Después de dar la campanada la semana pasada, recaudando mucho más de lo que todos esperaban, la nueva película de Clint Eastwood, Sully, que cuenta con Tom Hanks como protagonista, sigue en lo más alto de la taquilla americana sin problemas y sin despeinarse. Ninguno de los tres estrenos importantes de la semana se ha acercado ni de lejos a lo que ha generado la película de Eastwood, que le devuelve a la senda del éxito, como a su actor protagonista, después de año y medio sin estrenar película. Es cierto que su anterior obra, El Francotirador, fue la más taquillera de su carrera como director en USA, pero antes de ella hubo más de un fiasco como los de Jersey Boys, J. Edgar o Más allá de la Vida se ganaron la indiferencia del público, que parece mucho más interesado en estas historias nuevas, basadas en personajes reales mucho más cercanos en el tiempo. Tras un deslumbrante estreno, y con un presupuesto de 60 millones de dólares, la película recauda otros 22 millones en su segundo fin de semana, para ponerse con 70,5 millones en total, un descenso muy leve (lo que indica que a la gente le está gustando mucho la película). Superará sin problemas los 100 millones sólo en USA, y empieza a sonar para los premios como posible candidata a algunas categorías como mejor actor. Detrás de ella, a años luz, el regreso de la Bruja de Blair, Blair Witch, película que se rodó en secreto y cuyo estreno ha sido una sorpresa, pero que no consigue aprovechar el tirón del cine de terror estos días ni el nombre de la marca, y recauda 9,7 millones en tres días. Apenas costó 5, así que dará beneficios, pero menos de lo esperado. No le ha ido mucho mejor a Bridget Jones’ Baby, aunque a poco que haga en USA, con 35 millones de presupuesto y con el tirón del mercado internacional, dará beneficios también, pero suma solo 8,2 millones en su estreno. Peor le han ido las cosas a Snowden, lo nuevo de Oliver Stone, que no convence ni a crítica ni a público y recauda apenas 8 millones, habiendo costado 40. Depende de hacerlo muy bien en el mercado internacional para recuperar esa inversión, pero al contrario que Bridget Jones, no tiene el tirón de una marca detrás.
Jesús Usero
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