Superhéroes animados para toda la familia. Por un lado su gran virtud, por otro su mayor pecado. Vive siempre en esa cuerda floja entre lo visualmente maravilloso, los héroes (que son una panda de inadaptados muy peculiares. Frikis, como nosotros), el increíble personaje de Baymax (adorable para toda la familia) y la enorme madurez de alguna de las tramas que plantea, y al mismo tiempo todas las ideas que plantea no son nuevas, son vistas una y mil veces con anterioridad, lo que deja un sabor a “eso ya lo he visto” o “mira, es como en…” que no la convierte en la mejor película de animación del año por muy poco. Ojo, por muy poco, porque sigue siendo un espectáculo de primer orden, un entretenimiento lleno de aventuras, humor y acción de esos que no se ven todos los días.
Un joven marcado por la tragedia, Hiro Hamada, desarrolla una peculiar y tierna historia de amistad con un robot, Baymax, junto al cual creará un grupo de superhéroes muy particular, todo ello gracias a la tecnología de última generación que emplean. A partir de ahí imagínense los golpes de humor, la coña limonera con los héroes y sus peculiaridades, el genial personaje de Baymax y la ternura que despierta, lo mismo que Hiro y su carácter muy interesante, para llevarnos de su mano por el amargo camino de la venganza. Porque esa es la clave temática de la película, una venganza, pero no para llevar al villano a la justicia, sino para acabar con él y asesinarlo… más oscuro en Disney… complicado.
Por ahí la película camina con una madurez poco habitual en el género, con mucho que decir sobre la pérdida y cómo sobrevivir a ella, sobre la mencionada venganza, sobre el poder y sobre la tristeza que nos queda cuando alguien se va. Algo que nos humaniza también al villano (que no sorprende tanto como debería… ley de los superhéroes), un tipo que nos recuerda mucho a Matrix (cuando lo vean lo entenderán) y que nos demuestra lo mucho que puede dar de sí el género familiar y de animación, incluso cuando no es Pixar. Pero también que no hay nada nuevo bajo el sol.
Porque todo ello nos recuerda a, por ejemplo, Cómo entrenar a tu Dragón, sobre todo a la segunda entrega. Desde el carisma y cómo actúan los héroes protagonistas, Hiro y Baymax (se parece demasiado a la relación entre Hipo y Desdentao, y a lo que hacen y cómo lo hacen…) hasta el tema de la pérdida, la madurez del héroe o el grupo de acompañantes… Repito, es una nimiedad que no impide que disfrutemos como niños de este grupo de héroes, con un cameo brutal incluido, con mucha madurez, que aunque suene vista, siempre es bien recibida. Y visualmente es una pasada de principio a fin. Desde los vuelos sobre la ciudad al diseño de personajes o las escenas de acción. Aventuras para toda la familia que gustarán a niños y mayores.
Jesús Usero
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