace lo que puede por salvar los muebles de un personaje demasiado arquetípico, demasiado plano desde el guión), Marián Álvarez, Olimpia Melinte (quizá con el papel más complicado de la película) o Ruth Díaz. No es por la parte del reparto por donde encontramos fallos a Sordo, ni mucho menos. Ni en el aspecto técnico.
Jugando siempre con el sonido que recibe el espectador, con la ausencia del mismo para transmitir el estado de aislamiento del protagonista, el director Alfonso Cortés-Cavanillas maneja una bellísima fotografía y escenas de mucha espectacularidad, pero el problema de Sordo radica en que no sabe separarse del material original. Hay escenas que en cómic seguro funcionan de lujo, pero en cine no lo hacen, y la película encierra dos películas en una. La primera parte es magnífica, elegante, poderosa, violenta… pero luego hay un salto temporal y aparece un personaje nuevo… Y todo se desmonta. Se olvida de algunos personajes interesantes, abandona tramas planteadas (haciendo que el ritmo se resienta mucho) y consigue que los personajes nuevos bordeen el ridículo en varios momentos (recuérdenlo con una escena que incluye una pistola y a un personaje con parche… no digo más). Hace que dejemos de interesarnos por lo que nos cuenta, porque es ya más cómic que película, y ciertos elementos no funcionan en absoluto. Ahí se desmonta Sordo hasta que llega el final, que es grandioso, pero ya nos importa menos, por desgracia. Nos queda la sensación de oportunidad perdida y de que podía haber sido una de las apuestas más brillantes del año en nuestro cine… Aun así, es una buena película
Jesús Usero
COMENTA CON TU CUENTA DE FACEBOOK
★
{spoiler spoilerID , haga clic en mí para abrirlo , cierre la etiqueta tanto en la parte superior como en la parte inferior , ambos} texto dentro del spoiler {/spoiler}
