Convertida en un icono de la cultura popular, Carmen Sevilla ha muerto a los 92 años, la actriz fue mucho más que presentadora de cine de Barrio o el Telecupón. Fue una de nuestras más celebradas estrellas y una de nuestras actrices más icónicas.
Hoy es un día triste para la comunidad cinéfila porque decimos adiós a un mito del cine español. Carmen Sevilla ha fallecido a los noventa y dos años de edad, aquejada de Alzheimer desde 2009 y retirada de la vida pública desde hace años. Injusta como es la memoria con aquellos que se van, puede ser que sólo recordemos a una artista enorme, por sus deslices y frases presentando el Telecupón en Telecinco, o por su presencia en Cine de Barrio durante años.
Pero con el fallecimiento de la actriz, se nos va una de las más grandes figuras de nuestro cine, capaz de reconvertirse cuando nadie lo esperaba, dejando atrás su figura de folclórica para adentrarse en el cine más arriesgado e interesante en la España de la Transición.
Nacida en Sevilla el 16 de octubre de 1930, la actriz, cantante y presentadora, era hija del letrista Antonio García Padilla, lo que la hizo estar siempre ligada desde niña al mundo del arte. Entró en el conservatorio y ya en los años cuarenta se embarcó en el mundo de la interpretación y la música, siendo una de las grandes estrellas de la era dorada del cine mexicano, también, gracias a muchas coproducciones que la convirtieron en estrella a ambos lados del Atlántico, empezando por Jalisco canta en Sevilla, junto a Jorge Negrete, estrenada en 1949.
Su carrera la llevó también a Francia e incluso a Hollywood, donde fue por ejemplo la María Magdalena de la superproducción Rey de Reyes. La vimos en cintas como La pícara molinera, La fierecilla domada o La venganza, la primera película española nominada al Oscar a mejor cinta de habla no inglesa.
Pero además supo reinventarse y cambiar. Tras toda una etapa de folclórica y más de 15 discos a sus espaldas, la actriz dio un giro a su carrera en los 70, protagonizando cintas tan dispares e interesantes como El techo de cristal y Nadie oyó gritar, de Eloy de la Iglesia, Marco Antonio y Cleopatra, con Charlton Heston, o las películas de terror La cruz del diablo y Rostros, que supuso su último trabajo en cine en 1978, cuando debido a la disminución de ofertas de trabajo, se aleja de la vida pública.
Regresó a televisión en 1986 con la telenovela argentina La viuda blanca, y posteriormente presentó el Telecupón entre 1991 y 1997, lo que la convirtió en un icono de la cultura popular de los noventa, por su aire cercano, humano y humilde. Tras presentar el programa musical Nuestras canciones y ser parte de la fallida serie Ada Madrina, en 2003 presentaría el programa de Campanadas de fin de año de TVE y, a partir de enero de 2004, presentaría el programa Cine de Barrio, hasta 2010. Un año después apareció en el programa por última vez, como invitada, para hablar de su película Camino del Rocío.
Se nos va una enorme actriz, infravalorada por muchos, y un icono de nuestra cultura que deberíamos recuperar lo antes posible. Descanse en Paz.
Jesús Usero
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