El prรณximo cinco de diciembre llega a nuestras pantallas la รบltima pelรญcula del director catalรกn Cesc Gay, uno de los mejores retratistas de los estados emocionales del indivรญduo, todo un reproductor fiable de las condiciones de supervivencia que cada uno y todos los dรญas negociamos del mรญ para ti.
Cesc Gay es un autor ya consolidado y su cine lleva su marca a fuego. Su sello es de mucho corazรณn y no precisamente de latido pobre. Vuelve a abordar y bordar una constante en su temรกtica: las relaciones humanas y cรณmo surgen, crecen, se desatan y desgastan; los conflictos generacionales y cรณmo vamos poniendo paรฑos calientes para mal vivirlos o sobrevivirlos. En definitiva, cรณmo gestiona el indรญvรญduo el tiempo que se le da de vida para consigo mismo y para con los demรกs.
A Cesc Gay lo que le interesa es la persona y como se resuelve a sรญ misma en las diferentes edades del hombre. Su filmogarfรญa no es muy extensa al haber sido muy meditada y muy cuidada en la forma, contenido y parto (gracias a Dios) y si la pensamos bien y sobre todo sentimos, vemos que todos sus tรญtulos no han hecho sino poner una piedra mรกs en la edificaciรณn de un universo propio, comprometido, muy rico en matices y muy estimulante que una vez visitado invita, cerveza en mano, al comentario y a discutir de ello (desde luego, lo mejor que le puede pasar a una pelรญcula cuando el espectador sale del cine).
De esta manera nos ha hecho regalos como Krรกmpack (2000), Ficciรณ (2006), V.O.S (2009) o la estupenda En la ciudad (2003), pedazo de joya que en su planteamiento estructural y de desembocadura guarda algรบn punto en comรบn con Una pistola en cada mano. Aunque en esta รบltima se fabula en episodios que se nos presentan como piezas que pensamos completamente independientes sรญ es cierto que como en En la ciudad, ambos son tรญtulos corales, salpicados de personajes que se muestran honestos dentro de sus contrariedades, que se mienten a sรญ mismos y se justifican hasta que la vida les obliga a mirarse a un espejo y hablar, hablar y hablar y que andan solos hasta que se encuentran unos a otros y se reconocen como razas iguales y entonces, todo cobra sentido. El puzzle toma significado รบnico en un final โcomรบnโ de escenario โcomรบnโ, de alguna manera festivo, y conclusiones dichas en โcomรบnโ, aunque ello no signifique que lo hayamos terminado de montarโฆDemasiados lugares โcomunesโ habitados por todos pero ecuaciones nunca completamente despejadas.
Es un placer descubrir en ambas cรณmo Cesc Gay retrata su universo compartimentado en espacios estanco como si fueran las escenas cotidianas de cualquier pintura de Hopper. Sus imรกgenes estรกn cuajadas de puertas y ventanas abiertas que se recortan en paredes que parece que respiran mientras se toman decisiones de esas que ensanchan la vida, el pulmรณn y de paso el horizonte. El espacio define al indivรญduo; el plano y el colorido, contenido y รฉste, generalmente, siempre estรก callado, en silencio, transmitiendo la propia soledad del indivรญduo que no acierta a cรณmo gestionar su miedo y con tanto lรญo y de esta manera, asรญ es fรกcil que aparezcan amantes que uno incorpora a su chepa y que se van recogiendo por el camino para aรฑadirlos a la propia existencia como parches y apaรฑos de los que consuelan y asรญ es fรกcil que aparezca la bendita costumbre que lo aniquila todo.
Podrรญa decirse que En la ciudad siendo una pelรญcula completamente diferente, mรกs รกspera y grave era un buen germen para esta Una pistola en cada mano que nos llega ahora donde la ironรญa marca el ritmo de unos diรกlogos reales y certeros. En la primera se retrataba la generaciรณn de los treintaรฑeros. Conceptos como el compromiso en la pareja, la gestiรณn de la ruptura, la comunicaciรณn, la sinceridad parece que ya nos estaban abonando el terreno para Una pistola en cada mano, retrato generacional de esos personajes que en este nuevo trabajo ya han crecido y han cumplido los cuarenta pero no todos los sueรฑos que esperaban.
Si en En la ciudad las relaciones de pareja eran su tema nuclear, aquรญ, Cesc Gay se detiene y CรMO, en radiografiar minuciosamente y sin tapujos el universo masculino, sus carencias, inseguridades, complejos. Nos muestra cรณmo funciona la cabeza y el corazรณn del hombre en sus relaciones, sobre todo en la relaciรณn con las mujeres…….cรณmo les cuesta aceptarse en su cojera emocional que va a 33 revoluciones sobre todo con ellas, un pabellรณn diferente, en ocasiones maquinaria mรกs viva que a 44 revoluciones parece que en ocasiones estรก mรกs dotada para la escucha aunque sepan de antemano las respuestas (las suyas y las que necesita escuchar su compaรฑero).
Para entenderse no hace falta mucho trabajo; sรณlo que la poesรญa arranque, fluya y que a la quรญmica se la permita respirar.
En un tono de lรญnea recta, ยฟel estado permanente del indivรญduo es estar en crisis?, parece que esa es la pregunta que se hace siempre el director.
Gay, un realizador viril de sensibilidad femenina, de cine orgรกnico y sugerente, muestra a estos hombres perdidos y confusos en un mar de indecisiones. No saben por dรณnde se andan ni por donde tirar ni cรณmo sobrellevar a esas mujeres que les pululan y que son mรกs directas, mรกs organizadas y valientes a la hora de encarar ese desgaste en toda relaciรณn y que tarde o temprano siempre llega.
Pero aquรญ el hombre es su protagonista siendo la mujer el catalizador para que รฉste se luzca en su discurso, a veces ridรญculo, escaso y poco imaginativo. La mujer que retrata Gay es la perfecta comparsa, la que escucha y a veces alucina con tanta falta de diรกlogo. Parece que entre ellos (hombres) se entienden en su propio lenguaje de gestos e inseguridades comunes. Llegan ellas y parecen mรกs perdidos y pequeรฑos en sus explicaciones.
โฆy comienza el puzzle:
En el primer episodio dos hombres ( Eduard Fernรกndez y Leonardo Sbaraglia), dos amigos, se reencuentran despuรฉs de tiempo. Los dos estรกn viviendo un momento difรญcil en sus vidas. ยฟQuรฉ es lo importante, quรฉ lo relativo y cรณmo lo gestionamos?
En el segundo se nos habla de la gestiรณn de la ruptura ( ยกquรฉ precisa esa frase crucial que le reprocha una esplรฉndida Clara Segura a ese inmenso Javier Cรกmara:โ el mundo estรก lleno de carreteras y de paraguasโ! ).
El tercero, es la gestiรณn de la traiciรณn (โcreemos que lo tenemos todo muy bien montadoโ dice el personaje que interpreta Ricardo Darรญn, sentado en un banco de un parque, con el cuerpo curvo y achatado por la falta de la utoestima dispuesto a soportarlo todo con tal de que nada en su vida cambie. Es la viva imagen de la bรบsqueda de la necesaria normalidad, de la que seda y calma y no desea hacer preguntas.
El cuarto muestra la gestiรณn de la infidelidad pero de la boba, la tontorrona, la que responde รบnicamente a que el hombre se sienta reafirmado. En ese episodio se disfruta tanto de la dialรฉctica entre ese macho simple y torpe pero arrojado intentando seducir a esa hembra que le viene ยกtan grande!. Es como asistir a un documental sobre la naturaleza y los instintos mรกs primarios del ser humano como especie animal y ser testigo de ese baile jugetรณn, donde ambos gรฉneros ya han decidido desde la primera mirada. Ella busca contenido, รฉl, mรกs egoista, que ella sea sรณlo su continente. ยฟHabrรก entendimiento?…y es que โ a los tรญos no les gusta perderโ, como le dice el personaje interpretado por Candela Peรฑa a su compaรฑero (muy contenido, muy al punto Eduardo Noriega), frase clave que define a la pelรญcula.
El รบltimo eposodio, habla de la gestiรณn de los complejo y de la inseguridad que bloquea a estos hombres, muchos de ellos niรฑos grandes rodeados de mujeres acostumbradas a sacarles las castaรฑas del fuego siendo compaรฑeras de viaje perfectas que observan desde el รกngulo en vertical las vueltas en cรญrculos de sus compaรฑeros y mientras, sin pรฉrdida de tiempo, van โamueblando la casaโ y tomando decisiones-placebo por ellos para ir poco a poco y de manera invisible, obrando el pequeรฑo milagro del cambioโฆo no.
El final es una รบltima cena, reuniรณn de todo este universo masculino junto pero no revuelto en plan manada en un espacio รบnico en el que no cabe el intrusismo de la mujer porque aquรญ no se trata de eso. El protagonista absoluto de esta pelรญcula es el hombre porque Cesc Gay lo ha decidido asรญ. Lo que ha hecho es un homenaje a la vulnerabilidad del hombre cumplidos los cuarenta ( tanto es asรญ que es curioso comprobar como algunos de los hombres retratados en las historias no tienen ni nombre ya que la importancia es ser arquetipo y no identidad ) y desde ese cariรฑo, hacer algo inteligente, valiente y muy honesto.
Lo mejor que se puede hacer es ir a ver toda esta puesta en escena, para disfrutarla y despuรฉs ir a un bar, pedir un buen vino y comentarla porque es tan llana que las palabras salen solas.
No es difรญcil sentirse identificado con esas situaciones y con sus personajes. Les coges ternura desde el punto de vista de la mujer-madre que toda mujer lleva dentro y por eso funcionamos entre ambos gรฉneros (a veces) y Cesc Gay lo plasma de maravilla en esta pelรญcula .
Poderse preguntar cรณmo se verรกn los hombres a sรญ mismos retratados de esta manera y cรณmo les verรกn sus mujeres, eso, me atrae!….ยฟhay que tomarse menos en serio y aceptar que ni los hombres puede que no sean de Marte ni las mujeres de Venus ?. Puede, aunque en momentos determinados de la vida ese Marte guerrero tan solo sea la parte del Marte mรกs sensible, vulnerable e inmensamente frรกgil lo que se agradece porque le hace tambiรฉn mรกs humano
Marta Simรณn Alonso
Opiniones del pรบblico a cargo de nuestro redactor Vรญctor Blanco. Follow @veblanco
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