Crítica de Cásate conmigo
Crítica de la película Cásate conmigo
Kat Coiro se encarga de que Jennifer Lopez brille con intensidad en esta poco sorpresiva y entretenida comedia romántica, en la que destaca la bailable banda sonora.
Jennifer Lopez se ha convertido con el paso del tiempo en una deslumbrante e icónica diva del cine y de la música, cuyos trabajos suelen potenciar más el valor estético que la trascendencia artística o dramática de los mismos. Cásate conmigo entra de lleno en la categoría de productos destinados a fortalecer la imagen de la neoyorquina como mujer con gran poder de atracción, la cual triunfa tanto en los escenarios multitudinarios como en las distancias cortas. Así es como la presenta Kat Coiro en esta comedia romántica de engranaje bastante tópico, la cual parece surgida de un programa de guiones especializado en atemperar argumentos sentimentales, sin tragedias profundas o controversias temáticas muy afiladas.
La trama retrata la situación de Kat Valdez (Jennifer Lopez): una cantante de relumbrón mediático, que se encuentra en el punto álgido de su carrera. La protagonista mantiene desde hace un año y medio una intensa relación con su compañero, el igualmente estelar Bastian (Maluma); y este periodo en común ha dado como fruto el hit Marry Me. Aclamada por miles de fans en las redes sociales, la pareja pretende casarse en directo, mientras interpreta la mencionada tonada. No obstante, la infidelidad de Bastian hace que Kat cambie de idea en el último momento, y proponga matrimonio a un anónimo asistente al concierto en el Madison Square Garden. Este individuo resulta ser un profesor de matemáticas llamado Charlie (Owen Wilson), quien se encuentra totalmente superado por el inesperado enlace. Lo que arranca como un accidente casual, poco a poco se transforma en amor verdadero.
Kat Coiro despliega un espectáculo colorido y agradable, en el que cualquier elemento meramente discordante queda pronto diluido por el mensaje relativo a la búsqueda de la sencillez y la honestidad, sin olvidar el añadido de los toques familiares. La directora elabora un efectivo pastel de cegadores destellos rítmicos, en el que sobresalen las acrobáticas coreografías de Jennifer Lopez y Maluma. Una obra que muestra sus debilidades cuando abandona el terreno del divismo pop, para bajar al piso bajo de la normalidad aparente.
Pese a que Owen Wilson realiza una actuación bastante competente, en el cuerpo del supuestamente aburrido Charlie Gibert, la química entre él y JLO queda algo deslustrada, cuando entra en contacto con las poses estudiadas y medidas de la estrella neoyorquina. En esta tesitura, el ingrediente humorístico sufre el revés de la artificialidad que transmite el film, y que enfatizan colaboraciones tan extravagantes como la del presentador y show man Jimmy Fallon.
Casi todo en Cásate conmigo se antoja como demasiado estereotipado y poco sorpresivo, lo que impide que Wilson y Lopez ejecuten una convincente caracterización como pareja. Un problema que igualmente se presenta en la química que pretenden transmitir el debutante Maluma y JLO.
Tales obstáculos para conseguir que la película sea verosímil desde el punto de vista romántico no impiden que la movie cumpla a la perfección con el esquema planteado. Un ejercicio cinematográfico programado para alcanzar el éxito en las taquillas, merced a las pintorescas situaciones planteadas, la potente banda sonora, y la colaboración de un elenco de secundarios que aporta el refuerzo chistoso necesario.
Jesús Martín
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