Crítica de la película Alerta Roja
Simpática y entretenida película de acción sustentada en el carisma de sus protagonistas.
Tres estrellas del cine actual, tres de las más importantes como hemos comprobado incluso en tiempos de pandemia, que se reúnen para protagonizar la que es la película más cara de la historia de Netflix hasta la fecha. Algo lógico, la verdad, si tenemos en cuenta el salario de las tres estrellas y lo que supone contar con ellas para una película así. De hecho, honestamente, el resultado visual es fantástico, pero Seis en la Sombra, la película de Michael Bay para Netflix también con Ryan Reynolds, tenía un aspecto incluso mejor que Alerta Roja, lo que puede deberse a un mejor aprovechamiento de recursos o a menos presupuesto destinado a estrellas. O quizá a las dos.
Un agente del FBI (Dwayne Johnson) está empeñado en detener a un ladrón internacional (Ryan Reynolds), uno de los mejores del mundo, que busca ahora los huevos de Cleopatra, tres orbes de oro y joyas legendarios, difíciles de conseguir, especialmente el tercero que parece ser nadie ha visto jamás. El problema será cuando entre en juego El Alfil, una misteriosa figura que parece tener demasiado interés en lo que está pasando y que elevará el juego en una dirección nunca esperada. Una mezcla de Mentiras Arriesgadas, cine de ladrones, Noche y día o incluso Indiana Jones. No hay rincón que no saquee el director y guionista Rawson Marshall Thurber, quien tiene experiencia con Johnson de películas como Un espía y medio o El Rascacielos, ambas con cosas en común con esta película.
El trío protagonista no arriesga demasiado. Los tres hacen de sí mismos o de los personajes que siempre les hemos visto hacer. Quizá el que más juega con todo es Reynolds, que aprovecha cada resquicio que le da una historia manida, sobada y demasiadas veces vista, que no aburre, pero tampoco deslumbra, ni sorprende. El carisma de los protagonistas es la mitad del producto final y ellos son los que hacen que funcione la película con su química y sentido del humor. Todo parte de ellos y esa es su mayor ventaja. No hay más que ver a Reynolds haciendo referencias como si supiese que está en una película, a Johnson con su tono de voz o a Gadot y la escena de la prisión, por ejemplo.
El director tiene problemas en las peleas y combates físicos, en los que cuesta distinguir qué está pasando, pero el resto está bien rodado, es competente y aprovecha ese presupuesto, como el arranque en Roma. Otras escenas, quizá menos. Hay demasiada pantalla azul mal colocada y demasiado set que intenta pasar por localización real sin conseguirlo jamás, como la jungla o la plaza de toros. No es el mejor de los acabados, pero es funcional. Es una película que entretiene y tampoco busca más. Ni la vamos a odiar ni pasará a ser de lo mejor de este año. Simplemente una película que vive por y para sus protagonistas y que no es capaz de escapar de la fórmula que propone. Correcta.
Jesús Usero
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